Casi 850 metros cuadrados de observatorio. Es impresionante. El edificio, que data de hace más de 2.500 años, habría sido el el observatorio astronómico más grande conocido en Egipto en el siglo VI a. C., y forma parte de lo que actualmente llamamos el Templo de los Faraones en la ciudad de Buto, en Kafr El Sheikh (al norte de Egipto).
El Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto anunció el descubrimiento del primer observatorio astronómico del antiguo Egipto. Los restos, descubiertos en la antigua ciudad de Buto, en el yacimiento arqueológico conocido como Tell Al-Faraeen, fueron encontrados hace tres años durante los trabajos de excavación en este lugar.
Los antiguos egipcios estudiaban el Sol y la astronomía, en general, a un alto nivel y este hallazgo pone todos estos datos en perspectiva. Precisamente fue en el antiguo Egipto donde nació el calendario de 365 días y el día de 24 horas. Fueron ellos quienes cartografiaron completamente el cielo nocturno y tenían sus propias constelaciones y zodiaco. El observatorio, es una prueba de todas esas habilidades.
El observatorio, que fue edificado con adobe, presenta múltiples relojes solares, artefactos relacionados con la astronomía y una visión de la fascinación de la antigua cultura por el sol y la cartografía del cielo nocturno. Claramente se empleó para “observar y registrar observaciones astronómicas y el movimiento del sol y las estrellas”, afirman responsables del ministerio egipcio en un comunicado de prensa. Su diseño arquitectónico incluye una entrada orientada hacia el este por donde sale el sol, un salón central abierto con columnas y altos muros de adobe con pendiente hacia el interior. El diseño del observatorio, con una entrada principal orientada al este, permitía a los sacerdotes seguir el sol y las estrellas con una precisión increíble. Cabe destacar que el reloj de sol de piedra inclinada se utilizaba para medir los ángulos cambiantes de las sombras del sol para determinar las horas de salida, mediodía y puesta del sol. Además, aparte del salón abierto en forma de L, hallaron varias habitaciones de adobe que probablemente se utilizaban para almacenar algunas de las herramientas del observatorio y otra que podría haber representado la torre de la instalación.
Al principio, el equipo pensó que había descubierto un templo pero conforme fueron descubriendo artefactos y símbolos inscritos relacionados con el tiempo y la astronomía junto al enorme reloj de sol, no les quedó duda de que se trataba de un enorme observatorio astronómico.
También se recuperaron una herramienta de medición y cronometraje conocida como merkhet, cerámica, artículos religiosos y una estatua que data de la dinastía XXVI (664-526 a. C.).
Entre los restos del observatorio había un reloj solar de piedra al que el equipo llama el “reloj de sombra inclinada”. El reloj de sombra está compuesto por losas de piedra caliza que miden aproximadamente 4.57 metros de largo, coronadas por cinco bloques de la misma piedra, de los cuales tres están colocados verticalmente y dos horizontalmente.
Muy llamativo fue el hallazgo en el gran salón de diversas imágenes de deidades vinculadas con el cielo. Por ejemplo, Horus (como un halcón) normalmente tiene un ojo derecho que simboliza el sol o la “estrella de la mañana” Venus, mientras que su ojo izquierdo simboliza la luna o la “estrella de la tarde”. La representación de Horus, junto con un ojo de Horus, “encarna los sistemas del universo y está vinculada al sol, la luna, el dios Horus y la diosa Wadjet, los dioses más importantes de Buto”, según el comunicado de prensa. En el centro de esta sala se encuentra una plataforma de piedra, en la que se encontraron inscripciones, en su mayoría de escenas astronómicas del amanecer y el atardecer durante las tres estaciones observadas en el antiguo Egipto.
Entre los objetos del observatorio se hallan estatuas de bronce de Osiris y Nemes, así como una figura de terracota del dios Bes y una escultura de granito de la Dinastía XXVI, del reinado del faraón Wahibre Psamtik I. Esta última representa a Osiris e incluye una inscripción dedicada al sacerdote Psamtik-Seneb, que ostenta el título de Portador del Sello Real.
Otros artefactos comprenden herramientas de medición, un collar de menat de loza, una estatua de loza del dios Ptah, símbolos religiosos de loza, piezas de cerámica, tapas de ánforas de mortero y mesas para ofrendas, lo que resalta el significado espiritual de este lugar.
En la cosmología del antiguo Egipto, el universo era una entidad vasta e interconectada. Concebían la Tierra y el cielo como dos esteras interconectadas: “Themet Hrt” y “Themet Ghrt”. Themat Hrt era el mapa del cielo, un intrincado mapa celestial que representaba las constelaciones y los cuerpos celestes que utilizaban para seguir el movimiento de las estrellas y los planetas, cruciales para la navegación, la planificación agrícola y los rituales religiosos. Por otro lado, Themet Ghrt era el mapa de la Tierra, que representaba el calendario terrestre. Este era crucial para programar las actividades agrícolas, los festivales religiosos y los deberes cívicos, en particular la inundación anual del Nilo y la cosecha, que eran fundamentales para la agricultura y la supervivencia egipcias.
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