La Estación Espacial Internacional (ISS) tampoco es un lugar muy pequeño. Mide, aproximadamente, como un campo de fútbol (unos 100 metros de largo x 80 metros de ancho) y se desplaza a casi 8 kilómetros por segundo a 400 km de altura por encima de nuestras cabezas. La ISS suele albergar una tripulación de seis a siete astronautas. Estos astronautas provienen de varias agencias espaciales, incluidas la NASA, la ESA, JAXA y CSA, lo que refleja la naturaleza internacional de la estación.
Para garantizar la continuidad de las operaciones y un traspaso sin problemas a este gran laboratorio en órbita, las nuevas tripulaciones suelen llegar antes de que parta la tripulación anterior. Esta superposición permite un breve período de operaciones conjuntas, donde los astronautas entrantes se aclimatan a la vida en la estación y reciben informes vitales de traspaso de sus predecesores. El período de superposición puede durar unos días, en el que todo fluye con normalidad, donde los astronautas realizan controles y reparaciones regulares para garantizar el buen funcionamiento de la estación, abordando todo, desde los sistemas de energía hasta el soporte vital.
Sin embargo, actualmente hay dos astronautas de la NASA, Barry “Butch” Wilmore y Sunita Williams, varados en el espacio después de un fiasco que involucró a una nave espacial de la compañía Boeing. La nave Starliner de Boeing los llevó el 6 de junio y deberían haber permanecido ocho días en órbita; era lo que estaba previsto dentro de la primera misión tripulada de esta nave. Pero durante el vuelo, la Starliner tuvo problemas con su sistema de propulsión y hubo fugas de helio. Consiguió llegar a la ISS, pero la posibilidad de volver a los ocho días a la Tierra, como estaba previsto, se canceló.
La NASA encargó a Boeing hace diez años el desarrollo de una nueva cápsula, el mismo año que a su competidor SpaceX. Pero la empresa de Elon Musk ya lleva cuatro años realizando misiones a la Estación Espacial Internacional (ISS). En el caso de la Starliner, se decidió que era demasiado arriesgado volver con los astronautas.
Barry Wilmore comentó que el gran retraso en la vuelta, provocará que se pierda la mayor parte del último año de su hija menor, y no haber podido pasar el verano con su hija mayor antes de que regresara a la universidad. Por su parte Sunita, echa de menos a su marido y a sus perros. De hecho, comentó que extraña mucho sacar a pasear a sus perros por la mañana y escuchar los sonidos de la mañana, como el canto de los pájaros.
En general tienen buen ánimo e incluso planean votar desde la ISS en noviembre (recordemos que las elecciones presidenciales en Estados Unidos tendrán lugar el martes 5 de noviembre de 2024 y se elegirá al próximo presidente o presidenta de EE. UU.).
“Estamos superando los límites en todo lo que hacemos. Y no es fácil”, dijo el comandante de la misión Butch Wilmore. “No es algo fácil de hacer, pero no es por eso que lo hacemos. Tal vez lo hacemos porque es difícil”.
Con la situación actual, comparten un espacio del tamaño de una casa de seis habitaciones con otras nueve personas. Pese a todo, es un lugar grande y tranquilo. Los compartimentos tienen ordenadores portátiles para que la tripulación pueda mantenerse en contacto con la familia y un rincón para objetos personales como fotografías o libros.
Según comentaron los propios afectados, durante una conferencia de prensa en directo, a pesar de saber que su misión estaba programada para durar solo ocho días, ambos habían estado “entrenándose durante varios años” para ello, por lo que están completamente cualificados para permanecer en el espacio durante un período prolongado de tiempo.
Por el momento, ninguno de ellos ha mostrado sentirse cansados de su estancia obligada y prolongada en la ISS, salvo la exposición que hicieron acerca de los momentos que se estaban perdiendo de sus vidas en estos momentos. Es habitual que los astronautas se muestren optimistas y alegres ya que el bienestar mental y emocional es crucial en la vida en el espacio.
Steve Stich, gerente del Programa de Tripulación Comercial de la NASA, afirmó en una conferencia de prensa posterior al aterrizaje de Boeing que los astronautas podrían haber vuelto a la Tierra el pasado 7 de septiembre. Ahora, tendrán que esperar a febrero, tal y como ha comunicado la NASA, que anunció que Wilmore y Williams podrían tener que permanecer en el puesto hasta febrero de 2025. La NASA no ha querido arriesgarse.
A pesar de la estricta agenda con la que cuentan los astronautas, también tienen tiempo asignado para el ocio y la comunicación con sus seres queridos en la Tierra. Pueden disfrutar de impresionantes vistas de nuestro planeta desde la Cúpula, un módulo de observación en forma de cúpula, y capturar imágenes impresionantes que suelen publicarse en las redes sociales o hablar con familiares y amigos, lo que, en este caso, se vuelve más que esencial, teniendo en cuenta que ambos astronautas iban a pasar solo una semana en la ISS y acabarán permaneciendo prácticamente 8 meses, que es incluso más tiempo de lo que duran las misiones de larga duración a la ISS. Habrá que esperar a que sea la Crew Dragon de SpaceX la que rescate a los dos astronautas de la NASA que se quedaron sin transporte espacial.
Texto Muy Interesante
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