En la historia de la tecnología, pocas innovaciones han tenido un impacto mayor que la invención del ordenador personal. Y, en el corazón de esta revolución se encontraban dos jóvenes visionarios, Steve Jobs y Steve Wozniak, quienes, en la década de 1970 idearon un invento que acabaría transformando el mundo: el Apple I, que nació de la pasión de ambos por la electrónica y una visión de hacer que los ordenadores fueran accesibles para todo el mundo.
Formaban un dúo increíble: Wozniak era un prodigio como ingeniero informático, con un don espectacular para diseñar circuitos eficientes y elegantes y Jobs, fue el gran visionario. Crear su primer gran proyecto no fue fácil. Necesitaban algo más que ingenio; recursos económicos que los jóvenes empresarios simplemente no tenían. Esto llevó a la decisión de vender sus pertenencias personales para financiar su empresa. Requirió que Jobs vendiera su Volkswagen Kombi de 1966 por 1.500 dólares y que Wozniak se deshiciera de su calculadora HP, que era auténtica tecnología de vanguardia, por 500 dólares. Así pudieron invertir en el desarrollo del Apple Computer I. Con sus 2.000 dólares crearon la primera tanda de ordenadores Apple I que incluía un microprocesador MOS 6502, 4 KB de RAM (ampliable a unos impresionantes 8 KB) y una salida de vídeo para conectarlo a un monitor.
El nacimiento de la Apple I, diseñada por ambos, también fue el primer ordenador personal vendido con una placa base completamente ensamblada preinstalada en su interior. Era algo inaudito. A diferencia de otros ordenadores de la época, que normalmente se vendían como kits que requerían montaje, el Apple-I era una placa de circuito completamente ensamblada. Lo único que necesitaba el usuario que adquiría el sistema era añadir una carcasa, una fuente de alimentación, una pantalla y un teclado.
Se fabricaron 200, que se vendieron a un precio de 666,66 dólares cada uno (una cifra que se asocia habitualmente con el demonio, estrategia comercial con la que sorprendieron a todos y que, en esencia, se basaba en su predilección por los dígitos repetidos, según informa el Museo Nacional de Historia Estadounidense), pero solo 70 de ellos incluyen la placa base original. De esos 70, solo uno pertenecía a Jobs. El genio visionario conservó uno en su oficina durante años como recuerdo. Y ahora, puede ser tuyo después de que el Living Computer Museum+ Labs tuviera que cerrar en 2020 debido a las restricciones mundiales por la pandemia de COVID-19 que asoló todo el planeta y, ante la falta de recursos económicos, se vieron obligados a reubicar cientos de artículos, como el Apple I de Steve Jobs.
Se espera que el ordenador de Jobs alcance un precio estimado de entre 500.000 y 800.000 dólares en la subasta, según la casa de subastas Christie’s que acogerá el evento el próximo 12 de septiembre en la ciudad de Nueva York (Estados Unidos), y que lo describe como “un heraldo de la revolución de la informática doméstica y de la era de Internet”. No podemos olvidar que este dispositivo sentó las bases para el panorama tecnológico moderno y su aparición en una subasta ha despertado un interés significativo tanto de coleccionistas como de aficionados a la tecnología, por lo que no extrañará que las cifras que alcance el día de la subasta sean astronómicas y aptas para pocos bolsillos. Será una subasta única.
Y no será el único de los objetos insólitos/raros que habrá ese día de septiembre. Se trata de una gran subasta que incluye otros objetos peculiares como el traje de astronauta del estadounidense Buzz Aldrin (uno de los dos primeros seres humanos, junto al comandante Neil Armstrong en pisar el suelo de la Luna en 1969), que se prevé que salga a subasta por unos 100.000 o 150.000 dólares, un modelo a escala de tres piezas de la cápsula Gemini (que se venderá por unos 8.000 o 12.000 dólares), una máquina de cifrado Enigma de cuatro rotores de la época de la Segunda Guerra Mundial (que se podría vender por unos 250.000-350.000 dólares), o un menú del famoso barco Titanic, que acabó hundido en la noche del 14 al 15 de abril de 1912 tras chocar con un enorme iceberg que trataban de esquivar (por unos 30.000 o 50.000 dólares).
Esta subasta marca, sin duda, un momento significativo en la historia de la tecnología, ya que el Apple-I, aunque a escala modesta, sentó las bases para la revolución de la informática personal y el ascenso de Apple como líder tecnológico. Con la llegada del Apple II, el dispositivo se convirtió en uno de los primeros ordenadores personales de producción en masa de gran éxito, estableciendo a Apple como un actor importante en la industria tecnológica emergente, democratizando la tecnología y haciendo que la informática fuese algo de todos: para individuos y para pequeñas y grandes empresas.
Texto publicado en Muy Interesante
¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete!
Aumento del salario: Cara o cruz
Grupos étnicos y facciones religiosas buscan el poder sirio
Con el décimo y otros bonos decembrinos, primero pague las deudas
Debates
Chancay: ventajas y desafíos