El gobernador en funciones de la región rusa de Kursk declaró hoy el estado de emergencia en las zonas fronterizas debido a la incursión ucraniana que comenzó el pasado martes y que las fuerzas rusas intentan expulsar desde hace más de 24 horas.
“En la región de Kursk se mantiene la compleja situación en las zonas fronterizas. Para paliar las consecuencias de la incursión de las fuerzas enemigas en el territorio de la región tomé la decisión de declarar desde el 7 de agosto el estado de emergencia en el territorio de la región”, informó en su cuenta de Telegram.
En el transcurso del día, la alerta antiaérea en esta región se activó en reiteradas ocasiones, y se mantuvo activa durante más de 12 horas, la última alerta fue emitida a las 20.16 hora de Moscú (17:16 GMT) y todavía no ha sido levantada.
El Gobierno local informó de que desde el comienzo de la incursión varios miles de personas han abandonado la región y más de 600 fueron ubicadas en albergues.
A consecuencia de los ataques han muerto hasta el momento cinco civiles y otros 31 resultaron heridos, según el Ministerio de Sanidad ruso.
El ataque ucraniano, que comenzó en la madrugada de la víspera, fue calificado por el presidente ruso, Vladímir Putin, de “provocación a gran escala” de Ucrania, a la que acusó de llevar a cabo “bombardeos indiscriminados con diferentes tipos de armas, incluyendo misiles, contra edificaciones civiles, edificios de viviendas y ambulancias”.
El anterior intento de incursión de las fuerzas ucranianas en la región de Kursk tuvo lugar en marzo pasado, cuando, según el FSB, fueron abatidos más de 100 soldados enemigos y destruidos seis tanques.
En el pasado, estas incursiones fueron siempre fueron reivindicadas por grupos armados integrados por voluntarios rusos leales a las autoridades de Kiev, cosa que no ha ocurrido en esta ocasión.
Ucrania desencadenó por segunda jornada consecutiva un gran ataque por tierra y aire para penetrar en Rusia.
Los funcionarios dijeron que Rusia repelió los ataques -una de las mayores incursiones en el país desde que comenzó la guerra en 2022- pero había señales de movimientos militares importantes en la zona cerca de la ciudad fronteriza de Sudzha, a 530 km al suroeste de Moscú. Se trata del último punto de transbordo operativo para las exportaciones de gas ruso a Europa a través de Ucrania.
El jefe de Estado Mayor ruso, Valeri Gerásimov, dijo que “hasta 1.000 soldados” ucranianos participan en la incursión, después que las autoridades rusas informaran en la víspera de la presencia de unos 300 soldados ucranianos apoyados por 11 tanques y más de 20 vehículos de combate blindados.
“El avance en profundidad del enemigo en el territorio fue detenido por la aviación y la artillería”, agregó Gerásimov en una reunión con Putin, transmitida por televisión.
Algunos blogueros de guerra rusos que han demostrado estar bien informados sobre la guerra afirmaron que había soldados ucranianos en Kursk.
Rybar, un conocido canal de Telegram dirigido por Mikhail Zvinchuk, un oficial de prensa retirado del Ministerio de Defensa ruso, dijo que las tropas ucranianas habían tomado tres asentamientos en la región, en donde habrían entrado unos 400 hombres, y seguían luchando para adentrarse en ella. Además, otros dos mil soldados ucranianos estarían emplazados en la frontera.
Otro blog militar pro-Kremlin, Two Majors, afirmó que las tropas ucranianas habían avanzado hasta 15 kilómetros en la región.
Según el canal militar ucraniano DeepState, las Fuerzas Armadas ucranianas, que no han confirmado oficialmente la operación, tomaron como prisioneros a un grupo de soldados rusos.
Ninguna de estas afirmaciones ha podido ser verificada de forma independiente. ( EFE)
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