Rusia ayudará a Cuba a restablecer su sistema de generación eléctrico, afirmó este viernes el ministro de Energía ruso, Serguei Tsiviliov, durante una reunión con el viceprimer ministro cubano Ricardo Cabrisas en momentos en que la nación caribeña atraviesa graves problemas de abastecimiento eléctrico.
“La construcción de nuevas instalaciones energéticas es una etapa importante para el restablecimiento de la capacidad de trabajo del sistema energético de Cuba. Estoy seguro que la participación y la experiencia de especialistas rusos representará un considerable aporte a la rama energética de la república”, dijo el ministro ruso, citado en Telegram.
Según el Ministerio de Energía ruso, los representantes de Rusia y Cuba “debatieron las perspectivas de cooperación” en el complejo de combustible y energía de la mayor de las Antillas y la cooperación en la construcción de instalaciones energéticas.
También debatieron la cooperación en la esfera del petróleo y el gas, en particular en torno al proyecto conjunto del yacimiento Boca de Jaruco, “donde se alcanzaron altos niveles de extracción de crudo”.
“El intercambio de experiencias profesionales propiciará el desarrollo del diálogo entre nuestros países en materia de energía”, subrayó el titular de Energía ruso.
En la actualidad Cuba enfrenta graves problemas en su sistema eléctrico, que provocan apagones de hasta cerca del 40% del país, debido a la falta de combustible que necesitan las centrales termoeléctricas terrestres para generar electricidad y las averías y mantenimientos de varias unidades de esas plantas, que tienen más de cuatro décadas de explotación.
El régimen cubano ha alquilado varias centrales eléctricas flotantes (de las que actualmente solo quedan cinco) para paliar la falta de capacidad de generación, una solución rápida pero temporal, contaminante y costosa.
Los apagones lastran el rendimiento económico de Cuba, que se encuentra sumido desde hace cuatro años en una grave crisis. Han sido además el detonante de las protestas antigubernamentales de los últimos años, incluidas las del 11 de julio de 2021 -las mayores en décadas-, y las del pasado 17 de marzo en Santiago de Cuba (este) y otras localidades.
Contra la ayuda a Ucrania
Por otro lado, el régimen cubano criticó este viernes la decisión del G7 de conceder un préstamo de unos USD 50.000 millones a Kiev con los intereses de activos rusos congelados en la Unión Europea (UE) por las sanciones a Moscú tras su invasión a Ucrania.
Según expresó en redes sociales el canciller cubano Bruno Rodríguez, esta medida no va a servir para avanzar hacia la paz sino que va a contribuir a un recrudecimiento de la situación, además de no tener base legal.
“El acuerdo del G7 para utilizar los activos rusos congelados en bancos occidentales para el conflicto militar en Europa, lejos de ser una solución para la paz, constituye un incentivo para la escalada de la guerra y una grave violación del Derecho Internacional”, escribió.
El G7, reunido esta semana en Italia, acordó esta medida como una fórmula más para ayudar a Ucrania en su esfuerzo financiero y militar. Rusia, por su parte, ya ha avanzado represalias.
El régimen cubano ha defendido desde el primer momento a Rusia en esta guerra, pese a la retórica pacifista y antiimperialista de su diplomacia y a su tradicional amistad con Ucrania, fundada durante sus años en el bloque socialista.
Cuba y Rusia han profundizado en los últimos años sus históricas relaciones en los ámbitos político, militar y económico. Los primeros acuciados principalmente por la grave crisis que padecen; los segundos, por consolidar su magra red de aliados y aprovechar el valor geoestratégico de la isla. No está previsto que Cuba esté representada en la Conferencia de Paz sobre Ucrania que arranca en Suiza este sábado. (EFE)
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