Mohammad Mokhber, de 68 años, es el primer vicepresidente del régimen de Irán y, de acuerdo a lo establecido por la Constitución, se convertirá en el próximo presidente interino del país tras la muerte de Ebrahim Raisi en un accidente de helicóptero.
Como jefe de Estado interino, Mokhber forma parte de un consejo de tres personas, junto con el presidente del Parlamento y el jefe del poder judicial.
Sin embargo, permanecerá en el cargo hasta que se convoquen a nuevas elecciones en un plazo de 50 días tras el fallecimiento de Raisi.
Nacido el 1 de septiembre de 1955 en Dezful, en la provincia suroccidental de Juzestán, Mokhber, al igual que Raisi, es considerado cercano al líder supremo Ali Khamenei, quien tiene la última palabra en todos los asuntos de Estado.
El flamante mandatario se convirtió en vicepresidente primero en agosto de 2021 cuando Raisi fue elegido presidente.
Asimismo, formó parte de un equipo de funcionarios iraníes que visitó Moscú en octubre y acordó suministrar misiles tierra-tierra y más aviones no tripulados al ejército de Rusia para su guerra en Ucrania, según dijeron fuentes a la agencia Reuters en ese momento.
La comitiva iraní también incluía a dos altos cargos de la Guardia Revolucionaria y a un funcionario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional.
Antes de escalar a lo más alto de la estructura de poder del régimen de los ayatolás, Mokhber había sido jefe de Setad, un fondo de inversión vinculado al líder supremo.
En 2010, la Unión Europea (UE) lo incluyó en una lista de personas y entidades a las que sancionaba por su presunta implicación en “actividades nucleares o relacionadas con misiles balísticos”. Dos años después, lo retiró de la lista.
Sin embargo, tres años después, en 2013, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos incluyó a Setad y a otras 37 empresas que supervisaba en una lista de entidades sancionadas.
Setad, cuyo nombre completo es Setad Ejraiye Farmane Hazrate Emam, o Sede para Ejecutar la Orden del Imán, se creó en virtud de una orden emitida por el fundador de la República Islámica, el predecesor de Khamenei, el ayatolá Ruhollah Jomeini. En ella se ordenaba a los ayudantes que vendieran y gestionaran propiedades supuestamente abandonadas en los caóticos años posteriores a la Revolución Islámica de 1979 y que destinaran la mayor parte de los beneficios a obras benéficas.
En noviembre de 2020, la organización United Against Nuclear Iran (UANI) afirmó que Estados Unidos había sancionado a la Fundación Mostazafan, también gestionada anteriormente por Mokhbar y propietaria de la mayoría de las acciones del Banco Sina, y denunció que sus afiliados expropiaban la riqueza de los ciudadanos iraníes.
Aunque Raisi no era ni de lejos tan poderoso como Khamenei, muchos analistas creían que el ayatolá lo estaba preparando como su sucesor, ya que Khamenei tiene 85 años y lleva años delicado de salud.
Si bien Mokhbar es muy cercano al líder supremo, no está claro que tenga la misma consideración que Raisi, por lo que vuelve a quedar abierta la cuestión del sucesor de Khamenei.
Uno de los debates entre los analistas es si otro clérigo como Khamenei será el próximo líder supremo de la República Islámica, o si un alto cargo del CGRI intentará formar una nueva coalición de agentes de poder para arrebatar un mayor control a la clase clerical.
Texto original de Infobae
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