Los ucranianos que viven en regiones anexadas ilegalmente por Rusia están siendo obligados a votar en la elección presidencial de su ocupante en tiempos de guerra, Vladimir Putin, en un ejercicio denunciado por Ucrania como un esfuerzo ilegítimo de Moscú para aumentar el control sobre su vecino.
Las casillas no abren en Rusia sino hasta el viernes, pero ya han abierto en cuatro regiones anexadas de Ucrania, cerca del frente de batalla, algunas de las cuales no están totalmente bajo el control de Putin.
La elección tiene lugar en condiciones muy distorsionadas y restrictivas. Muchos ucranianos huyeron de esas regiones o fueron deportados por Rusia tras la invasión iniciada por Putin hace dos años, y hay informes de personas siendo obligadas a votar a punta de pistola. No hay observadores electorales internacionales en Ucrania.
El gobierno ruso les recuerda a los ucranianos, con vallas publicitarias y carteles, que voten “por su presidente” y que “tomen parte del futuro de nuestro país”. La elección se promueve con un símbolo de la “V” con los colores de la bandera rusa, una letra estampada en los tanques rusos en clara alusión al nombre de pila de Putin.
Además de establecer centros de votación, Rusia ha enviado a oficiales con urnas a casas particulares, diciendo que es más seguro para los residentes que voten ahí mismo.
Las casillas ya están abiertas en las regiones de Donetsk, Luhansk, Kherson y Zaporizhzhia, ocupadas por Rusia. En Crimea, que fue anexada por Putin en 2014, las casillas abrirán el viernes.
Ha habido múltiples informes de autoridades instaladas por Rusia que obligan a las personas a votar, amenazando con retirar la atención médica u otros beneficios sociales a quienes no lo hagan. Más de dos docenas de ucranianos que se rehusaron a votar han sido arrestados, según activistas de derechos humanos.
Al menos 27 personas han sido arrestadas por negarse a votar en las áreas ocupadas de Kherson y Zaporizhzhia, según Pavlo Lysianskyi del Grupo Oriental de Derechos Humanos.
“El Kremlin demuestra efusivamente su aumento en la presión contra los residentes locales” dijo Lysianskyi.
También hay casos, dijo, de autoridades que obligan a las personas a escribir explicaciones de su negativa a votar, que podrían ser la base para iniciar procesos judiciales en su contra. Esta práctica también fue utilizada en las elecciones locales rusas realizadas en septiembre en las regiones ocupadas de Ucrania. (AP)
Texto original de Infobae
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