La Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), junto con la Fundación Parentes, han impulsado la rehabilitación de la cubierta del pabellón pastoral del Instituto Toca de Asís, casa mercedaria del siglo XVII en pleno casco histórico de Quito.
El proyecto forma parte del programa de responsabilidad social que la institución educativa desarrolla en Ecuador con el propósito de conservar el patrimonio cultural del país; gracias al cual ha sido restaurado una parte del edificio donde los hermanos de Toca de Asís pueden continuar con su trabajo a favor de los más necesitados.
Para celebrar esta iniciativa, en días pasados se realizó un acto protocolar en la capilla San José, joya del barroco colonial situada dentro de la hacienda. Al mismo asistieron autoridades del ámbito eclesiástico, cultural, social y educativo.
Posteriormente se develó una placa bajo la cubierta del pabellón restaurado que cerraba de forma simbólica la entrega de la obra. Todo ello amenizado con la intervención musical de la Fundación Orquesta Sinfónica Juvenil del Ecuador.
Estas actividades estuvieron protagonizadas por Rosalía Arteaga, presidenta de UNIR en Ecuador, el hermano Josafa, custodio del Instituto de la Toca de Asís, y Catalina Tello, directora ejecutiva del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) quién señaló: “Es para nosotros un honor estar presentes en este espacio junto a UNIR con quienes también hemos firmado un convenio académico. Esperamos seguir contribuyendo en este tipo de obras para la conservación histórica de la ciudad de Quito”.
En parecida línea de satisfacción se expresó Rosalía Arteaga:”Esta casa no solo tiene importancia por su significado histórico patrimonial, sino también por la labor social que la hermandad realiza, brindando esperanza a las personas vulnerables a través de sus servicios, facilitados con la obra que estamos inaugurando. Agradecemos también a la Fundación Parentes por su apoyo a diferentes iniciativas educativas y asistenciales”, resaltó.
Tras el descubrimiento de la placa, Rosalía puso énfasis el espíritu de la Universidad por realizar un trabajo de calidad en educación e inclusión. “Estamos llegando a sectores que antes no eran atendidos por otras instituciones. Aspiramos a seguir trabajando con la comunidad”, subrayó.
Para el Hermano Josafa, esta obra tuvo un significado muy importante: “Gracias a la financiación de UNIR y Fundación Parentes se ha rehabilitado el tejado de un corredor en el cual se colocan mesas del servicio de comedor. Esta obra permitirá que más personas en situación de calle se beneficien y puedan acceder a una mejor calidad de vida”, afirmó.Principio del formulario
Algunas autoridades que asistieron al acto fueron Sebastián Insuasti, subsecretario de Emprendimiento, Arte e Innovación; Iveth Jaramillo, delegada de la Secretaria de Inclusión del Municipio de Quito; Jorge Sempertegui, subdirector técnico del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural; Rómulo López, presidente de la Confederación de Establecimientos Católicos del Ecuador CONFEDEC; Monserrat Creamer, exministra de Educación y miembro del Consejo Asesor de UNIR Ecuador; Ricardo Dueñas, CEO Grupo Ekos y miembro del Consejo Asesor de UNIR Ecuador; y Pablo Guayasamín, presidente de Fundación Guayasamín y miembro del Consejo Asesor de UNIR Ecuador.
Aspectos de la obra
El proyecto se inició el 14 de julio de 2023 y finalizó el 14 de diciembre del mismo año. Tuvo tres fases con una inversión de 73.000 dólares.
En las dos primeras fases se restringió el área de trabajo para determinar elementos que pudieran ser reutilizados o reparados, se demolieron muros inservibles y se prepararon los nuevos perfiles para soportar la cubierta, con implementación de nueva solera y espesor doble en el ensamblaje. Del “esqueleto”, finalmente se pasó a colocar una cubierta de acero específica, DP-5, para garantizar el mantenimiento de la estructura antigua, complementada con todo tipo de componentes de construcción y culminado el conjunto con la instalación de la teja.
Diego Cordero, contratista y supervisor de la obra, destaca aspectos de su complejidad: “El reto fue mantener toda la estructura en pie y su tipología original. Introducir la plancha de acero en lugar de las de asbesto cemento, que normalmente se usan en construcción, fue un logro, Pero es que, además, conseguimos conservar casi la totalidad de la madera existente, luego de un gran trabajo de recuperación”, explica.
Refugio para los más necesitados y foco de atracción cultural
La obra entregada permite que el pabellón vuelva a tener la funcionalidad como área de pastoral que los hermanos de Toca de Asís necesitan para desarrollar adecuadamente su labor. Esto conlleva a mejorar las condiciones de refugio y servicios que beneficien a personas sin recursos y marginados. Así, son atendidos diariamente con alimentación, ropa y productos higiénicos para asearse en las instalaciones de la casa, incluso reciben el apoyo de voluntarios para cortarles el cabello.
La fraternidad Toca de Asís surgió en Brasil en 1994 con la vocación de sus miembros de recuperar la dignidad de los pobres de la calle dentro de una espiritualidad franciscana. Esta labor social lleva realizándola en Ecuador desde diciembre de 2006, a cargo de los institutos religiosos católicos de los Hijos de la Pobreza del Santísimo Sacramento.
Además de su misión pastoral, la institución religiosa es protectora de la casa colonial que tiene como sede y que atesora en la capilla San José un rico patrimonio histórico-artístico. Destacan el púlpito y el altar recubiertos de pan de oro con estilo de Legarda, y una representación del calvario de Jesús con esculturas talladas atribuidas a Manuel Chili Caspicara, afamado escultor y tallador indígena perteneciente a la Escuela quiteña.
Los amantes de la historia de la Independencia de Ecuador pueden visitar la tumba del prócer Eugenio Espejo en la cripta del templo.
La casa de Toca de Asís no solo es un edificio histórico en el tejido urbano de Quito, sino también es considerado un símbolo de solidaridad, compasión y esperanza.
Comprometidos con la educación y la sociedad
El compromiso de UNIR en Ecuador se manifiesta a través de su actividad académica cien por cien online, con más de 66.000 alumnos en más de 90 países; y en el impulso de proyectos de desarrollo social y cultural en el país.
Como institución de Educación Superior, UNIR tiene entre sus fines contribuir al progreso de la sociedad mediante la creación y transmisión de conocimiento y la promoción de la cultura, capacitando a las personas con una formación integral y proporcionando al entorno territorial recursos y herramientas que favorezcan la transformación social y el desarrollo.
De las aulas virtuales de UNIR han egresado miles de alumnos ecuatorianos que pudieron acceder a más de 130 titulaciones oficiales reconocidas por la SENESCYT, bajo un modelo pedagógico de calidad europea, innovador y práctico, que busca la mejora continua centrada en la empleabilidad y la excelencia.
De igual modo, el compromiso de UNIR se extiende a impulsar proyectos de desarrollo social y cultural en el país. Ejemplo de ello son las becas para pueblos indígenas ‘Mishay Ñan. El camino del triunfo’; o algunos proyectos lanzados de forma conjunta con la Fundación Parentes, como el Programa de apoyo a mujeres embarazadas y niños en situación de desnutrición, y la reciente entrega de máquinas de escribir en braille “Perkins” al Colegio Leonardo Ponce Pozo de Quito.
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