La ecuatoriana Kristel Candelario fue condenada en Ohio a cadena perpetua por dejar morir a su bebé e 16 meses al dejarla sola por irse de vacaciones. La mujer se declaró culpable, según informa la Corte norteamericana este lunes 18 de marzo de 2024.
Candelario dejó a su hija sola en casa por 10 días mientras viajaba a Puerto Rico y Detroit, según las autoridades norteamericanas. El 22 de febrero ella se declaró culpable de dos cargos, el primero por asesinato agravado y el quinto por poner en riesgo a un menor.
El juez del Tribunal de Apelaciones Comunes del condado de Cuyahoga, Brendan J. Sheehan, la sentenció a cadena perpetua por el primero y a ocho años de prisión por el segundo. Candelario no tendrá opción a libertad condicional ni pago de fianza.
“Así como no dejaste salir a Jailyn de su encierro hasta que murió, así también deberías pasar el resto de tu vida en una celda sin libertad. La única diferencia será que la prisión al menos te alimentará y te dará líquidos que la negaste”, dijo Sheehan.
Antes de conocer la sentencia, los padres de Candelario intervinieron ante el juez. Ellos pidieron clemencia y misericordia para su hija. “Ruego no satanizarla ni señalarla, quién en esta vida no ha pecado contra Dios”, añadieron.
Además de atribuir la situación a un problema de salud mental con diversas situaciones que enfrentó Candelario.
Por su parte, la procesada también dio unas palabras en la que señalaba que tenía mucho dolor por la pérdida de su hija y que no trataba de justificar sus actos.
“Todos los días le pido perdón a Dios y a mi hija Jaylín. Soy una persona creyente de Dios y reconozco hoy que todos y todas en muchas ocasiones somos tentados por el enemigo. Dios y mi hija me han perdonado, quisiera pedir perdón también a mi hija Amaia y a mis padres”, indicó.
¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete!
UTPL presenta el Análisis Económico de Ecuador para el Cesla
Aumento del salario: Cara o cruz
Grupos étnicos y facciones religiosas buscan el poder sirio
La falta de respeto
En Loja se fomenta la sostenibilidad en la producción meliponícola