La solución de dos Estados independientes y autónomos, propuesta por distintos actores y analistas internacionales, al largo conflicto entre Israel y Palestina, cada vez parece estar más lejos de ser una realidad. Incluso la grave situación humanitaria de la población en Gaza está desbordando cualquier tipo de esfuerzo de los organismos internacionales.
El Colegio de Ciencias Sociales y Humanidades de la USFQ inauguró su serie de Coloquios de este semestre con un conversatorio sobre el conflicto Israel-Hamás, en el que participaron Daniela Maag, profesora de Ciencias Políticas, Juan Pablo Albán, profesor de Jurisprudencia, y Carlos Espinosa, profesor de Relaciones Internacionales.
Los tres profesores abordaron el tema desde distintas perspectivas; Daniela explicó sobre la difícil situación en términos de gobernanza en la región, Juan Pablo lo hizo desde el derecho internacional, y Carlos expuso una visión histórica y geopolítica.
Un conflicto en conexión directa con el colonialismo europeo
Antes de la creación del Estado de Israel en 1948 ya existía un proyecto nacional para la construcción de un Estado judío. Este proyecto fue respaldado por Inglaterra, que era una potencia colonial de la época, comenta Carlos Espinosa.
Al retirarse Inglaterra y entregar el mandato que tenían en Palestina a la naciente Organización de las Naciones Unidas (ONU), se crea una comisión especial, y ésta decide realizar la partición del territorio, entregando gran parte de las tierras para la creación del nuevo Estado judío. Esto causó malestar en los habitantes árabes quienes eran mayoría en la zona y ocupaban importantes extensiones de tierra.
Al poco tiempo se desata el primer conflicto armado (1948) y ocurre la Nakba, lo que para la población palestina significa “la catástrofe”, siendo expulsados de sus tierras por parte del Estado de Israel. Carlos Espinosa comenta que miles de palestinos se refugiaron en lo que hoy se conoce como Cisjordania y Gaza, y algunos otros en países árabes vecinos como Jordania, Egipto y Siria.
Este conflicto escalo desde 1948 hasta la actualidad con una sucesión de guerras que las ganaría Israel. Para Carlos Espinosa, existió un momento histórico importante con la negociación de los Acuerdos de Oslo, cuando Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), liderada en ese entonces por Yasser Arafat. “Lamentablemente, no se llega a la firma de los acuerdos y poco tiempo después ocurre la segunda intifada”, explica el profesor de Relaciones Internacionales de la USFQ.
Actores clave del conflicto y un abrumante problema de gobernanza
Para Daniela Maag, “este conflicto es extremadamente complejo”, en el que intervienen ciertos actores. Hamás es uno de ellos, es la agrupación que gobierna en Gaza desde 2008 luego de ganar las elecciones locales al partido Fatah representado por la Autoridad Nacional Palestina, quienes actualmente gobiernan en Cisjordania.
“Tanto Gaza como Cisjordania son territorios autocráticos, en el primero se encuentra Hamás, y en el segundo, la ANP”, explica Daniela, y añade que, en ambos casos no se han realizado elecciones democráticas hace más de una década. En Gaza principalmente, existía un descontento popular, desde antes de la guerra, por la falta de oportunidades y planes de desarrollo social entre la población.
En el lado israelí, la realidad política y social interna es también convulsa. El primer ministro, Benjamín Netanyahu, no goza de una buena aceptación por parte de la población, y a eso hay que añadirle varias acusaciones de corrupción en contra de su gobierno. Antes del 7 de octubre de 2023, día que empezó la guerra, el gobierno de Netanyahu venía lidiando con levantamientos sociales que pedían reformas y cambios en la política israelí.
La profesora de Ciencia Política, Daniela Maag, indica que “el problema actual de la región es la falta de gobernanza y la baja popularidad de los líderes políticos”, y por otro lado, existe ausencia de otros líderes que puedan conectar con las necesidades de la sociedad y ofrecer nuevas vías a la solución de conflictos.
“Desafortunadamente, el derecho internacional ha sido uno de los ángulos jurídicos de menor importancia”.
Con esta reflexión arrancó Juan Pablo Albán, reconocido abogado y experto en DDHH. Para Juan Pablo, el sistema jurídico internacional se encuentra condicionado por las realidades políticas, económicas y militares de cada región.
Pero al referirse de la guerra en Gaza, sucede una condición particular ya que los estándares mínimos en derechos humanos que deberían observarse, en tiempos de paz y en tiempos de guerra, no se los está cumpliendo.
“Se está cometiendo en la región graves violaciones de derechos humanos contra decenas de miles de personas (…) Además, se realizan crímenes internacionales y de lesa humanidad”, por ejemplo, en Gaza se está cometiendo un ataque militar sistemático y generalizado contra la población.
A raíz de este conflicto, existen varios ángulos del derecho internacional que están comprometidos. Durante el coloquio, Juan Pablo examino cuatro de ellos:
Frente a la guerra entre Hamás e Israel, la Corte Internacional de Justicia (CIJ), emitió el 26 de enero de 2024, un dictamen provisional sobre las acusaciones de genocidio contra Israel por la guerra en Gaza. En este dictamen, la Corte reconoció el derecho de los palestinos a ser protegidos frente a actos de genocidio y ha impuesto medidas cautelares a Israel.
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