Las primeras inquietudes suelen pasar porque conserven una buena salud o porque sean felices con sus elecciones en la vida.
Pero a medida d que los ven crecer, una preocupación que suele surgir gira alrededor de su bienestar económico.
En Reino Unido una encuesta del banco Standard Life reveló que 7 de cada 10 padres están preocupados por el devenir financiero de sus pequeños.
Esta preocupación suele tener dos aristas, una es cómo ahorrar para su futuro, la otra es que ellos entiendan el valor del ahorro.
Estudios han mostrado que enseñar finanzas personales a los niños en una edad muy temprana marca una diferencia en el resto de sus vidas.
Pero ahorrar a futuro no es tan sencillo, como dice el experto en economía conductual y escritor Dan Ariely, de Duke University, en Estados Unidos:
“Uno de los inconvenientes del dinero es que es abstracto. Debido a eso, nos resulta muy difícil pensar en lo que realmente significa a largo plazo”.
El podcast de la BBC “Money Box” con Felicity Hannah charló con Kirsty Stone, planificadora financiera de la firma The Private Office y Stephanie Fitzgerald, directora de programas para jóvenes de The Money Charity y nos dejó 3 consejos.
“Lo que es realmente importante es darles la oportunidad de tener cierto control y tomar algunas de sus propias decisiones en torno al dinero para que tal vez puedan cometer algunos errores. O que experimenten lo que se siente al pensar: “Oh, desearía ahorrar algo de dinero o me gustaría gastar en algo que dure más”, dice Fitzgerald.
Cuentas a largo plazo
Dado que nuestros hijos no necesitan dinero de inmediato y los productos de ahorro a largo plazo siempre ofrecen beneficios más altos, lo más conveniente es comparar las cuentas que ofrecen los bancos y el interés de cada una.
“Hay cuentas infantiles sencillas y es una excelente manera de comenzar a educar al niño sobre la entrada y salida de dinero”, añade la experta.
A menudo los bancos ofrecen dos tipos de cuenta. Con las de acceso instantáneo se puede retirar o depositar dinero en cualquier momento, pero normalmente se obtiene una tasa de interés más baja que con las cuentas de duración determinada o a más largo plazo (12 meses, 18…).
Los sitios web de comparación son un buen punto de partida para cualquiera que intente encontrar una cuenta de ahorro para sus hijos.
También se puede elegir una cuenta a la que solo puede acceder el niño cuando cumpla 18 años.
“Eso limita la posibilidad de que alguien lo retire innecesariamente o de cubrir algo que podría no ser una necesidad esencial”, afirma Fitzgerald en el podcast.
Pero sobre todo hay que prepararles para ese momento y tener una conversación previa que siente las expectativas de para qué se usará ese dinero. Para la universidad, para contingencias futuras… quizás la entrada del primer carro.
Otro punto positivo a medida que uno ahorra para ellos, es hablarles de cómo tener un dinero apartado para imprevistos puede hacerles sentir más seguros.
Poco a poco: no siempre es posible encontrar el dinero para ahorrar
Ahorrar para un niño hoy es un gran regalo para su futuro. No sólo pueden comenzar su vida adulta con algún monto, sino que involucrar a los niños en el proceso también les ayuda a aprender lecciones importantes sobre el dinero.
Pero si no se puede ahorrar para ellos por la situación familiar durante un tiempo, pues no se hace.
Lo imprescindible es no incurrir en deuda o usar las tarjetas de crédito para algo así.
“Es muy natural que un padre quiera asegurarse de que sus hijos tengan el mejor futuro que pueda ofrecerles. Pero la realidad es que estamos en una crisis de costo de vida debido a la inflación y la capacidad de ahorro de las personas está obviamente bastante tensa en este momento”, dice Fitzgerald.
Kirsty Stone, planificadora financiera, piensa igual.
“Realmente alentaría a las personas a asegurarse de no endeudarse o dejar de pagar sus propias deudas con la esperanza de ahorrar para el futuro de sus hijos. Sus niños no se resentirán y lo importante es asegurarse de que la familia esté financieramente segura en este momento. Con suerte, a medida que las cosas mejoren, podrán ahorrar más en el futuro”, afirma Fitzgerald.
No pierdas de vista la magia del interés compuesto
Algunos lo definen como “dinero gratis”, otros como la octava maravilla del mundo y unos cuantos como una bola de nieve que agranda tu capital sin que te des cuenta.
Todo empieza con una cuenta de ahorro que tenga tipo de interés. Digamos que pones US$100 o su equivalente en moneda local en una cuenta que te ofrece una tasa de interés del 5%.
Para ver la magia mientras lees, vas a tener que concentrarte un poco. Mira bien los números.
Con esa cuenta al final del primer año tendrás US$105.
Los US$100 que sacaste de tu bolsillo.
Y los US$5 que te dio el banco por ser buen cliente y no tocar ese depósito en un año.
El concepto clave es: la magia del interés compuesto se produce siempre y cuando no muevas el dinero. Ni el inicial, ni el que te da el banco.
“Puedes ganar dinero gratis solo por mantener el capital en una cuenta”, dice Fitzgerald.
Nos vamos al año 2.
La cuenta de tu hijo ahora tiene US$105 pero este año tus finanzas no te permiten añadir nada y sin embargo, tu dinero va a seguir creciendo.
¿Cómo?
Porque este año no vas a ganar US$5. Al final de este año tendrás más. Con la misma tasa de interés del 5% ahora el banco te va a dar una remuneración más alta.
El 5% que ganas ahora no es sobre los US$100 que pusiste al principio. El interés ahora se aplica al total que tiene tu cuenta el segundo año: US$105.
Los intereses del segundo año son: US$5,25.
Tu hijo empieza el tercer año con US$110,25 y acaba con US$115,76.
El cuarto: US$121,55.
El quinto: US$127,63
Y cuando cumpla 18, gracias a la magia del interés compuesto, recibirá US$240,66.
Imagínate que en vez de US$100 al principio, pusiste US$1.000…. cuando cumpla 18, tendrá US$2.406,62.
Ahorra poquito a poco y deja que las matemáticas hagan el resto.
Y si lo que quieres es enseñarle a tu niño cosas sobre finanzas: regálale una alcancía. Eso es lo que recomienda la web Money Helper.
“Son una buena idea para niños muy pequeños, quienes lo principal que deben aprender es que el dinero no es un juguete y que hay que guardarlo en un lugar seguro”, dicen los expertos.
Y es que una alcancía les ayuda a comprender el valor de diferentes monedas y billetes, y que las monedas más grandes no son necesariamente más valiosas.
“También es una buena oportunidad para empezar a darle a su hijo dinero de bolsillo y sin que la cantidad importe. Puede ser una moneda de valor pequeño pero lo importante es la práctica”.
Porque más allá de lo que nosotros mismo consigamos ahorrar para ellos, es importante que nuestros niños desarrollen una comprensión de cómo funciona el dinero.
Una habilidad que les acompañará el resto de sus vidas.
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