Ecuador estuvo hasta 2022 lejos de los 10 primeros lugares de los países con mayor percepción de inseguridad ciudadana (en el puesto 42). Pero el informe de Ley y Orden 2023, de la consultora internacional Gallup, lo ubica ahora en el quinto lugar.
El informe de Gallup, publicado a inicios de noviembre y basado en entrevistas a 146.000 adultos de 140 países, determinó que el 65% de los ecuatorianos se siente inseguro al caminar solo por las noches en sus ciudades.
Es decir, solo el 35% de los ecuatorianos dice sentirse seguro al recorrer sus barrios en horario nocturno, cuando la media mundial es del 71%.
Ecuador solo es superado por tres naciones africanas (Lesotho, Liberia y Esuatini) y una asiática (Myanmar, en el segundo lugar).
Entre los peor puntuados en orden público
Además, Ecuador también aparece ahora en el sexto peor lugar mundial en el índice de orden público de Gallup, basado en cuatro preguntas para medir el sentido de seguridad personal de los ciudadanos, sus experiencias con el crimen y la aplicación de la ley.
Las encuestas giran en torno a las preguntas: ¿confía en la Policía local?, ¿se siente seguro caminando solo de noche en la ciudad donde vive?, ¿le robaron dinero o bienes a usted o a otro miembro de su hogar el último año?, ¿ha sido asaltado el último año?
En este índice combinado, a Ecuador solo lo superan cinco países africanos. La puntuación del país es de 59 puntos sobre 100 posibles (en el informe 2022 sacó 65) y el promedio global es 83 de calificación. Entre menos puntaje, la población se siente más insegura.
Tras la pandemia de Covid-19, Ecuador se convirtió en una de las principales plataformas de almacenamiento y tráfico de drogas, lo que disparó las muertes violentas a niveles de récord.
La pugna de control territorial para microtráfico y delitos conexos se agravó, pues los carteles internacionales empezaron a pagar a las bandas criminales locales con armas y heroína, por servicios de operaciones logísticas, acopio y seguridad para el narcotráfico.
¿Acciones del nuevo gobierno?
En 2022, el país cerró con una tasa de homicidios de 25,9 por cada 100.000 habitantes, mientras que 2023 cerrará, según proyecciones, con una tasa de 44,9 (y unos 7.607 asesinatos), en los peores niveles de violencia en la historia del país.
Un tercio de las muertes violentas se registran en el distrito metropolitano de Guayaquil. De hecho, Guayaquil y Durán cuentan ya con tasas de homicidios solo comparables a las de las ciudades más violentas del mundo.
En cantones más pequeños, en la ruta de los corredores de la droga a los puertos de Guayaquil (Guayas) y Machala (El Oro), el nivel de homicidios respecto a la población es todavía mayor.
El sigilo respecto a los planes de seguridad marcan al nuevo gobierno, posesionado el 23 de noviembre.
El presidente Daniel Noboa dijo la noche del 5 de diciembre que él absorberá las “críticas de falta de comunicación” para evitar prevenir al crimen organizado y para proteger a los miembros de la Fuerza Pública y para “la protección de mis ministros y de mi familia”.
Despliegan comando antiterrorista en Durán
Noboa le dijo al periodista Gonzalo Ruiz, en una entrevista transmitida en la cuenta de YouTube de la Presidencia de República, que existe un desfase respecto a la protección y al patrullaje de las “zonas urbano marginales más calientes” del país.
El desfase también es social, pues más de 200.000 jóvenes entre 18 y 20 años tienen problemas para acceder a empleo o a estudios técnicos y universitarios, según el mandatario, lo que facilita que sean reclutados por bandas en Guayaquil, Durán, Santo Domingo o Esmeraldas.
La mañana del 6 de diciembre de 2023, las Fuerzas Armadas desplegaron a 400 militares en Durán, en una nueva militarización del cantón de Guayas, vecino a Guayaquil, como las que aplicó el gobierno del expresidente Guillermo Lasso.
De acuerdo al teniente coronel Celso Campaña, comandante del Grupo Operacional 2.5 Taura, la diferencia es que el comando conjunto de las Fuerzas Armadas dispuso la movilización de un comando especializado en contraterrorismo. Los militares se suman a 276 policías.
El general Víctor Herrera, comandante policial del distrito metropolitano de Guayaquil, sostuvo que se prevén ejecutar patrullajes conjuntos, allanamientos y detenciones con la Fiscalía, tanto en Durán como en los dos distritos más violentos de Guayaquil: Nueva Prosperina y Sur.
Esos tres distritos concentran el 85% de los homicidios en la Zona 8 de Planificación policial (Guayaquil, Durán y Samborondón).
La nueva estrategia incluye grupos multitarea y blancos identificados, según el general. Herrera pidió cambios legales y penas ejemplares de más de 58 años de prisión para criminales que hoy obtienen 16 a 22 años por asesinato y salen de la cárcel en mucho menos, dijo.
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