La jueza ecuatoriana Melissa Muñoz suspendió el miércoles una audiencia sobre el pedido de pre-libertad solicitado por la defensa de Jorge Glas, un exvicepresidente del Gobierno de Rafael Correa (2007-2017), que estuvo preso en una cárcel entre 2017 y 2022 acusado de corrupción.
La jueza de Garantías Penitenciarías fijó para este jueves la reinstalación de la audiencia, luego de pedir al servicio carcelario que presente un informe sobre Glas en prisión.
El exvicepresidente fue condenado a seis años por un caso de «asociación ilícita», ligado al escándalo de corrupción de la constructora brasileña Oderbrecht, y a ocho años en otro juicio por cohecho, sobre financiación ilegal de su grupo político.
Glas consiguió que las dos penas sean unificadas en una sola condena, por lo que pidió que se le otorgue la pre-libertad al haber cumplido más del 40 % de la sentencia, como establece la normativa.
En noviembre de 2022 Glas fue liberado tras una acción de protección (semi-libertad) acogida por un juez, aunque actualmente se encuentra refugiado en calidad de «huésped» en la embajada de México en Quito, dónde ha pedido asilo por considerar que hay una persecución en su contra a través de la supuesta forja de casos judiciales (lawfare), que él niega.
La jueza Muñoz, para retomar este jueves el pedido de pre-libertad, ha solicitado al Servicio Nacional de Atención Integral de Persona Privadas de Libertad (SNAI) que presente un informe sobre seguridad relacionado con la permanencia de Glas en prisión.
El SNAI, por su parte, informó en un comunicado oficial de que este mismo día ha presentado ante un juez de la provincia tropical de Santo Domingo de los Tsáchilas una petición para que se revoquen las medidas cautelares que benefician a Glas.
El servicio penitenciario consideró que el juez que autorizó tales medias en favor de Glas en noviembre del año pasado, está ahora vinculado a un caso conocido como «Metástasis», que investiga la infiltración de mafias del crimen organizado y el narcotráfico en el sistema judicial y el penitenciario.
Según el SNAI, la petición para que se revoquen las medidas cautelares que le asisten a Glas obedece a que él ha incumplido la orden de presentarse todas las semanas a una cárcel en Guayaquil.
El servicio penitenciario, en su escrito, exhortó a los operadores de justicia a que cumplan con los «principios rectores» de la administración judicial en materia constitucional, para alcanzar «una justicia efectiva, imparcial y expedita para la defensa de los derechos humanos de todos los ciudadanos».
Glas se encuentra en la Embajada de México en Quito desde el pasado 17 de diciembre, poco después de que la Fiscalía pidiera a la Policía que le localizara, detuviera e inmovilizara, sin esposarlo, en el marco de una investigación de carácter reservada que llevaba adelante el Ministerio Público. EFE
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