Numerosos autores norteamericanos de renombre, entre ellos Jonathan Franzen, John Grisham, Jodi Picoult y George RR Martin, han demandado a OpenAI por violación de derechos de autor.
La startup –cofinanciada por Microsoft– utilizó sus obras permiso sin para desarrollar inteligencia artificial, según muestran documentos judiciales obtenidos por dpa. OpenAI, de donde procede el chatbot ChatGPT, no se pronunció inicialmente sobre la demanda.
En la denuncia, se señala que los usuarios de ChatGPT han utilizado esta herramienta para escribir precuelas y secuelas del bestseller “Canción de hielo y fuego” de Martin, serie de novelas de fantasía que fue adaptada en la exitosa serie de HBO “Juego de Tronos”. “. Martin aún no ha publicado las dos novelas finales de esta trama.
Indemnización por daños y perjuicios
Los autores quieren que el tribunal prohíba a OpenAI utilizar obras protegidas por derechos de autor en sus modelos de lenguaje (LLM) sin “autorización expresa” y solicitan una indemnización por daños y perjuicios que incluyen hasta 150.000 dólares por obra.
Esta no es la única denuncia de este tipo a la que se enfrenta OpenAI. Este año, la humorista Sarah Silverman y los autores Christopher Golden y Richard Kadrey demandaron a OpenAI y Meta por infringir los derechos de autor para entrenar GPT-4 y Llama 2.
OpenIA no es la única tecnológica que ha lanzado chatbot con IA generativa, otras empresas, como los titanes Google, Meta y Microsoft, también ofrecen de manera gratuita herramientas de este tipo.
¿Plagio o inspiración?
Hasta ahora, las tecnológicas defienden que sus chatbots no plagian el contenido de los artistas, sino que se inspiran en sus obras para crear un contenido propio.
En agosto, OpenAI dijo que los propietarios de páginas web ahora pueden bloquear su rastreador web, para no permitir que su contenido sea usado para adiestrar su LLM. Varias páginas, incluidos editores de noticias como The New York Times , lo han hecho y han impedido así que OpenAI extraiga sus datos.
Paralelamente, esta semana en California, se desestimó una demanda colectiva que argumentaba violaciones de privacidad por parte de OpenAI.
Los autores representan a todos los aproximadamente 13.000 miembros de la asociación Authors Guild. En julio, miles de miembros ya protestaron en una carta abierta contra el uso gratuito de sus obras para el desarrollo de la inteligencia artificial.
Los guionistas estadounidenses también insisten en que se regule el uso de la inteligencia artificial –y en que se les pague mejor– en el marco de una huelga que dura desde mayo. Muchos actores se unieron a ellos en julio. Se trata de la primera huelga doble de actores y guionistas en Estados Unidos en más de 60 años, y la actividad en Hollywood se ha paralizado en gran medida.
Con información de DW
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