El domingo pasado marcó un hito en la lucha por la conservación del Yasuní, cuando la mayoría de los ecuatorianos votaron a favor de mantener bajo tierra el petróleo en el bloque 43, conocido como ITT que integra los campos Ishpingo, Tambococha y Tiputini. Con un 59% de votos a favor del ´Sí´ en la consulta popular y un 41% en contra, la decisión envió un mensaje contundente en medio de las elecciones presidenciales y legislativas.
¿Es indispensable explotar el Yasuní para mantener la economía del país?
Este resultado podría dar un vuelco significativo a la explotación petrolera en la zona evitando la extracción y conservando los recursos naturales. Sin embargo, esta decisión también tiene implicaciones económicas de envergadura para el Ecuador.
Con la decisión de la mayoría de la población en las urnas, Ecuador dejaría de recibir alrededor de $1,200 millones (Según Petroecuador) al año en ingresos petroleros. Aunque las opiniones están divididas, por un lado los economistas alertan sobre las afectaciones a la economía, por el otro, los expertos ambientales temen por el impacto irreversible en la Amazonía.
Por su parte, La Cámara de Comercio de Guayaquil consideró que la consulta sobre el Yasuní fue un evento de gran trascendencia. Con la victoria del ´SÍ´, es decir, la decisión de dejar el petróleo en el subsuelo, el Estado perdería aproximadamente $1,200 millones de dólares anuales provenientes de pozos petroleros que ya estaban en producción. Estos fondos podrían haberse destinado a satisfacer necesidades importantes como salud o seguridad.
¿Cuánto costaría sacar los equipos petroleros del Yasuní?
La consulta popular sobre el Yasuní no solo implica un debate entre lo económico y lo ambiental, sino también un desafío de tiempo. Según el fallo de la Corte Constitucional, el Estado dispondría de un año para desmantelar las instalaciones, una tarea compleja que Petroecuador ha calificado como difícil debido a los procedimientos y los recursos requeridos.
El proceso técnico de reversión o abandono de un campo o bloque petrolero no solo demanda una inversión considerable en términos de tiempo, sino también en recursos financieros. Según las estimaciones de Petroecuador, el desmantelamiento de las instalaciones e infraestructura construidas en el bloque ITT del Yasuní implicaría un costo mínimo de $467 millones.
Este proceso complejo implicaría el cierre de 225 pozos petroleros, el desmontaje de una planta de procesamiento de petróleo, la desconexión de una red de oleoductos y la desinstalación de 12 plataformas en la región del Yasuní. Además de los desafíos técnicos, este proceso también presenta consideraciones económicas que deben ser cuidadosamente evaluadas por las autoridades pertinentes.
La academia abre el Diálogo
La academia también aporta al debate. Expertos en áreas económicas y ambientales de universidades asociadas a Dialoguemos.ec enriquecen la discusión con análisis y perspectivas únicas.
Durante el debate,´Yasuní ITT: Un Dilema Ambiental En Ecuador´ representantes de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), expresaron sus puntos de vista sobre el tema. Hugo Echeverría, profesor del Colegio de Jurisprudencia de la USFQ y especialista en derecho ambiental, resaltó la singularidad de la situación en el Yasuní y señaló que hay aspectos legales relevantes que no se han considerado debidamente. Hizo hincapié en el papel de la Corte Constitucional, que en 2023 reconoció el derecho de participación de un colectivo que el Estado había obstaculizado durante una década, en referencia a Yasunidos. Echeverría previó que en caso de que el ´Sí´ triunfe, se implementará un proceso gradual de retirada de las actividades extractivas en la zona, lo que también involucra contratos.
David Romo, experto en impactos petroleros y profesor del Colegio de Ciencias Ambientales de la USFQ, subrayó que toda actividad extractiva tiene consecuencias, incluyendo los impactos indirectos en las poblaciones indígenas de la región, que son los menos beneficiados de la explotación petrolera. Agregó que comprender la dinámica del bosque requiere un análisis a largo plazo y no solo estudios ambientales de corta duración.
Por su parte, Oswaldo Landázuri, analista económico presente en el debate, enfatizó la necesidad de vincular esta discusión con temas como subsidios y el modelo de desarrollo del país. Landázuri indicó que el problema del Presupuesto General del Estado lleva a la búsqueda de financiamiento en diversas áreas, y aquí se está tratando con una cifra significativa, alrededor de $1.200 millones. Para Landázuri, las consecuencias son claras: el ´Sí´ prevalece, ahora el gobierno tendría que eliminar subsidios.
Gonzalo Rivas, investigador en ecosistemas tropicales de la USFQ y director de la Estación de Biodiversidad Tiputini USFQ, resaltó la inestimable diversidad del Yasuní. En términos de biodiversidad, señaló que el Yasuní supera incluso a las Galápagos. Rivas también destacó la importancia del Yasuní como fuente de agua para Quito y subrayó que los efectos negativos no se limitan a las áreas de exploración, sino que incluyen la construcción de carreteras, maquinaria y estructuras que afectan a vastas extensiones de tierra.
Carlos Larrea de la Universidad Andina Simón Bolívar: Afirma que el referéndum sobre el Yasuní llegó en un momento “histórico” para Ecuador, en el que la extracción de petróleo está en declive y las reservas están disminuyendo. En este contexto, según Larrea, se impone un golpe de timón en el país, que debe reorientarse hacia otros modelos económicos que prescinda del petróleo. Larrea sugiere que el futuro turístico del Ecuador podría basarse en el turismo ecológico y el bioconocimiento, un camino que otros países como Costa Rica han seguido con éxito.
Pablo Piedra, miembro del colectivo El Sur por Yasuní y docente de la UTPL: Compartió su perspectiva sobre el significado del voto por el Sí en la consulta popular. Piedra destacó que esta iniciativa ciudadana busca preservar y proteger el entorno natural del Yasuní, una reserva única y megadiversa que alberga una inmensa variedad de especies, desde árboles hasta mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces que son parte integral de la cuenca del Amazonas. El bloque Ishpingo, Tambococha y Tiputini en el Yasuní es un foco central en esta causa, ya que su objetivo principal es resguardar su riqueza natural de la explotación petrolera, la tala ilegal y salvaguardar a los pueblos en aislamiento voluntario frente a la violencia y amenazas.
Según Piedra, el respeto y la protección de la naturaleza son derechos fundamentales, ya que preservar el medio ambiente también contribuye directamente a mejorar la calidad de vida de los seres humanos. Piedra subrayó que el Yasuní no solo es un patrimonio ecuatoriano, sino también un pulmón vital para la humanidad. Es por esta razón que los ecuatorianos votaron a favor del Sí en la consulta popular, un acto que refleja la conciencia colectiva sobre la importancia de preservar y cuidar nuestro entorno natural para las generaciones presentes y futuras.
Además, Roberto Passailaigue, Canciller de la ECOTEC, señaló que la ciudadanía aún no ha logrado comprender cabalmente la situación financiera y económica del país. Esta lamentable situación no es únicamente atribuible al gobierno actual ni al anterior. Más bien, es el resultado de más de 14 años de malgasto de los recursos del país. Ecuador ha incurrido en préstamos con intereses excesivamente altos y plazos irrazonables, lo que ha consumido gradualmente los frutos de nuestra producción interna.
Passailaigue también resalta que la Consulta del Yasuní, que posiblemente ha sido introducida con intenciones ulteriores, podría restar al país más de $1,200 millones en ingresos mensuales. Esta tendencia, lamentablemente, continuará disminuyendo las reservas fiscales. Él plantea que los efectos adversos de los resultados de esta consulta no recaerá únicamente en el gobierno actual, sino que serán los ecuatorianos de los próximos gobiernos quienes afrontarán las consecuencias económicas.
🧵👉En la conferencia el Canciller de la @UnivEcotec hablo sobre la realidad financiera y económica de Ecuador. El Canciller señaló que este desafío no es exclusivo de un solo gobierno sino el resultado de más de 14 años de administración financiera. pic.twitter.com/Gb79LpVuPy
— Dialoguemos INFO (@DialoguemosINFO) August 17, 2023
El cese de operaciones en el Bloque 43-ITT recaerá sobre el próximo Gobierno, que será elegido en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, donde competirán la correista Luisa González y el joven empresario Daniel Noboa.
La consulta popular sobre la explotación petrolera en Yasuní ha planteado un debate en torno a la ecología, la economía y el futuro del país. La decisión del ´sí´, representada por el voto mayoritario de los ecuatorianos, podría influir significativamente en el rumbo de Ecuador en los próximos años.
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