La Susanita, una flor de color naranja capta la atención de las personas por su apariencia inofensiva, es una planta invasiva con la capacidad de acabar con los ecosistemas nativos, “Thunbergia alata” es su nombre científico y se encuentra en varias provincias del Ecuador, incluido Loja.
Es una trepadora africana que lleva varios años en el país, tiempo en el cual ha ganado terreno y formando parte de los ecosistemas nativos, donde la falta de acciones contundentes para mantenerla controlada por parte de las instituciones encargadas de estos temas, ha generado una reproducción masiva, creando daños en varias zonas de la ciudad y provincia de Loja.
Augusto Pinzón, ingeniero forestal, comentó a La Hora que esta planta conocida también como ojo de gato o hierba africana para el espanto se presenta en ecosistemas que se encuentran desde los 1.000 a 3.000 metros sobre el nivel del mar. “Tiene un gran rango altitudinal para crecer, así mismo la capacidad para dañar las plantaciones nativas”, expresó.
Problemática
“Estando dentro de la flora de diversos sectores de Loja, genera que no se realice el proceso de floración esto conlleva a que los insectos no se puedan alimentarse del polen de las flores, además afecta el proceso de fructificación de frutas de estas zonas que sirven de alimento para las aves, quienes deben recorrer largas distancias, esto preocupa”, recalcó.
Al estar presente en varias zonas de la urbe y al no existir acciones concretas para evitar su expansión, existe el riesgo de acortar los tiempos de vida de vegetación nativa, generando alteraciones en el ecosistema. “No es recomendable utilizar herbicidas para atacarla, como es trepadora corremos el riesgo de acabar con plantas que son parte de la flora propias de la zona que no necesitan ser eliminadas”, señaló.
Eliminación
En varias zonas del país como Quito, se encuentran trabajando en mingas para combatir esta flor a través de motoguadañas y cuencas hidrográficas donde el hombre puede ingresar sin ninguna complicación.
“La única forma de acabar con la Susanita es de forma manual, es decir arrancarla de raíz y luego quemarlas, recordando que sus semillas son diminutas, esto genera que fácilmente puedan ser llevadas por el viento y dirigirse a un suelo desnudo para reproducirse inmediatamente”, resaltó.
Acciones
Es necesario el trabajo interinstitucional donde la academia y las instituciones públicas puedan unir esfuerzos a nivel provincial para comenzar con el proceso de exterminaciónde la enredadera que tendría varias hectáreas de expansión. “Hace pocos días tuve la oportunidad de conversar con el señor alcalde sobre este temas, me puso en contacto con el colega de gestión ambiental para tomar nota y ejecutar acciones al respecto”, expresó.
Por su rápido crecimiento es difícil pensar su erradicación de manera inmediata, el trabajo está en buscar los mecanismos oportunos para lograr controlarla.
La Susanita cuando llega a una altura prudente, crea una sombra que es capaz de erradicar bosques enteros.
En varios países de América como Colombia y México es considerada como una planta invasora.
Con información de La Hora
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