Más de 4.000 familias en situación de vulnerabilidad fueron entrevistadas por la Secretaría de Inclusión saliente para desarrollar un estudio que revela la situación de la infancia en Quito.
Uno de los datos más críticos es que el 20% de los niños y adolescentes de esas familias señaló que no va a la escuela parcial o permanentemente, porque debe trabajar ante la falta de recursos económicos.
El exsecretario de Inclusión Social, Fernando Sánchez Cobo, señaló que aunque el Patronato San José mantiene proyectos de control, se necesitan programas con niños trabajadores en calle. “Eso se nos quedó en el tintero, no pudimos hacer un censo diagnóstico. Eso le queda a la próxima administración”, dijo.
Sánchez señaló que dejaron planteada una reforma al Código de la Niñez y Adolescencia para que se cree un Consejo de Igualdad que tenga participación ciudadana.
También existen demoras en el censo poblacional que debía estar listo en mayo, pero que, como reconoció Roberto Castillo, director ejecutivo del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) a LA HORA, hay un retraso de tres meses. Sin esto, las autoridades municipales han señalado las dificultades que tienen para generar políticas públicas.
La falta de posibilidades para ir a la escuela no es la única alarma que genera la encuesta municipal.
El estudio detalla que el 24% de niños y adolescentes deja de comer por lo menos una vez al día para que otro miembro de su familia se pueda alimentar.
Que 2 de cada 10 menores no tengan sus comidas completas afecta al desarrollo físico y cognitivo de los niños que pertenecen a familias en situación de vulnerabilidad.
Además, la inseguridad alimentaria no solo se enfoca en no tener las comidas diarias necesarias, sino en la calidad de los alimentos que se consumen, lo que puede generar desnutrición crónica infantil. La tasa de desnutrición en la capital es 27% más alta que en el resto del país, es decir que en Quito, 28 de cada 100 niños menores de 2 años tienen problemas de nutrición. Con este antecedente, Quito tiene una tasa mayor (27%) a la del promedio nacional.
Ante esto, José Alvarado, psicólogo infantil, dice que hace falta más que un proyecto que dé seguimiento de casos. “En diciembre se levantan campañas de dile no al trabajo infantil, pero cómo erradicarlo cuando no hay ni cifras, ni generación de empleo, ni se aplican las normas que prohiben que un niño te venda algo en la calle o en un bus”, dice.
Las condiciones de vida en las que se desarrollan los menores que pertenecen a familias vulnerables tampoco son las óptimas. El estudio determina que que el 30% de la población encuestada vive en “un cuarto o en una choza”, por falta de ingresos.
Mientras que un 11% vive en situación de vulnerabilidad porque sus viviendas no cumplen con los parámetros de seguridad y habitabilidad.
Situación de la niñez en Ecuador
3 de cada 10 niños tienen comprometido su desarrollo, debido a la desnutrición crónica.
La cifra incrementa cuando se trata de niños que viven en la ruralidad o que pertenecen a comunidades indígenas.
El 38% de los niños de la ruralidad o que pertenecen a comunidades indígenas tiene comprometido su desarrollo debido a la desnutrición crónica infantil (Unicef).
Ocho de cada 10 niños indígenas no pueden acceder al mismo tiempo a los servicios básicos de agua, saneamiento e higiene.
Siete de cada 10 niños menores de tres años no accede a servicios de desarrollo infantil.
Uno de cada dos niños menores de cinco años son maltratados física o psicológicamente en sus hogares. El maltrato incluye gritos, cachetadas y otro tipo de agresiones.
A diario cinco niñas de entre los 10 y los 14 años dan a luz. Cabe resaltar que estos embarazos son fruto de violación. El aborto en estos casos es legal.
Fuente: Unicef
Texto publicado en La Hora
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