Las mascotas son compañeros leales y adorables cuya compañía puede tener un impacto muy positivo en nuestro bienestar emocional y psicológico. Numerosos estudios han explorado los factores psicológicos involucrados en las relaciones entre humanos y mascotas y cómo el tipo de relación que establecemos con nuestro perro o gato puede influir en nuestra felicidad.
1. Apoyo y aceptación incondicionales
El apoyo y la aceptación incondicionales que recibimos de nuestras mascotas son inigualables. Independientemente de cómo seamos nuestras mascotas nos aman y aceptan sin juicio. Esta sensación de apoyo constante puede tener un impacto positivo en nuestro bienestar emocional. De hecho, un estudio científico demostró cómo las personas mostraron menor actividad fisiológica (estrés) y mayor rendimiento (concentración) al realizar una tarea estresante en presencia de su mascota que cuando hacían la misma tarea en presencia de un amigo o de su pareja. El acompañamiento y apoyo emocional de nuestros perros y gatos resultó aportar más calma a la situación. Y lo mismo les ocurre a los niños, cuando tienen a su mascota cerca gestionan mejor emociones como el miedo.
2. Atención plena
Cuando estamos con nuestras mascotas, tenemos la capacidad de estar completamente presentes en el momento. Acariciar a nuestro perro o gato, observar sus travesuras o simplemente pasar tiempo juntos nos permite estar conscientes y conectados con el presente. Esta atención plena nos ayuda a reducir el estrés y nos permite experimentar una mayor calma y tranquilidad en nuestra vida diaria.
3. Conexiones sociales con otros seres humanos
Cuando sacamos a pasear a nuestro perro, nos encontramos con otros dueños de mascotas, lo que puede llevar a conversaciones y relaciones sociales. Además las mascotas facilitan las relaciones en entornos formales, como puede ser la oficina. Estas interacciones sociales pueden proporcionarnos un sentido de comunidad y apoyo, lo que contribuye a nuestro bienestar mental.
Esta poderosa frase que encapsula la esencia de la relación entre las mascotas y los humanos, es del escritor Roger Caras. Aunque las mascotas pueden brindarnos apoyo incondicional y mejorar nuestro bienestar, es importante reconocer que como animales sociales que somos, necesitamos el contacto social con individuos de nuestra propia especie. Por lo tanto, las mascotas no pueden sustituir completamente a las personas.
Las mascotas nos aportan beneficios mentales claros como la reducción del estrés y un mayor sentido de autoestima.
En algunas ocasiones las relaciones con las mascotas pueden incluso superar en calidad a las relaciones humanas, derribando muros emocionales como en los siguientes casos:
En estos casos, los animales pueden actuar como protectores contra los efectos negativos del estrés y proporcionar un apoyo vital en ausencia de un fuerte respaldo social.
Sin embargo, la felicidad y el bienestar que obtenemos de las relaciones humanas son diferentes y necesarios. Mantener un equilibrio en las relaciones humanas es importante para evitar una disociación de nuestra naturaleza social.
Es importante tener en cuenta que la dependencia emocional extrema de las mascotas puede convertirse en una patología. El apego excesivo a las mascotas se ha asociado con trastornos disociativos y una disminución en la capacidad de establecer intimidad con otras personas, lo cual puede resultar en una mayor angustia psicológica.
En conclusión, los animales desempeñan un papel importante en nuestra salud y bienestar. Sin embargo, debemos recordar, que no deben ser vistos como un reemplazo completo de los vínculos sociales humanos. Las mascotas pueden actuar como terapeutas y brindar un apoyo valioso, pero no se espera que compensen en exceso la falta de conexiones sociales de sus dueños con otros seres humanos. Mantener un equilibrio saludable entre nuestras relaciones humanas y nuestra conexión con las mascotas es fundamental para una vida plena y satisfactoria.
Texto publicado en Muy Interesante
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