La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció el fin de la emergencia sanitaria por Covid-19 en el mundo, pero aclaró que el virus continúa circulando.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la declaración de que la Covid-19 ya no constituye una emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII) implica que es el momento que los países pasen del modo de emergencia al manejo y control de la Covid-19 con otras enfermedades infecciosas. La Covid-19 no ha terminado y el riesgo continúa. Por esa razón, los países, ni sus sistemas de salud, al igual que sus poblaciones, no pueden bajar la guardia ya que ese virus queda de forma endémica y podría afectar a personas vulnerables.
En otro aspecto, esto significa que si bien el Covid-19 ya no es una emergencia sanitaria, la infección que ocasiona el virus continúa, porque se propaga con facilidad entre países. Y por ello, con o sin Covid-19 debemos mantener las medidas sanitarias básicas como el lavado adecuado de manos, el uso de alcohol y el evitar estornudar o toser, en público, sin la adecuada protección.
En el caso de la mascarilla es necesario utilizar una de alta calidad de forma constante y correcta, cuando una persona se encuentre en un sitio cerrado y presente algún síntoma ya sea referente a Covid-19, o cualquier otra afección respiratoria. Esta es una manera eficaz de cuidarse y proteger al resto. Es necesario implementar la mayor cantidad posible de estrategias de prevención, mejorar la ventilación y mantener la distancia, cuando sea posible, de la persona enferma o que dio positivo para la enfermedad.
Si hubiéramos tenido una adecuada educación sanitaria de base, una cultura preventiva y una buena gestión de salud no se habría generado tanto contagio durante la pandemia.
De acuerdo con la OPS, el virus llegó para quedarse de forma endémica y los países deben integrar las actividades de vigilancia y respuesta a la Covid-19 en los programas de salud regulares.
En el caso de Ecuador, el Gobierno anunció que en junio próximo llegará el primer lote de vacunas bivalentes contra la Covid-19. El Ministerio de Salud Pública (MSP) importó 300 mil dosis de la fórmula que protege contra Ómicrom, la variante principal del SARS-CoV-2 en el mundo. Y se planifican adquirir otras 500 mil dosis para el último trimestre de 2023.
¿Pero quiénes recibirán estas vacunas?
El MSP en conjunto con el Comité para Apoyo a las Inmunizaciones definirán los grupos de riesgo para la vacunación de refuerzo y la periodicidad de la aplicación de las dosis.
La recomendación es que sea una vacuna anual y estacional, que se aplique, previo a la estación invernal, como ocurre con la influenza.
El personal sanitario seguirá siendo parte de los grupos vulnerables, asimismo, se mantendrá la inmunización para adultos mayores, por el riesgo de desarrollo de enfermedad grave y muerte.
Los lineamientos de la vacuna bivalente incluyen a los pacientes crónicos (hipertensos, diabéticos, con insuficiencia renal) y pacientes con problemas inmunológicos.
La OMS manifiesta prepararse para futuras pandemias fortaleciendo los sistemas locales de salud en la atención primaria para evitar su propagación, asegurar que todas las personas tengan acceso a las vacunas equitativamente y lograr la cobertura de salud universal. La atención primaria implica educación en salud preventiva, detección de oportuna de enfermedades y cultura nutricional, que fortalezca el sistema inmunológico a base de alimentación rica en verduras, frutas, minerales, vitaminas, suplementos alimenticios con vitaminas del complejo B, C y D, que prevengan enfermedades crónicas como hipertensión y la diabetes, además, de aplicar las medidas de higiene básicas, también es imprescindible.
Algunas recomendaciones que la OMS aconseja a los países, mantener y fortalecer de la experiencia en función de capacidad nacional y prepararse para eventos futuros, a fin de evitar un ciclo de pánico y descuido. En otras palabras, eliminar vulnerabilidades y monitorear las amenazas a la salud pública.
Fortalecer los programas de inmunización a los grupos vulnerables y aumentar las coberturas. Integrar la vigilancia de los agentes patógenos respiratorios y continuar la notificación de los datos a la OMS en el marco del reglamento sanitario internacional.
Reforzar la comunicación de riesgos y la resiliencia en las comunidades para la respuesta oportuna antes eventos adversos
Seguir eliminando las medidas de salud relacionadas con las COVID-19 aplicables a los viajes internacionales, en función de las evaluaciones de riesgos.
Seguir apoyando la investigación para mejorar las vacunas y comprender mejor la afección posterior a la Covid-19.
¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete!
Aumento del salario: Cara o cruz
Grupos étnicos y facciones religiosas buscan el poder sirio
Con el décimo y otros bonos decembrinos, primero pague las deudas
Debates
Chancay: ventajas y desafíos