Todas las alarmas se han encendido en el Reino Unido después de que el Palacio de Buckihgam informara en un comunicado que la Reina Isabel II se encuentra «bajo supervisión médica» debido a la preocupación de su equipo médico por su estado de salud.
La noticia llega solo dos días después de que la monarca nombrara el martes a Liz Truss como primera ministra británica tras la salida de Boris Johnson, en sus dependencias en el Castillo de Balmoral, donde pasó el verano y donde decidió quedarse para evitar desplazamientos innecesarios debido a sus problemas de movilidad.
El príncipe Carlos y su esposa, Camila, así como el príncipe Guillermo, partieron además rumbo a Escocia para acompañarla, así como el príncipe Andrés y la princesa Anna, mientras que la premier escribió en su cuenta de Twitter que «mis pensamientos, y los pensamientos de la gente del Reino Unido, están con su majestad la reina y su familia en este momento». También están en camino su nieto Harry y Meghan Markle.
La Cámara de los Comunes interrumpió su sesión para que su presidente, Lindsey Hoyle, declarara que «sé que hablo en nombre de toda la Cámara cuando digo que mandamos todos nuestros mejores deseos a su majestad la reina».
Jonny Dymon, experto de la BBC en la familia real, aseguró en Radio 4 que «el hecho de que la familia se reúna en Balmoral es una señal de la gravedad de la situación».
Minutos después, la primera ministra británica, Liz Truss, ha recalcado que «todo el país está profundamente preocupado por las noticias desde el Palacio de Buckingham». «Mis pensamientos y los de la gente de todo Reino Unido están con Su Majestad la reina y su familia en estos momentos», ha subrayado.
Aplazó una reunión
El comunicado del Palacio de Buckingham ha sido publicado después de que la reina, de 96 años, aplazara una reunión telemática con su Consejo Privado -que aglutina a asesores políticos de la monarca- después de que los médicos le aconsejasen descansar tras el «día completo» que tuvo el martes con el cambio de inquilino en Downing Street.
Dicho cambio de agenda se sumó a la lista cada vez más amplia de anulaciones de actos de Isabel II, siendo una de sus ausencias más simbólicas la que se produjo en la apertura de la sesión parlamentaria, cuando cedió a su hijo y heredero, el príncipe Carlos, la lectura del discurso del Gobierno.
La reina tiene problemas de movilidad y, de hecho, recibió a Truss en su residencia de Balmoral y no en Londres como es tradición de cara a su nombramiento como primera ministra durante la jornada del martes. Las imágenes oficiales difundidas tras el encuentro con Truss muestran a Isabel II encorvada y con bastón.
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