De los “S1” a la Escuela y su causa*
Dedicada a su esposo, su hija y su nieta.
Nora Guerrero de Medina. Ecuatoriana. Doctora en Psicología Clínica y Magíster en Psicoanálisis. Directora de prácticas de la carrera de Psicología Clínica desde 1980. Profesora titular de la carrera de Psicología de la Facultad de “Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación” de la UCSG. Fue miembro de la Nueva Escuela Lacaniana, de la EOL y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis. Podemos decir que estos son “S1”, significantes amo que le aportaron identidad, pertenencia, y que le posibilitaron formar a generaciones de psicólogos…
Mas, quizás, su real insignia fue la creación de la Maestría en Psicoanálisis: la que dirigió, sostuvo y por la que lidió desde el 2005, hasta ayer. Se sabe que Nora Guerrero se desplazaba a Quito para que se aprueben sus programas de maestría; siendo que, por esa vía ella abrió una transferencia con el psicoanálisis no sólo en la ciudad sino en el país. Y de ese modo, ella invitó como docentes a reconocidos colegas de la AMP: desde Marie-Hélène Brousse a Fabián Naparstek, pasando por Silvia Tendlarz, Mario Elkin Ramírez y Hebe Tizio.
¿Cómo escribir una semblanza de nuestra querida Nora Guerrero? Una semblanza que, como el semblante tal como lo conocemos en psicoanálisis, pueda tocar algo del goce. Recordemos aquí que Jacques Lacan anheló un discurso que no fuera del semblante, y que en su seminario 18 nos precisa que una mujer es la única que puede dar su lugar al semblante como tal. Además, él allí se refiere a la muerte como un punto límite del goce de la vida. Entonces, mujer, semblante y goce.
No retrocedo ante este pedido de dos mujeres: Elena Sper y Rosita Toro, segura de que Nora habría valorado que me encuentre guerreando con lo imposible de decir en esta semblanza; así como celebró que sustentara mi tesis sin diapositivas, pues esa mañana la Universidad se quedó sin energía eléctrica, porque un árbol se había caído encima de… Un micro-terremoto presentificaba eso catastrófico más allá de la catástrofe, ¡y mi tesis era sobre el 16-A!
Quizás esta semblanza nos permita tocar algo de aquello que hizo gozar de la vida a Nora; y si no es esta, podrá ser alguna otra por escribirse. Decidí acercarme a su letra, a su tesis de maestría que devino libro, y que intempestivamente nos obsequió. Así era ella: intempestiva. Su tesis está dedicada: “A quienes me dejaron amarlos y me aman”, y cuenta con el prólogo amable de Lizbeth Ahumada, querida colega quien ella supo acoger en el mundo analítico y fue su gran amiga.
A quienes me dejaron amarlos y me aman, porque el amor: si bien dice Lacan que es recíproco, implica un consentimiento, una apertura al Otro, y un dejarse sorprender por lo nuevo. Nora en su texto va desbrozando los caminos del amor y la pulsión, para abrazar el deseo del analista. Quizás notaron que no coloqué en la primera descripción de Nora: “psicoanalista”, porque un analista deviene, no “es”. Y en ausencia de saber qué es un analista, nos enlazamos a una Escuela que desea saber cómo alguien pudo reducir al mínimo sus identificaciones, dejando suficiente lugar vacío para alojar la demanda de un ser hablante que sufre del cuerpo, del pensamiento, del malquerer, como diría Rosalía. Es así que, la nuestra, es una Escuela del pase.
Y si hay cosas que un analista debe saber, Nora en su texto da muestras y precisa que si en la dirección de la cura el analista no opera desde el registro imaginario, ni como sujeto, (…) opera como semblante de lo real. (p. 124). Otra vez el semblante. Y si la seguimos es porque ella nunca fue políticamente correcta y nos dijo que “la relación con el otro sexo no se instaura más que por caminos complejos y un poco torcidos”. Y si la leemos, notaremos que la cruzada de Nora es el amor, ese amor que permite condescender el goce en deseo, el amor-anudamiento, ese que tiene múltiples usos: un amor que se vale de lo real como medio.
Aunque Lacan en “o… peor” apuesta por la lógica en desmedro de la anécdota, me permito decir que la última vez que charlamos con Nora me dijo que iba a ir al Congreso de la AMP: El sueño. Su interpretación y su uso en la cura lacaniana, el que debió ser suspendido por la pandemia. Coincidiríamos en Buenos Aires… Pero la coincidencia nefasta fue que en un sólo año la Universidad Católica perdió a tres prestigiosos Directores de Prácticas Clínicas: Nora Guerrero, José Acosta y Antonio Aguirre, en ese orden. Esta semblanza es también parte de un trabajo de subjetivación de estas pérdidas, como dice la poeta María Paulina Briones: una labor de duelo, donde resuena una labor de parto.
Hoy, a quienes nos corresponde reinventar el psicoanálisis, les recuerdo la entrevista que le hicieron a Jacques-Alain Miller en estos días en “Página 12”, -lo cito justo ahora cuando estamos por presentar la Revista F-ilia 5 con la Universidad de las Artes-:
Cuando se dice, por ejemplo, que Goya y Picasso reinventaron la pintura, eso supone conocer muy bien la tradición de la pintura, los pintores anteriores. Y es sobre estas bases que uno puede reinventar la disciplina. (…) es necesario conocer muy bien la historia del psicoanálisis, las controversias que hubo (…) para poder reinventarla con sus propios medios.
Nora Guerrero fue miembro activo de la comunidad universitaria, y su presencia hizo valer la orientación psicoanalítica; y en ese punto, lo que ella destaca en la Introducción de su tesis es que Lacan criticó el “todo vale”. No-todo vale, y la psicoterapia sin interpretación, puede ser peor que la enfermedad cuando estamos todos locos.
Nora nunca dejó de participar de las reuniones de la NEL, iba porque iba, incluso participó en una de las más polémicas y últimas reuniones presenciales, y allí me preguntó frente a frente, semblante a semblante: ¿Tú habrías ido si te hubieran invitado a estar en la mesa con Sara Winter? Una pregunta real sobre el lugar del analista en la ciudad, en una de esas conversaciones que forman parte de la lluvia significante que baña a esos jóvenes analizantes que piden formación.
En estos momentos cruciales para la carrera, hace falta sostener una posición como la de Nora, pero recordando lo que Lacan nos enseñó: hagan como yo, pero no me imiten. Entonces, más bien de lo que se trata es de captar ¿a qué obedecían los actos de Nora? A qué, sino al “empuje de abrir un camino”. La estoy citando. Un camino para un psicoanálisis que se transforma, que es una enseñanza abierta, animada por un cuestionamiento constante. (2012, p. 12).
A la partida de Nora, la Casa de la Cultura emitió un comunicado de dolor por la pérdida de una de las ex bailarinas de su cuerpo de danza. Así, retomo esa condolencia sin esperas que escribí el 5 de mayo del 2021: “Mi sentido pésame a su esposo, un artista que la supo acompañar, a ratos me daba la impresión de que se acoplaban como un guante, como lo hiciera su tocaya Nora con Joyce. Mi abrazo a los colegas y amigos que supieron apreciarla con el estilo que ella encarnaba, y a quienes la quisieron”[i]. A quienes la amaron.
Para concluir. Lacan en su seminario 23 abona a su repertorio de neologismos, distinguiéndolos de los enigmas joyceanos, asegurando que en su caso hay razones, un querer expresar algo utilizando equívocos, mientras que en Joyce: uno no entiende nada/ pierde el latín (perdre /perder) Lacan allí agregará la condanzación, un anudamiento entre “condensación” y “danza”. Haré lo propio, una pequeña invención para Nora, una que tiene como marco esta Semblanza y esa danza que la causó, dando lugar a una Semb(danza): nombre singular que quizás abraza su objeto causa de deseo. Es acaso lo que hace un analista, entre semblante y danza, donde el cuerpo sirve a otros usos a partir de la demanda de amor.
*Discurso en la ceremonia de incorporación de las Promociones I, II y III de la Maestría en Psicoanálisis y Educación de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. Agosto 12 del 2022.
Jessica Jara, Psicoanalista, miembro de la NEL y la Asociación Mundial de Psicoanálisis. Docente de la Maestría en Psicoanálisis y Educación de la UCSG de las promociones II y III, módulo “El psicoanálisis y la investigación en la Universidad”, también Directora de Tesis de la Maestría.
[i] https://nelguayaquil.org/2020/05/05/jessica-jara-un-pesame-ante-la-perdida-de-nora-guerrero-de-medina/
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Nora no la queria nada y osa en decir que es a ella le hubiese encantando. Realmente el análisis solo funciona en la medida que uno quiere… ojalá no existan mas personas con esta.