Parece increíble, pero acá hay veces que los honestos
tienen que dar más explicaciones que los corruptos.
Rene Favoloro
Es una torre, sí, pero la de babel, donde todos hablan, opinan, exponen unos con forma y trato y otros a grito pelado. Mientras tras bastidores los zánganos, que ahora son muchos y más violentos, siguen haciendo de las suyas, destrozando la vida. No las carreteras, no la ciudad, no los inmuebles, no los autos, nos destrozan la vida. Nos empujan a pensar, que no hemos logrado nada, que ha sido infame el tiempo dedicado a enseñar, a compartir, a conversar, a dialogar. Simplemente nos destrozan la esperanza de que tendremos un país en el cual podamos fincar la ilusión de ser una sociedad justa, con alternativas para todos, con oportunidades para los más arriesgados y también para los menos arriesgados. Una sociedad que respeta el ambiente, que produce con uso racional de los recursos naturales, que somos educados, que construimos cultura no solo en las páginas de los libros, sino en las páginas de la historia, también. Nuestros nietos, bisnietos y tataranietos leerán, analizarán y opinarán, la historia lo dirá.
La diversidad es buena o positiva en tanto contribuye al desarrollo, pues presenta alternativas. Es negativa si solo la explotamos sin más ni más. Es positiva si pacífica, es negativa si se exigen derechos y no se cumple con las responsabilidades. Tomemos partido, la diversidad es positiva, pero nos exige ser reflexivos para mantener el planeta, para mantener los recursos naturales, para pensar en alternativas de producción racionales, esto en otras palabras es, pensar en un modelo de desarrollo que sea sostenible.
Un amigo muy querido me decía. “El Estado es como el organismo humano, para que funcione bien, sus partes deben funcionar muy bien, todas, en conjunto. Si el corazón no funciona adecuadamente, no habrá oportunidad de trabajar largas horas. Si nos alimentamos mal, afecta al hígado e implica no tener energía para hacer las cosas. Si algún rato deja de funcionar bien el corazón, no importaría que los pulmones, el hígado, o el cerebro estén bien, simplemente el cuerpo humano como un todo no funcionará bien y podría colapsar” Creo que lleva toda la razón, su pensamiento es correcto y en estos momentos es muy apropiado.
Parafraseando el pensamiento de mi amigo, es como un engranaje, si una parte está dañada o no se lubrica, no funciona bien, habrá friccionamiento, desperdicio de energía, mal funcionamiento y a la final, si lo sigo usando, se dañaría. La vida es así, requiere que todas sus partes funcionen bien, que exista estabilidad, criterio de equilibrio y uso racional, no todo lo contrario. Es muy claro que estamos mal, no engranamos, no funcionamos equilibradamente. Nuestras partes quieren funcionar por separado, cada uno cada uno, como dice el refrán popular.
Si aplicamos estos pensamientos a la situación actual, y tomando el cuerpo humano para ejemplificar. Digamos que los órganos: corazón, cerebro, hígado, pulmones y el flujo sanguíneo, empezarán a funcionar a su manera y no al unísono, el cuerpo humano colapsaría, kaput, a tomar canelazos se ha dicho. Si existen excesos como mala alimentación, fumar, largas jornadas de trabajo, deporte solo de fin de semana, entre otros, el órgano correspondiente (hígado, pulmones, corazón, cerebro) funciona mal, el flujo sanguíneo se alteraría, estrés y todo el cuerpo colapsaría. Si el Ejecutivo es el cerebro, la asamblea el hígado, la Fiscalía el corazón, el pulmón derecho, los políticos de centro y derecha, el pulmón izquierdo los políticos de izquierda, el sistema nervioso el pueblo (todos) y el flujo sanguíneo el modelo de desarrollo, y si cada uno funciona como quiere, ese cuerpo humano colapsaría más pronto que temprano y ahí sí, canelazos con punta para paliar la tristeza. Así estamos, al borde del colapso, del infarto cerebral o pulmonar, ya compraron las puntas y la canela. Si la sangre fluye a todos los órganos, y estos no están forzados en su funcionamiento, el cuerpo se desarrollaría. Debemos reestructurar nuestra vida y cambiar para encontrar la estabilidad ahora y el equilibrio a futuro. Se guardarán las puntas y la canela.
Falta poco para entrar en terapia intensiva por la irracionalidad manifiesta de los actores, no solo los indígenas que marchan, los zánganos violentos, los financistas, los escondidos tras bastidores, los políticos que quieren pescar a río revuelto, también los que se amedrentan y no dejan oír su voz. Paremos la irracionalidad nos complica encontrar soluciones. Vamos todos, debemos gritar con toda la fuerza que nos salga del alma, queremos cambiar, queremos un nuevo modelo de desarrollo equitativo, equilibrado, con cero corrupción, con trato amable entre ciudadanos.
El modelo actual (¿) no ha dado resultado, así de simple, no ha dado resultado y los grupos vulnerables, entre los cuales están los indígenas, no tienen oportunidades y siguen siendo desatendidos. Por ello debemos pensar en otro modelo sostenible, con planificación de largo plazo, con proyectos que prioricen la solución de las necesidades del pueblo (todos), que promueva el buen trato como nuestra carta de presentación y que la diversidad sea la estrategia para la mejora continua.
Ahí va mi propuesta indecente, un modelo de desarrollo sostenible, con un estado normador, regulador, sancionador, cuya gestión pública sea eficiente y efectiva, sin corrupción, para financiar una educación (básica, bachillerato y técnica) de calidad para todos, fortaleciendo al sector salud, eliminando la desnutrición infantil, con un sector productivo competitivo, leal y racional, que invierta en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i). Para eso, se hace indispensable reformar las normas vigentes, como la Carta Magna, adaptarla a nuestra realidad actual y especialmente a la que queremos como futuro.
La herramienta principal, para que todos estemos involucrados, serán las Mesas de Diálogo Ejecutivas MEDIE, por sectores, por temas, donde se requiera, con participación activa de los actores, empresas, organizaciones sociales, gobiernos locales y nacional, comunidades, ONGs, es decir los que tengan inherencia en la problemática, las soluciones y su financiamiento.
A través de las MEDIE se plantean su procedimiento por fases. En la Fase I se identificarán los problemas, dificultades, barreras y se deberá consensuar en ellos. Fase II, con él o los problemas bien identificados por todos, se logra iniciar el análisis de las soluciones alternativas que sean viables, se analiza, se discute y se debe acordar la más apropiada. Fase III, elaborar el análisis de costos, financiamiento e inversión requeridos y las entidades responsables. Fase IV, diseño de los proyectos para implementar las soluciones. La ruta crítica tomará algunos años 5, 10 no importa, lo que importa es que no se cambie, que sea permanente para lograr los resultados. Por ello es indispensable trabajar para reducir la corrupción a su mínima expresión, sino eliminarla. Con el compromiso de todos los actores no se perderían los objetivos, se eliminaría el obstruccionismo político. Así construimos un país mejor, integrando a todos a la sociedad y a las oportunidades.
Características del nuevo modelo de desarrollo sostenible, una propuesta parcial:
I. RECURSOS NATURALES
II. GESTIÓN PÚBLICA
III. SALUD
IV. EDUCACIÓN
V. INNOVACIÓN
Hasta aquí llegaron las neuronas.
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