La maternidad es una época de nuevas experiencias para la nueva mamá. Los cambios de pañales, el cumplimiento de la alimentación sana o la compra de ropa para el recién nacido son algunas de las acciones en esta etapa. Y en todo este cúmulo de tareas también se pueden introducir prácticas amigables con el medioambiente.
Así fue la experiencia de María Teresa Ceballos, quien tuvo su primer hijo hace cuatro meses. Previamente, ella llevaba una vida ‘zero waste’, que consiste en la reducción máxima de productos de un solo uso y su reemplazo por opciones ecoamigables.
Para ella, lo más complicado durante el embarazo fue encontrar ropa que tenga un sello de responsabilidad ambiental, tanto para sí misma y para su pequeño en camino. Frente a esto, por ejemplo, tomó la decisión de transformar viejas prendas de algodón en piezas diminutas y también en ir donde su costurera para adaptar sus maternales al tamaño del crecimiento de su vientre. Pero encontrar objetos como chupones o biberones ecoamigables.
Marcela Venegas, quien ya va por su segunda niña, encontró ciertas limitaciones de llevar una maternidad verde en el Ecuador. Su primera niña nació en Estados Unidos, donde hace cuatro años ya había un movimiento ecomaternal, pero con su más reciente bebé ha tenido inconvenientes.
En Quito ya es posible encontrar pañales lavables y utensilios de madera que ayudan a la alimentación de los más pequeños. Pero para Venegas lo que falta son biberones de bajo costo hechos con plástico opaco a base de polietileno o polipropileno y sin bisfenol A (BPA).
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