En una dinámica de Aprendizaje Basado en Proyectos existe una serie de cuestiones que tenemos que tener en cuenta para desarrollar, pero también para valorar. Una de las bases de esta metodología es el trabajo cooperativo, en el que la generación de los grupos y los diferentes roles son necesarios, pero no podemos quedarnos ahí. Algunas de las habilidades a las que debemos dar más importancia para ser desarrolladas tienen que ver con una visión interna e individual, pero otras tienen que ver más con la implicación de las personas dentro de una estructura de grupo. Entre unas y otras, tenemos lo que se denomina “soft skills“, habilidades blandas o también conocidas como habilidades transversales.
Autores como Galeana (2006), mencionan que son muchas las ventajas que este modelo ofrece al proceso de aprendizaje, ya que promueve que los estudiantes piensen y actúen basándonos en el diseño de un proyecto, elaborando un plan con estrategias definidas, para dar una solución a una interrogante y no tan solo cumplir objetivos curriculares.
El proceso de elaborar un proyecto permite y alienta a los estudiantes a experimentar, realizar aprendizaje basado en descubrimientos, aprender de sus errores y enfrentar y superar retos difíciles e inesperados. Los principales beneficios al aprendizaje, reportados por algunos autores de este modelo, incluyen:
Los programas de maestría de la U. ECOTEC a través de la Metodología de Aprendizaje Basado en Proyectos, se enfocan en el desarrollo de las competencias mencionadas que, fortalezcan la capacidad de respuestas de nuestros maestrantes ante los continuos cambio del entorno que inciden en las organizaciones y la sociedad.
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