Esta invasión lleva un mes de transcurrida y hasta ahora, Ucrania ha desafiado todos los pronósticos. Superadas en casi todos los aspectos -en tanques, tropas, aviones- las fuerzas ucranianas, reforzadas por civiles voluntarios, en muchos lugares han frenado el ejército ruso.
Han perdido territorio, especialmente alrededor de Crimea, que ya había sido ocupada y anexada por Rusia en 2014. Pero el objetivo original de Moscú de tomar rápidamente la capital Kiev y otras ciudades importantes, forzando la dimisión del gobierno, claramente ha fracasado.
El curso de la guerra todavía podría ir en contra de Ucrania. Sus fuerzas se están quedando peligrosamente sin los vitales misiles antitanques y antiaéreos suministrados por Occidente y necesarios para contener el avance ruso.
Muchas de las más aguerridas fuerzas regulares ucranianas en el este del país están en riesgo de quedar rodeadas, asiladas y aniquiladas.
Y con una cuarta parte de la población habiendo abandonado sus hogares, los que se han quedado arriesgan ver a sus ciudades convertidas en distópicos terrenos baldíos por el implacable fuego de artillería y bombas de Rusia.
Pero, no obstante estos factores, las fuerzas de Ucrania están superando a las de Rusia en esta guerra en muchos niveles. Esta semana, el portavoz del Pentágono, John Kirby las elogió por defender partes de su territorio “muy astutamente, muy hábilmente, muy creativamente”.
Entonces, ¿cuáles han sido exactamente los secretos de su éxito?
Hay una enorme diferencia entre la moral de ambos ejércitos. Los ucranianos están luchando por la misma supervivencia de su país como nación soberana, horrorizados por el discurso del presidente Putin, en vísperas de la invasión, cuando dijo que Ucrania era básicamente un invento artificial de Rusia.
Los ucranianos le han dado su apoyo colectivo al gobierno y a su presidente. Como resultado, ciudadanos sin ninguna experiencia militar están voluntariamente tomando las armas para defender a sus pueblos y ciudades, a pesar de la abrumadora fuerza bélica rusa que enfrentan.
“Así es como un pueblo lucha por su propia existencia”, declara el brigadier Tom Foulkes, que sirvió 35 años como oficial del ejército británico en Alemania durante la Guerra Fría. “Así es como defienden a su patria y a sus familias. Su valentía es tanto impactante como espléndida”.
En la práctica, esto ha liberado a los soldados ucranianos para que puedan ir a combatir en el frente de batalla, sabiendo que sus ciudades tienen amplia defensa.
En contraste, muchos soldados rusos que fueron enviados a combatir en Ucrania son conscriptos, recién egresados de la escuela, perplejos y confundidos de encontrarse en una zona de guerra cuando creían que solamente iban a realizar un ejercicio militar.
La mayoría tuvieron poca a nada de preparación para la ferocidad de los combates que han enfrentado. Se han reportado deserciones, escasez de alimentos y saqueos.
Los pronósticos iniciales de un devastador ataque cibernético ruso, que inhabilitaría las comunicaciones ucranianas, no se materializó. En cambio, de alguna manera Ucrania ha logrado mantener una coordinación efectiva sobre varios frentes de batalla, aún donde ha cedido terreno.
El gobierno se ha sostenido en Kiev y mantenido altamente visible, inclusive con la vice primera ministra vistiendo una funcional camiseta caqui cuando se dirigió a la nación con una insignia del gobierno en el fondo.
El ejército ruso, por el contrario, no parece tener ningún tipo de liderazgo unificado, con poca coordinación entre los diferentes frentes de batalla.
Eso muy probablemente ha tenido un efecto negativo en la moral militar rusa. Se ha sugerido que las reportadas muertes de por lo menos cinco generales rusos se deben en parte a la necesidad que tuvieron de acercarse a las líneas de combate para movilizar las tropas y evitar que queden atascadas.
En el ámbito de suboficiales, en otras palabras los cabos y sargentos, la doctrina militar rusa no permite casi iniciativa alguna, con esas filas de rangos bajos siempre esperando las órdenes de sus superiores.
El profesor Michael Clarke, un experto militar de King’s College en Londres, dice que los suboficiales rusos están rodeados de corrupción e ineficiencia y son muy mal vistos por sus subordinados.
Las fuerzas ucranianas tienen una gran desventaja numérica, sin embargo, han hecho mejor uso del terreno y de sus armas que los invasores rusos.
Mientras los rusos han tendido a concentrar sus fuerzas en pesadas y lentas columnas blindadas, con los vehículos frecuentemente amontonados y cerca los unos de los otros, los ucranianos han ejecutado con éxito asaltos relámpago cuidadosamente sincronizados, acercándose sigilosamente para disparar un misil antitanque y luego dispersarse antes de que los rusos puedan responder.
Antes de la invasión, los entrenadores de la OTAN de Estados Unidos, Reino Unido y Canadá estuvieron durante períodos largos en Ucrania, poniendo a las fuerzas al día con los combates defensivos e instruyéndoles en cómo hacer el mejor uso de los sistemas de misiles con tecnología de punta, como el jabalina o el NLAW -un arma antitanque diseñada en Suecia- o la más reciente versión del misil antiaéreo Stinger.
“Los ucranianos han sido mucho más listos que los rusos”, dice el profesor Clarke, “porque han realizado algo mucho más aproximado a una operación de armas combinadas que los rusos no han hecho”.
Lo que quiere decir es que han hecho uso completo de todas las herramientas militares a su disposición, como drones, artillería, infantería, tanques y guerra electrónica.
Y también está la guerra de la información. Ucrania la está ganando sin lugar a dudas en la mayoría del mundo -aunque no en Rusia, donde el Kremlin todavía controla el acceso a casi todos los medios.
“Ucrania ha movilizado la esfera de información de tal manera que le ha dado una tremenda ventaja interna y externa”, expresa Justin Crump.
“Eso ha sucedido desde arriba hasta abajo, ayudado por la formidable destreza mediática del presidente Zelensky”.
Es una opinión compartida por la doctora Ruth Deyermond, catedrática en seguridad post soviética en el Kings College en Londres.
“Claramente, el gobierno ucraniano ha sido muy exitoso en el control de la narrativa de la guerra, ciertamente para el mundo en general”, dice. “Lo que el conflicto ha logrado para la reputación internacional de Ucrania es absolutamente extraordinario”.
Pero ahora mismo, cumplido un mes de esta desesperada lucha de vida o muerte en las fronteras orientales de Europa, eso podría no ser suficiente para salvar a Ucrania.
El poder numérico del ejército ruso, a pesar de todos sus defectos, no favorece a Ucrania. Si de alguna manera llegan a escasear las armas defensivas de Occidente, la asediada nación solamente podría resistir por un tiempo limitado.
Originalmente BBC mundo
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