Este jueves se cumple una semana del inicio de la invasión de Ucrania y en Rusia, al menos en lo que respecta al mundo del arte, ya se puede hablar de un antes y un después. Museos paralizados, fuga de artistas, miles de firmas contra la guerra… la oposición al conflicto es visible en Rusia pese a la amenaza de represalias del gobierno. A ello hay que sumarle la creciente presión internacional hacia los artistas rusos próximos a Putin y los oligarcas que llevan años regando con generosas donaciones las principales instituciones culturales de Occidente.
De acuerdo coninformación de El Mundo, la nómina de grandes nombres de la cultura rusa que ha expresado públicamente su rechazo a la invasión de Ucrania crece cada día. En esa lista están el director general del Teatro Bolshoi de Moscú, Vladimir Urin (el mismo que en 2014 aprobó la anexión de Crimea), el director artístico del teatro Alexandrisnky de San Petersburgo, Valery Fokin (último Premio Europa de Teatro), el responsable del Teatro Dramático Bolshoi de San Petersburgo, Andrei Moguchy, y el violinista Vladimir Spivakov. En la carta de protesta que los cuatro han firmado exigen una retirada de las tropas y se lee: “Actuamos no sólo como figuras del mundo de la cultura sino como personas comunes, ciudadanos de nuestro país, de nuestra Patria. Entre nosotros están los hijos y nietos de los que lucharon en la Gran Guerra Patria, testigos y participantes de esa Guerra. En cada uno de nosotros vive la memoria genética de la guerra. No queremos una nueva, no queremos que la gente muera”.
Elena Kovalskaya, directora del Centro Meyerhold de Moscú, dimitió al comenzar la invasión y se despidió de su puesto calificando de “asesino” a Putin. El francés Laurent Hilarie ha dejado la dirección del Stanislavsky y el coreógrafo Alexei Ratmansky, ex director artístico del Ballet Bolshoi y ahora artista residente en el American Ballet Theatre, ha renunciado a estrenar en el Bolshoi de Moscú un nuevo ballet que estaba preparando en la capital rusa. Ratmansky creció en Kiev, tiene familia allí y abandonó rápidamente Moscú con el resto de su equipo tras el inicio de la invasión rumbo a Nueva York..
Dos artistas rusos que iban a participar en la Bienal de Venecia se han retirado del festival de arte y según The New York Times, miles están firmando peticiones contra la guerra. Kirill Savchenkov y Alexandra Sukhareva habían sido seleccionados para representar a Rusia en la bienal italiana el próximo abril, pero ante el estallido del conflicto, han declinado participar. “No hay lugar para el arte cuando los civiles mueren bajo el fuego de los misiles, cuando los ciudadanos de Ucrania se esconden en refugios, cuando los manifestantes rusos son silenciados”, dijo Savchenkov en su perfil de Instagram. El comisario del pabellón ruso, Raimundas Malasauskas, también ha anunciado su retirada y desde la organización de la Bienal han confirmado que el pabellón ruso permanecerá cerrado.
En Moscú, los dos museos de arte contemporáneo más importantes del país también han paralizado sus futuras exposiciones y suspenden sus actos. Así lo ha decidido el recientemente inaugurado GES-2, la espectacular central eléctrica de 1907 reconvertida en centro de arte contemporáneo por Renzo Piano que el propio Vladimir Putin visitó el pasado diciembre. La misma postura por la que ha optado el Garage Museum of Contemporary Art, proyectado por Rem Koolhaas e impulsado por la filántropa Dasha Zukova, la ex mujer del multimillonario Roman Abramovich, uno de los fieles aliados de Putin. “El equipo del Museo de Arte Contemporáneo de Garage ha decidido detener el trabajo en todas las exposiciones hasta que cese la tragedia humana y política que se está desarrollando en Ucrania. No podemos mantener la ilusión de normalidad cuando tales eventos están ocurriendo”, ha expresado la dirección del museo en un comunicado.
Entre las próximas exposiciones del Garage Museum of Contemporary Art figuraban las dedicadas a Anne Imhof y Helen Marten, ganadora de un Premio Turner. “No podemos hacer la vista gorda ante los trágicos eventos de los que todos nos hemos convertido en testigos”, afirma un comunicado del GES-2, donde se ha paralizado la principal exposición de Ragnar Kjartansson, un célebre artista islandés, que tenía en marcha una peculiar perfomance en la que actores rusos y ucranianos recreaban episodios de Santa Bárbara, la mítica telenovela estadounidense de la década de 1980.
Texto original publicado en El Mundo
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