¿Cuánto tiempo duran los síntomas de Covid-19?

lunes, febrero 7, 2022

El Long Covid como también se denomina a los síntomas que persisten en las personas contagiadas con el virus es variable y puede durar semanas o meses, luego de infectarse. ¿Quiénes son más propensos a padecerlo?

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De acuerdo con los expertos, al menos el 10% de las personas que se contagiaron con el virus del Sars CoV 2 podrían desarrollar Covid persistente.

El Long Covid como también se denomina a los síntomas que persisten en las personas contagiadas con el virus es variable puede durar semanas o meses, luego de infectarse. Las razones aún están en estudio, pero se habla de condiciones autoinmunes, lo cual implica que el desarrollo de anticuerpos que se formaban para destruir al virus, ahora afectan al propio cuerpo.

Los síntomas son diversos incluso persisten aquellos que se originaron al momento del contagio. Estos son: tos persistente por falta de aire; cansancio extremo, que impide realizar las actividades físicas normales; dolores articulares, dolores en el tórax, en la parte delantera o posterior y sensación de hormigueo, tanto en manos como en los miembros inferiores. Otros órganos que pueden estar involucrados en esta sintomatología son el cerebro, el corazón, los riñones y los músculos.

Uno de los síntomas frecuentes en los pacientes tanto en los que han sido hospitalizados como en los que no, es la dificultad para dormir, con episodios de insomnio prolongado, que duran una o dos horas, hasta conciliar el sueño.  Lo que se recomienda en la actualidad es hacer un seguimiento al paciente COVID hasta la resolución de sus síntomas, porque si se presenta cualquiera de ellos es necesario dar un tratamiento sintomático para contrarrestarlos.

El covid persistente no está relacionado con un determinado tipo de pacientes con factores de riesgo, sino que puede presentarse en niños, adolescentes y en adultos mayores.

Por ello, tampoco existen contraindicaciones para que reciban la vacuna de refuerzo quienes hayan cumplido el tiempo estipulado, pese a que continúen con los síntomas. Incluso pueden recibir otras vacunas contra la influenza, porque ya la tenemos dentro de las enfermedades virales del momento.

Sin embargo, lo mejor es acudir al médico para que reevalúe la condición del paciente con long covid y con base en esa evaluación decida si puede aplicarse o no la vacuna de refuerzo, lo importante es individualizar al paciente. De no existir inconvenientes, las vacunas contra la influenza y la COVID se pueden colocar juntas.  Así se trabaja a nivel mundial.

Hay que tomar en cuenta que no solamente el Covid-19 produce enfermedades respiratorias, tenemos otros virus que circulan en el ambiente como la influenza tanto en adultos como en niños, que se pueden confundir con COVID. Por ello, debe ser el médico quien evalúe y defina el tratamiento para la enfermedad, así como las medidas tanto de prevención y control.

Las personas vacunadas, generan anticuerpos aproximadamente dos semanas después de recibir la dosis. Por el momento, se recomiendan las dos dosis iniciales y luego la de refuerzo, hay que ver qué ocurre a nivel internacional con el tema de la fabricación de vacunas. La farmacéutica estadounidense Pfizer espera tener en marzo una nueva vacuna contra la Covid-19 que mejore la protección contra la variante Ómicron.  Es importante seguir los cursos de las investigaciones para tomar las decisiones con respecto a las dosis de refuerzo.

En Europa y otros países se están relajando las medidas con base en que Ómicron podría significar el término de la pandemia, basándose en que si la mayor parte de las personas se han infectado con el coronavirus deberíamos tener la inmunidad de rebaño, con lo cual se reduce la posibilidad de tener una enfermedad y más aún cuando se incorpora a esta inmunidad de rebaño la vacunación.  Es decir, con la mayor parte de la población infectada con el coronavirus, posiblemente, la situación tiende a mejorar.

Mientras tanto, lo importante es seguir manteniendo las medidas de bioseguridad. Potenciar las políticas de salud para incentivar la salud de la población, con una buena alimentación, actividad física, etc., de manera que estemos preparados física y mentalmente para resistir el embate de cualquier proceso infeccioso.