Los organismos internacionales como el Banco Mundial, la Cepal y Goldman Sachs emiten sus proyecciones para el 2022 sobre la base del desempeño logrado y las limitaciones a las que se deberán enfrentar las economías mundiales. Los tres organismos mencionados coinciden en sus perspectivas positivas, el proceso de vacunación masivo, pero difieren en las limitaciones.
Según el Banco Mundial, el año 2020 fue catastrófico con una caída de 3,5% del PIB mundial; sin embargo, el 2021 mejoró sustancialmente al alcanzar un 5,6% de crecimiento, el cual no es suficiente para mantener esa tendencia. Para este 2022 estiman un 4,3% y 3,1% para el 2023. Es decir, no se avizoran acciones fuertes para ofrecer soluciones definitivas, sólo paliativas, para los grupos vulnerables. La Cepal coincide con las estimaciones hasta el 2023. Así mismo, concuerdan que el campo de maniobra de las economías se basa en su gestión de la vacunación, de la deuda, la presión inflacionaria y de las cadenas globales de valor.
Para Goldman Sachs, el año 2022 será de recuperación gracias a la demanda de los consumidores y a la oferta. Su estimación se fundamenta en: mejoras en la vacunación, innovación para tratar la Covid-19; el ahorro reprimido por la pandemia y la gestión de inventarios. Sin embargo, consideran que la rigidez de la oferta para responder a la nueva demanda implicaría presiones inflacionarias que podrían afectar a la tasa de interés con tendencia alcista. Además, el consumo de energía puede influenciar fuertemente si se canalizan inversiones a proyectos de energías renovables, con lo cual el precio de gas y petróleo se mantendría estable.
Latinoamérica se mantendrá a la zaga dependiendo la recuperación de los precios de los commodities, de las remesas y de la gestión de la deuda, siendo un factor determinante, el proceso de vacunación masivo.
En nuestro caso particular, el Banco Central del Ecuador ajustó sus proyecciones y considera, según sus estudios, que en el año 2021 se registrará un crecimiento del 3,5% debido principalmente a: la vacunación, la disponibilidad de crédito, la recuperación de las exportaciones, el incremento de las remesas y por consiguiente la recuperación del consumo de los hogares. La perspectiva para el año 2022 difiere de las estimaciones del Banco Mundial y de la Cepal y es más optimista, en 1.1 puntos, pues establecen un crecimiento de 2,54% gracias a las exportaciones, las inversiones productivas y el consumo de los hogares.
Las estimaciones son como una ecuación de maximización sujeta a restricciones y eso es lo que quiero desarrollar para que se comprenda las posibilidades de cumplir con esas estimaciones, o bien superarlas.
Somos una comunidad abierta al comercio mundial y por eso sensibles a los efectos exógenos que deben afrontar las administraciones de gobierno, el sector privado productivo y la comunidad en general.
El año 2021, un período irregular por ser año electoral fue relativamente bueno, pero este año podría ser considerado como el año crucial del gobierno pues puede sentar las bases del futuro crecimiento sustentable del Ecuador. No resolverá los problemas más acuciosos de la sociedad y especialmente de los vulnerables, pero creará condiciones estructurales efectivas para solucionarlos en los siguientes años. Eso necesita nuestro querido país. El trabajo conjunto de los cuatro actores, Gobierno, sector productivo, sector internacional y la comunidad.
Analicemos el gráfico. En primer lugar, el Gobierno actúa mediante políticas públicas para incentivar o desincentivar al sector productivo, a la comunidad o al sector internacional, tratando de crear condiciones de gestión óptimas o positivas para, como conjunto, alcanzar sus proyecciones o sus metas en el corto y mediano plazo. En épocas de pandemia se han venido aplicando políticas contra cíclicas para apoyar a los productores, exportadores, a los vulnerables y, precisamente, esas políticas públicas tienen que ver con: la vacunación, la gestión fiscal incluyendo la deuda y la gestión de las relaciones comerciales; así como creando condiciones al entorno empresarial para su mejor efectividad. Pero no puede hacerlo solo, debe recibir el apoyo de los sectores productivos, del sector internacional y de la comunidad.
Lo alcanzado hasta ahora debe reforzarse, las reservas internacionales se han fortalecido promocionando al sector financiero de forma clara; el déficit fiscal se ha reducido y ha mejorado la gestión de las finanzas públicas; el precio estable del petróleo ha fomentado proyectos para ampliar la producción con mejores contratos; la vacunación, la estrategia más importante del gobierno, ha permitido el incremento de la producción, el trabajo y al aumento del consumo. Es decir, se ha mejorado la situación pese a la pandemia. Esta es la plataforma con la cual se termina el año con contados sobresaltos como: la interrupción de bombeo de petróleo, la seguridad ciudadana y la corrupción.
Las perspectivas para este 2022, según mi criterio, son muy buenas, en parte, gracias a la labor que puede desempeñar el Gobierno, verbigracia: comportamiento de las finanzas públicas, la colaboración del sector productivo, los incentivos para atraer la inversión extranjera directa, para ampliar las decisiones de inversión nacional, para mejorar el clima de negocios al reducir la incertidumbre, la concentración en lo importante y no necesariamente en lo político, crédito para los no bancarizables; es decir, hay que seguir en el mismo camino consolidando lo bueno y los buenos resultados. La gestión del Banco Central, de Salud, Finanzas Públicas, Relaciones Internacionales, Educación, Energía, Producción, el Comercio Internacional, Ambiente y Turismo están en buenos equipos de trabajo. Éstos se encargarán de consolidar la producción, las exportaciones, controlar la inflación, el crédito y la tasa de interés, la inversión productiva y, lo más importante, la gestión de las finanzas públicas. En otras palabras, pienso que no existirán sobresaltos ni sorpresas en lo económico. Obviamente es indispensable resolver de forma inmediata y planificar la solución en el mediano plazo de la infraestructura y logística del transporte interno de petróleo; la seguridad ciudadana y la corrupción.
En segundo lugar, el Sector Privado ha dado un giro importante en su credibilidad con la Administración Lasso y por ende de sus políticas públicas. Colaboró decididamente en el proceso de vacunación. Es su deber mejorar la productividad mediante la inversión en tecnología, adiestramiento del personal, mejoras en la información sobre la cadena de valor para incorporar innovación y ampliar la canasta exportable y los mercados de destino. Su compromiso decidido de actuar en conjunto y aprovechar las ventajas colaborativas es crucial y posible.
En tercer lugar, al Sector Internacional lo veo mucho más cercano, su percepción al riesgo de invertir en Ecuador ha mejorado, las señales que están recibiendo y las acciones concretas de la Administración Lasso podrían consolidar los incentivos que requieren los inversionistas para tomar a Ecuador como una opción segura en el mediano plazo. Temas como facilitar las importaciones necesarias, eliminar tasas y aranceles a insumos y bienes no producidos en el país, fomentar la innovación en las exportaciones, reducir o eliminar impuestos innecesarios o contraproducentes (ISD), entre otras son las acciones que aportan positivismo al 2022.
En cuarto lugar, la Comunidad en lo social, en lo político, en lo económico y en lo ambiental juega un rol muy importante. El Acuerdo Nacional para el cambio sin corrupción es indispensable pues no se puede, ni se debe continuar con pedidos irrealizables al Gobierno de las organizaciones civiles, políticas, militares, académicas y demás. Creo que el 2022 es todavía un año difícil en la consecución de recursos para el déficit fiscal y la política contra cíclica, pero las señales son positivas. Debemos aunar esfuerzos en lo político y trabajar en conjunto de manera colaborativa para sentar las bases y consolidar lo actuado para el futuro. Un ejemplo concreto es la eliminación del subsidio a los combustibles. Otro, el crédito al 1% a 30 años plazo con montos desde $500 a $5.000. El Ministro de Transporte tiene una deuda, la focalización de los subsidios para reducir el impacto en los vulnerables, no en los negociantes, en los vulnerables. El Directorio del BanEcuador tiene la responsabilidad de hacer lo posible para el funcionamiento eficiente del programa de microcrédito.
Al hablar de las limitaciones, existen temas pendientes que requieren acciones inmediatas y concretas que de no hacerlo podrían afectar el desempeño este año en lo fiscal, en lo económico y las señales positivas a la comunidad internacional respecto del desarrollo sustentable que queremos para Ecuador. También sabemos que la actual administración no logrará importantes resultados, pero los Ministros de Defensa, de Gobierno, el Sistema de Justicia y la Policía Nacional, al menos deben iniciar las acciones más concretas para, de forma colaborativa:
No es una tarea fácil, es una tarea difícil pero la Administración Lasso tiene ese compromiso no solo para este 2022, sino para el futuro. No habría cómo sentar las verdaderas bases del desarrollo sustentable si no se trabaja comprometidamente en minimizar la corrupción. Tiene el apoyo de la mayoría de los ciudadanos.
Hubo luz al final del 2021 y el camino trazado para el 2022 se ve limpio, se ve posible transitarlo con confianza y decisión, lo actuado sirve de plataforma.
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