El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, pidió que los ciudadanos tomen precauciones a la hora de celebrar las fiestas de Navidad, en el contexto de un aumento de contagios de Covid-19 a nivel mundial.
En una rueda de prensa realizada ayer en Ginebra, Suiza, Ghebreyesus aseguró que comprende el hartazgo que generan las medidas de cuidado y las condiciones impuestas en esta nueva realidad que determinó la pandemia, pero dijo que la forma más rápida de “volver a la normalidad” es “tomar las decisiones difíciles que hay que tomar”.
Así, reconoció que “en algunos casos” eso significará “la cancelación o el retraso de los eventos” de Navidad y expresó: “Sin embargo, un evento cancelado es mejor que una vida cancelada. Es mejor cancelar ahora y celebrar más tarde, que celebrar ahora y estar de luto más tarde”.
Por su parte, la epidemióloga que lidera la respuesta de la OMS al coronavirus, María Van Kerkhove, se puso de ejemplo y anunció en su cuenta de Twitter que su familia “tomó la difícil decisión de posponer su viaje de Navidad a Estados Unidos”, su país de origen.
“No cabe duda de que el aumento de la mezcla social durante el periodo de vacaciones en muchos países provocará un aumento de los casos, la saturación de los sistemas sanitarios y más muertes”, ha pronosticado Tedros.
Por otra parte, Tedros señaló que la variante ómicron “se está propagando significativamente más rápido que la variante delta”. Esto determina que sea “más probable que las personas que han sido vacunadas o se han recuperado de Covid-19 puedan infectarse o reinfectarse”.
La científica jefe de la OMS, Soumya Swaminathan, por su parte resaltó que sería “imprudente” concluir a partir de los primeros estudios que ómicron es una variante más leve que las anteriores y explicó: “Con el aumento de las cifras de contagios, todos los sistemas de salud van a estar bajo presión y ya lo están en muchos, incluyendo en Europa”.
De acuerdo a Swaminathan, la variante está consiguiendo evadir algunas respuestas inmunitarias, lo que significa que los programas de vacunación de refuerzo que se están poniendo en marcha en muchos países deberían dirigirse a las personas con sistemas inmunitarios más débiles.
“No esperamos que ninguna de las vacunas disponibles deje de ser efectiva por completo”, agregó.
En este sentido, Tedros recalcó: “El 2022 debe ser el año en que pongamos fin a la pandemia”. Para ello, explicó que se tiene que “acabar con la desigualdad, asegurando que el 70 por ciento de la población de cada país esté vacunada a mediados del próximo año”.
Además, pidió que, para evitar un “futuro desastre de la misma magnitud”, todos los países inviertan en sistemas sanitarios “resistentes, construidos sobre la base de la atención primaria, y con la cobertura sanitaria universal como objetivo”.
“Cuando las personas no pueden acceder a los servicios que necesitan, o no pueden pagarlos, se pone en riesgo a las personas, a las familias, a las comunidades y a las sociedades enteras. En el próximo año, la OMS se compromete a hacer todo lo que esté a su alcance para poner fin a la pandemia y a iniciar una nueva era en la salud mundial, una era en la que la salud esté en el centro de los planes de desarrollo de todos los países”, cerró.
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