Hace algunos años un gran número de empresas ecuatorianas presentaban cierta aversión hacia la aplicación de tecnologías digitales para sus sistemas de operación y venta, pero esto cambió luego de la pandemia global ocasionada por el coronavirus en el año 2020, donde la mayor parte de los establecimientos se enfrentó, sin ningún precedente, a una de las peores crisis económicas y sanitarias en los últimos 100 años. Subsecuentemente algunas de las restricciones impuestas por los gobiernos para evitar posibles contagios fueron: el confinamiento, la prohibición total de la modalidad presencial en ambientes laborales y la semaforización. Esto provocó que la mayoría de las empresas opten por buscar una alternativa que les permita seguir generando ingresos durante la pandemia y apuesten por lo que se conoce hoy como e-comerce o comercio digital. De tal forma que, al muy estilo del darwinismo, el comercio digital se convirtió en una medida de adaptarse o morir, puesto que el mercado cambió radicalmente y es ahora donde solo las empresas que sepan ajustarse a estos cambios en el entorno podrán sobrellevar de mejor manera esta crisis actual.
Efectivamente, según datos obtenidos del informe Ecuador Estado Digital elaborado en enero de 2021 por Mentinno – Innovation & Lifetime Value Partners, se señala que 14 millones de ecuatorianos utilizan redes sociales, es decir el 78.7 usan estas herramientas virtuales diariamente. Las redes sociales predilectas por los ecuatorianos son Facebook e Instagram, mientras que WhatsApp sobresale como la aplicación número uno en mensajería instantánea. Cabe destacar que estas redes sociales ha sido de gran importancia para las pequeñas y medianas empresas durante la pandemia pues funcionaron como medios de publicidad masiva y como herramientas de compra y venta al mismo tiempo.
Sumado a esto, en enero del 2018 se lanzó al mercado la aplicación WhatsApp Buisness para dispositivos Android y en Marzo del 2019 para dispositivos iOS, la cual está diseñada específicamente para los empresarios y emprendedores que deseen mejorar la comunicación con sus clientes y trasladar sus procesos de venta al mundo digital. Entre las características más sobresalientes de esta versión de WhtasApp para negocios están: la opción de incluir un catálogo de productos que se actualiza constantemente; chats interactivos de atención al cliente; carritos de compras, e incluso la opción de banca móvil ya disponible en algunos países y con planes a expandirse a más lugares del mundo. Efectivamente, Whatsaap Business facilitó a pequeñas y medianas empresas ecuatorianas la venta de sus productos durante la cuarenta y continúa facilitando la compra a sus clientes gracias a la naturaleza de esta aplicación que fusiona al comercio digital con la mensajería instantánea.
De manera similar, las aplicaciones móviles de delivery o servicio a domicilio de alimentos también tuvieron un crecimiento considerable o también llamado momemtum, durante el transcurso de esta pandemia. Además, se pudo observar un aumento exponencial no solo en la cantidad de pedidos que recibían al día, sino también en el número de repartidores o motorizados que se unían cada vez más a estas empresas.
En otras palabras, estas aplicaciones móviles son como el puente entre las empresas y las nuevas tendencias de demandar productos por parte de los clientes, especialmente en tiempos de pandemia donde la forma antigua de hacer negocios de manera presencial quedó desplazada a un segundo plano. Lamentablemente muchas empresas que no tenían el conocimiento de cómo hacer llegar sus productos a sus clientes de forma virtual tuvieron que cerrar, sin embargo, otras se vieron obligadas a apostar por las plataformas virtuales y muchas de ellas hasta el día de hoy aun siguen en operación y ofreciendo sus servicios al público.
Fuente: Estado Digital Ecuador 2020
¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete!
Iche: El renacimiento gastronómico de Manabí
El ARTE de CREAR para MEJORAR
Ecuador agroalimentario: Realiza un tour por su plataforma virtual
¡Alerta roja para la naturaleza!
COP16: Un desafío para detener la pérdida de la biodiversidad