El cambio climático actual no es solo un problema provocado por nuestra especie que altera y/o dificulta nuestras vidas. Los efectos de la crisis climática van mucho más allá de nuestra especie y en el caso de algunos animales y plantas incluso está provocando modificaciones en su forma física.
Uno de los tipos de adaptaciones evolutivas en estudio es el que afecta a especies en las que se observan cambios de forma, con picos, patas y orejas más grandes para regular mejor la temperatura corporal a medida que el planeta se calienta.
La investigadora de aves Sara Ryding de la Universidad Deakin en Australia ha liderado un estudio de revisión de datos sobre este tipo de cambios cuyos resultados han sido publicados en la revista Trends in Ecology and Evolution (Shape-shifting: changing animal morphologies as a response to climatic warming; edición on line 7 de septiembre.
El alcance de este posible proceso evolutivo está siendo debatido entre la comunidad científica y algunos expertos apuntan que todavía es muy pronto para saber si los cambios observados son circunstanciales o realmente están siendo incorporados a la genética de las especies. En todo caso, como ejemplo del alcance del debate, el conocido experto en evolución Richard Dawkins (El gen egoísta, El relojero ciego), ha difundido la noticia a través de su cuenta en Twitter.
El cambio climático es un fenómeno complejo y multifacético que se ha estado produciendo de forma progresiva en las últimas décadas: mientras que la evolución de las especies por selección natural es una constante en la vida en nuestro planeta. La clave ahora es discernir si el cambio climático (en concreto, el aumento de la temperatura) es la causa principal de la evolución por selección natural en especies en las que se han observado cambios en los últimos años.
En declaraciones difundidas por Cell, editora de la revista en la que se publica el estudio, Sara Ryding recuerda que “muchas veces, cuando se discute el cambio climático en los principales medios de comunicación, la gente se pregunta ‘¿pueden los humanos superar este problema?’ O ‘¿qué tecnología puede resolver esto?’, indica la coautora.
Pero no es un problema solo de y para humanos: Ya es hora de que reconozcamos que los animales también tienen que adaptarse a estos cambios, afirma Ryding.
Uno de los problemas para saber si la vida silvestre es capaz de adaptarse al cambio climático es que, por lo general, la evolución por selección natural se produce en períodos de tiempo muy largos; muchísimo más que las pocas décadas de aumento de temperaturas del actual cambio climático.
En todo caso, el cambio climático provocado por los humanos está ejerciendo mucha presión sobre diversas especies y no todas ellas pueden adaptarse alteraciones ambientales tan rápidas.
Los autores exponen que en los últimos años se han documentado cambios morfológicos en diversas especies de aves que pueden estar asociados a la adaptación al aumento de temperaturas.
Varias especies de loros australianos han mostrado, en promedio, un aumento del 4% al 10% en el tamaño del pico desde 1871, y esto se correlaciona positivamente con la temperatura del verano cada año.
Entre otras especies de aves en las que se ha observado este aumento del tamaño del pico en ambientes de mayor temperatura, el nuevo estudio incluye los casos de cacatúa gang-gang (Callocephalon fimbriatum), el perico variado (Psephotellus varius) y el l perico dorsirrojo (Psephotus haematonotus)
En la subespecie de junco de ojos oscuros de América del Norte ( Junco hyemalis dorsalis, ave paseriforme), se ha observado una relación entre el aumento del tamaño del pico y las temperaturas extremas a corto plazo en ambientes fríos.
También se conocen estudios en los que se documentan cambios en especies de mamíferos y su posible relación con el aumento de las temperaturas, recuerda el artículo ahora publicado. Entre otros casos, el equipo de Sara Ryding destaca las investigaciones sobre la longitud de la cola en ratones de campo (Apodemus sylvaticus) madera y aumentos en el tamaño de la cola y las patas en musarañas enmascaradas (Sorex cinereus) .
“Los aumentos en el tamaño de los apéndices que vemos hasta ahora son bastante pequeños, menos del 10%, por lo que es poco probable que los cambios se noten de inmediato”, dice Ryding. “Sin embargo, se prevé que aumenten los apéndices prominentes, como las orejas, por lo que podríamos terminar con un Dumbo de acción real en un futuro no muy lejano”.
Miembros del equipo en el que participa Sara Ryding tienen la intención de investigar el cambio de forma en las aves australianas de primera mano mediante el escaneo en 3-D de especímenes de aves de museos de los últimos 100 años. Le dará a su equipo una mejor comprensión de qué aves están cambiando el tamaño de los apéndices debido al cambio climático y por qué.
“El cambio de forma no significa que los animales estén adaptándose al cambio climático sin problemas”, indica Ryding. “Solo significa que están evolucionando para sobrevivir, pero no estamos seguros de cuáles son las otras consecuencias ecológicas de estos cambios; ni tampoco sabemos cuántas especies son capaces de cambiar y sobrevivir”.
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