La pandemia nos enfrentó a un duelo repentino

miércoles, noviembre 11, 2020

Verónica Egas, psicóloga y docente de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, cree que la sociedad está en un momento en el que es muy difícil aceptar los límites; el Covid-19, según su análisis, llegó para mostrar esos límites humanos...

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La emergencia sanitaria ocasionada por la pandemia del Covid-19 ha enfrentado a miles de personas a un proceso de duelo. Este no se refiere únicamente a las pérdidas de personas, sino también a la separación y el cambio inesperado de su vida con la anterior normalidad. Este cambio fue más abrupto porque la sociedad contemporánea no estaba preparada para enfrentarse a un virus, fue muy difícil aceptar que una sociedad del siglo XXI con avances científicos y tecnológicos tenga que hacerle frente a una pandemia.

La Universidad San Francisco de Quito en colaboración con varias universidades del país han organizado la Semana Interuniversitaria de la Psicología 2020, para tratar el tema más actual en tiempos de pandemia el de salud mental en el contexto de la pandemia.

Verónica Egas, psicóloga y docente de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), fue la encargada de tratar el tema del proceso de duelo que el mundo en general lleva en medio de la pandemia del Covid-19.

Para Egas, la sociedad está en un momento en el que es muy difícil aceptar los límites; el Covid-19, según su análisis, llegó para mostrar esos límites humanos.

Desde la infancia el ser humano ya se enfrenta a sus primeras pérdidas, por ejemplo el momento de la separación de los padres para ir a la escuela, aseguró Egas. El manejo en esta etapa inicial de la vida respecto a la pérdida es fundamental para los procesos de duelo que se viven en la adultez.

Con la pandemia el ser humano tuvo que enfrentarse a la idea de la muerte propia y de las personas que están a su alrededor. En el contexto del Covid-19 todos han sufrido pérdidas.

Egas destacó la importancia que, en el contexto actual, le dan las personas a los ritos de despedida a sus seres queridos, independientemente de la religión, porque para las personas es necesario cerrar ciclos de la pérdida para que el proceso de duelo pueda completarse.