Desde el inicio de la pandemia del Covid-19, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional dispuso acatar medidas de seguridad para evitar el contagio, una de ellas es el uso obligatorio de mascarillas de todo tipo en los lugares públicos. Esto generó un aumento en la generación de desechos sólidos, porque la ciudadanía, además de mascarillas, comenzó a usar guantes y visores como una medida adicional de protección.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros especialistas, los guantes desechables no son la mejor opción porque su uso puede provocar el descuido de las medidas de desinfección de las manos. Son recomendables únicamente cuando exista contacto con personas infectadas. Nada reemplaza el lavado de manos y el uso de gel antibacterial o alcohol.
Ahora es necesario diferenciar el tipo de desechos que se generan; los comunes de personas no infectadas y los infecciosos producidos por los hospitales, centros de salud y familias que tienen un miembro contagiado. Estos son considerados como desechos peligrosos con los que se debe tener más cuidado para proteger al personal de recolección de basura.
En hospitales y centros médicos existe un protocolo establecido de separación de desechos contaminantes, los cuales son colocados en fundas de color rojo. Son recolectados de forma separada y transportados a la Empresa Pública Metropolitana de Gestión Integral de Residuos Sólidos (EMGIRS – EP) en donde son sometidos a un proceso especializado de autolavado para eliminar todo tipo de patógeno de los residuos y así minimizar los riesgos de infecciones y los impactos ambientales.
Es importante que cada familia gestione de forma adecuada la recolección de sus desechos y también se los clasifique en comunes y en infecciosos, tales como kleenex, mascarillas desechables, guantes con el fin de darles un tratamiento adecuado y seguro, en caso de no tener bolsas de basura rojas, es recomendable señalar con un lazo rojo la funda que los contiene para indicar que son contaminados.
El manejo adecuado de desechos infecciosos desde los hogares ayuda a evitar que exista un mayor número de contagios en el personal de la Empresa Pública Metropolitana de Aseo de Quito (EMASEO-EP) debido a que pueden tener presencia viral.
En el caso de que una familia tenga un familiar contagiado es importante que realice un debido proceso de manejo de desechos y de desinfección para que se procure evitar el contagio del resto de familia. La persona contagiada debe ser quien recolecte su mascarilla en una funda al igual que la ropa, las cuales deben ser lavadas con agua y jabón. Se puede dejar las prendas de vestir usadas en la funda por unas cuantas horas o hasta el día siguiente para lavarla separada de la ropa de los demás miembros de la familia. La bolsa de ropa sucia del infectado debe ser rociada con alcohol o agua con cloro para evitar el contagio de la persona encargada de lavarla. En estos casos es prudente que quien esté a cargo del cuidado y atención del enfermo utilice también una mascarilla descartable y la cambie con cada acercamiento a la persona contagiada.
En el mercado existen mascarillas reutilizables que no son desechables, en este caso es importante su adecuado proceso de lavado y secado asegurando la confiabilidad para volver a reutilizarlas sin problema. Sin embargo, estas mascarillas elaboradas con cualquier tipo de tela es recomendable cambiarla cada tres o cuatro horas para asegurar que su protección sea efectiva, tienen una vida útil de varios meses, mientras que las mascarillas desechables deben ser utilizadas por una única vez y desecharlas inmediatamente después.
El uso de mascarillas elaboradas con telas antifluido permite que se pueda reducir la cantidad de basura y minimizar el impacto ambiental. Representa un ahorro para la economía familiar ya que no requiere una renovación diaria. Se puede usar de diferentes modelos y colores como una forma de motivar a los niños para que las usen diariamente.
El incremento de basura y de desechos originados por la pandemia no se limitan a las mascarillas y guantes, sino también a los generados por el uso de utensilios desechables utilizados para los servicios de comida a domicilio, lo que ha aumentado exponencialmente la basura compuesta por fundas, por contenedores plásticos, vasos descartables, etcétera. Esto ha ocasionado que los esfuerzos por reducir la cantidad de plástico utilizado se estanquen.
Las familias deben implementar medidas para no acumular los recipientes plásticos desechables en sus casas, para ello es posible pedir la comida a domicilio en un contenedor familiar y no individual para evitar generar más basura.
Estos contenedores de plástico desechables no deben ser quemados o incinerados en casa para deshacerse de la basura, ya que al quemarlos pueden producir gases tóxicos que perjudican su salud. Simplemente se debe tratar de reducir su consumo y tener un manejo adecuado al descartarlos tratando de separarlos de otros desechos y así promover el reciclaje. Son medidas básicas para protegerse y proteger a los demás.
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