Las exigencias de la Asamblea

sábado, agosto 29, 2020

Daniel Mendoza y Daniel Salcedo están detenidos, Abdalá Bucaram permanece con grillete electrónico porque en todo su ego, muy similar al del expresidente refugiado en Bélgica, creyó ser intocable. Los Bucaram comenzaron a apoyar al correísmo asegurando que  el expresidente, al igual que Bucaram, era víctima de persecución política...

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Una Asamblea que no llega ni al cinco por ciento de aceptación se ha dedicado a la sana tarea de fiscalizar a su favor. La tarima montada es la del juicio político en la que podrán dar rienda suelta a sus rimbombantes discursos. En su mira están dos ministros, María Paula Romo y Richard Martínez, quienes han puesto la cara en el manejo de la crisis sanitaria en el frente político y operativo y en el frente económico; deplorable, según el correísmo, porque no pidieron ayuda a Cuba ni Venezuela, países que estaban listos para enviar equipos técnicos, como los que operaron en el paro de octubre de 2019.

El 5 de junio fue detenido el asambleísta Daniel Mendoza por los negociados con el hospital de Pedernales, una megaobra heredada del gobierno anterior, y la Asamblea hizo mutis por el foro; casi tres meses después, cuando las quinielas electorales comenzaron a rodar y Mendoza decidió acogerse a la cooperación eficaz, 123 asambleístas decidieron censurarlo. Casi tres meses después.

La responsable de su detención y de evitar su fuga del país fue María Paula Romo.

Días después de la detención de Mendoza, el 8 de junio, en la frontera con Perú se cayó una avioneta tipo Piper PA-32 Cherokee Six, con matrícula ecuatoriana HC-BLO, en la cual se desplazaban, entre otros, Daniel Salcedo y la modelo Jocelyn Mieles. Al día siguiente, Salcedo fue deportado a Ecuador por la intervención directa de la ministra de Gobierno.

Hasta entonces lo que se conocía eran denuncias aisladas sobre venta de insumos médicos con sobreprecios en plena pandemia, en la que estaban involucrados el IESS, la Prefectura del Guayas, el Municipio de Quito, la Prefectura de Pichincha y un sinnúmero de alcaldías y Prefecturas. ¿Quién repartió los gobiernos locales?

La Fiscalía comenzó las investigaciones y los allanamientos y pronto se conoció sobre la existencia de una estructura criminal organizada con dos de sus principales mentores detenidos, uno que ya preparaba su campaña presidencial y otro que declaró su deseo de ser asambleísta, tras su detención.

Una estructura que no viene de ahora, ¿qué Gobierno construyó y equipó hospitales hasta ahora con dudas de sobreprecios? ¿Por qué la Asamblea se niega a ir hasta la cabeza de la hidra? Eso no da tarima.

Daniel Mendoza y Daniel Salcedo están detenidos, Abdalá Bucaram permanece con grillete electrónico porque en todo su ego, muy similar al del expresidente refugiado en Bélgica, creyó ser intocable. Los Bucaram comenzaron a apoyar al correísmo asegurando que  el expresidente, al igual que Bucaram, era víctima de persecución política, y la Asamblea decidió, casi tres meses después de la detención de Mendoza y Salcedo, censurar al primero y pedir la renuncia de la ministra que logró sus detenciones.

¿Quiénes estaban en el círculo íntimo de Mendoza en la Asamblea?, ¿quiénes fueron sus operadores para montar su movimiento político con el que intentaría llegar a la Presidencia? Nada de eso interesa a la Asamblea ni al correísmo sobre todo, porque su único interés es sacar a Romo y Martínez del Gobierno.