Sin asustar a los mercados

lunes, julio 27, 2020

La Solicitud de Consentimiento e invitación de intercambio de los 10 bonos globales por cuatro nuevos bonos (incluyendo el bono de intereses acumulados entre marzo y agosto), con mejores condiciones de financiamiento, se origina en las necesidades más inmediatas del país para financiarse...

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En diciembre de 2008, el gobierno del expresidente Rafael Correa declaró en moratoria selectiva parte de la deuda en bonos Global, al suspender el pago de un cupón de los bonos Global 2012 que vencía a mediados de diciembre y anunció que presentaría una propuesta de reestructuración a los tenedores para obtener un descuento importante del valor de los papeles, cuyo precio en el mercado estaba entre un 25 por ciento y un 28 por ciento.

La propuesta de recompra fue presentada a tenedores de bonos Global 2012 y 2030, que agrupaban un capital de $3.210 millones y que fueron calificados de ilegales tras una auditoría de la deuda. Fueron en los tiempos en que el excanciller, Ricardo Patiño, se reunía en un hotel de Quito con cámaras escondidas para hablar de asustar a los mercados.

Ese proceso nunca fue claro y fue promocionado con bombos y platillos, como si Ecuador hubiera recuperado su independencia. Cinco años después ese mismo Gobierno volvió a los mercados de capitales para seguir endeudándose porque su ritmo de gastos con tantos viajes honoris causa y aviones privados, comprados con dineros públicos, no alcanzaba.

El actual Gobierno, en plena pandemia, ha presentado una propuesta a esos tenedores de bonos para renegociar la deuda. Una propuesta concreta a la que dos grupos de bonistas intentan ponerle zancadillas. La situación no solo en el Ecuador sino en el mundo es alarmante por la pandemia del coronavirus.

La Solicitud de Consentimiento e invitación de intercambio de los 10 bonos globales por cuatro nuevos bonos (incluyendo el bono de intereses acumulados entre marzo y agosto), con mejores condiciones de financiamiento, se origina en las necesidades más inmediatas del país para financiarse. Es una propuesta que ha recibido el respaldo de los organismos multilaterales.

El país necesita aliviar el flujo de recursos para hacer frente a la crisis económica heredada por el gobierno anterior y a la generada por la pandemia. Sería lamentable que los bonistas intentaran mantener sus draconianos reclamos sobre una propuesta hecha de manera pública, sin necesidad de asustar a los mercados.