El teletrabajo y el telestudio no han traído consigo nuevas enfermedades sino más bien son consecuencia de no organizar el tiempo correctamente, se le debe dedicar el mismo tiempo que se lo hacía en la oficina todos los días.
Todos tuvimos que enfrentarnos a trabajar y estudiar desde casa de un día para otro. La emergencia sanitaria no fue la mejor manera de experimentar esta nueva modalidad, por sí misma la pandemia y todo lo que conlleva ya es una situación de estrés. Estudios demuestran que en varios países del mundo desde hace varios años atrás ya aplicaron el teletrabajo como una modalidad y esto para ellos no ha sido nuevo.
Poco a poco la mayoría de las personas se han ido adaptando a trabajar desde casa. En otros países del mundo, por ejemplo en Finlandia, ya aplicaban esta modalidad mucho antes de la pandemia considerándola como una herramienta muy útil para aquellas personas que tienen a su cargo el cuidado de niños o adultos mayores.
Las condiciones en las que hemos conocido la modalidad del teletrabajo no ha sido una muy buena experiencia; sin embargo, suele ser muy productiva porque permite a las personas disfrutar más de sus actividades laborales, incluso más que en la oficina, todo depende de los límites que se ponga cada uno.
Como en el trabajo presencial, si no se regula el tiempo que se va a pasar frente a una pantalla las consecuencias podrían ser problemas visuales, lumbares o circulatorios. Es muy importante que en el teletrabajo organicemos el tiempo estableciendo metas, objetivos y plazos para que la actividad sea productiva y no desgastante.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) da ciertas recomendaciones para realizar de mejor manera las actividades laborales bajo esta modalidad. Tener una buena comunicación con los compañeros y directivos de la empresa es esencial para que el teletrabajo funcione. El enfoque de gestión de la empresa debe basarse en resultados, con lo cual cada empleado puede definir sus propias metas y organizar sus tareas.
Las videoconferencias son una buena herramienta para revisar cada cierto tiempo el progreso de cada uno y los resultados obtenidos, con ello se evita perder tiempo de la jornada laboral elaborando una gran cantidad de informes. Tener las expectativas claras es muy importante por parte del empleado y del empleador, desde el principio es recomendable establecer el horario de trabajo en el que el empleado estará disponible para la empresa, con el fin de no excederse y tener la sensación de trabajar más de lo debido.
El horario de trabajo debe ser exactamente en el mismo del realizado en la oficina antes de la emergencia sanitaria, después de esto la persona tiene el derecho a desconectarse de las exigencias laborales para realizar otras actividades del hogar. Con ello el teletrabajo pasará a ser una experiencia agradable y no un martirio. Lamentablemente por la idiosincrasia de nuestra sociedad es difícil alcanzar un buen nivel de confianza con las autoridades de la empresa, pero es la base de todo tipo de relación laboral, además del respeto.
Otra de las recomendaciones de la OIT, es usar una estrategia personal, en la que además del horario, se prepare un espacio dentro de la casa idóneo para trabajar, en muchas ocasiones y lo más común es trabajar en el comedor, la sala o la habitación, lugares poco convenientes al estar rodeados de los ruidos externos, como el de los niños, el televisor o de otro tipo de actividades que interrumpen la concentración.
En el plano corporal los más comunes son los dolores a nivel lumbar, de la cintura y también los problemas relacionados a la circulación debido a la mala posición al sentarse o la carencia de sillas ergonómicas adecuadas para el trabajo dentro del hogar. Si se permanece en la misma posición más de dos o tres horas va a ocasionar una mala circulación de los miembros inferiores con los consecuentes calambres, varices o muchas otras complicaciones circulatorias.
Es recomendable respetar los principios ergonómicos al momento de trabajar, procurar que el espacio en donde vayamos a trabajar sea adecuado, es decir, contar con una mesa a una altura de acuerdo con el tamaño de nuestro cuerpo y una silla acorde con la altura del escritorio. Evitar estar sentado más de una hora en la misma posición mirando la pantalla; es recomendable realizar pequeñas pausas activas, por cada hora se debe realizar al menos cinco minutos una actividad diferente para mantener el cuerpo en movimiento.
No es necesario salir del lugar de trabajo, simplemente se puede realizar estiramientos, movimientos circulares con el cuello, las muñecas, los brazos, el objetivo es relajar la posición para no acumular tensión en los músculos. Descansar la vista es otra parte fundamental porque estar ocho o nueve horas seguidas frente a la pantalla sin interrupción provocará estrés y cansancio visual.
Está demostrado que las personas que se toman un momento para realizar pausas activas son mucho más productivas que alguien que permanece trabajando sin parar las ocho horas o más seguidas. Finalmente, se debe evitar los riesgos psicosociales, es importante despejar la mente de las noticias catastróficas que aparecen en los medios y las redes sociales. Eso ayudará a descansar y cuidar la salud mental.
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