Un nuevo mes comienza con más noticias de apertura tras el confinamiento obligado para mitigar la propagación del Covid-19. El Comité de Operaciones de Emergencia aprobó el protocolo para vuelos y de embarcaciones de transporte turístico a Galápagos desde el primero de julio. El archipiélago vuelve a abrir las puertas tras tres meses de aislamiento. Tres meses sin ingresos en un sector cuya economía depende exclusivamente del turismo.
Los requisitos para ingresar a las islas del archipiélago son bastante estrictos como el de presentar una prueba de Covid-19 con el resultado negativo, de máximo 96 horas previo al viaje contando desde la toma de muestra, realizados únicamente en los laboratorios autorizados por el Ministerio de Salud Pública. Los turistas extranjeros deberán tener resultados de laboratorios certificados de su país de origen dentro de los tiempos establecidos.
Los empleados públicos retornan a sus actividades presenciales en Quito siguiendo medidas de bioseguridad. Son unos 140 mil trabajadores de los cuales retornaría el 50 %, según la ministra de Gobierno, María Paula Romo. El objetivo sería que el retorno integral se cumpla en 15 días. El retorno implicaría establecer horarios diferenciados y quienes puedan ejercer el teletrabajo lo seguirían haciendo desde casa para evitar aglomeraciones u horas pico en el uso del transporte público.
El viernes pasado, el Fondo Monetario Internacional presentó las deplorables previsiones de crecimiento de América Latina y el Caribe con revisiones a la baja, en comparación a las presentadas en abril del 2020. Con una Argentina que pasa de -5,7% a -9,9%; con Brasil con una caída que va del -5,3% a -9,1%; con un Perú que baja del -4,5% a -13,9%, y hasta con una Colombia con su primera contracción económica en dos décadas.
Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo, dijo que sobre Ecuador no existe una publicación explícita, pero ve una economía a la baja, mucho más golpeada de lo que se estimaba en abril de este año. En ese mes se había establecido una caída del 6,3%.
Y de por medio de la pandemia, en Ecuador está una disputa a dentelladas por el poder político, con un correísmo aspirante a ser el sucesor del bucaramismo en el exilio y grupos y movimientos políticos aislados. Con unos vocales del Consejo Nacional Electoral cuestionados y aferrados con uñas y dientes a sus cargos, igual que los miembros del Consejo de Control Social.
Es la normalidad política, de la nueva normalidad nos debemos encargar los ciudadanos si no queremos seguir siendo golpeados por la pandemia del coronavirus, con la responsabilidad individual en el cumplimiento de la normas establecidas por las autoridades sanitarias. Es la única manera de recuperar el empleo y la salud mental, tras casi cien días de aislamiento.
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