¿Cuál dama del maletín?

martes, junio 9, 2020

La memoria existe. Había una estrategia para volver al poder del anterior gobierno con un borroneo de todos los escenarios antes de, para su memoria, ese fatídico 24 de mayo de 2017. Sus autores se creían intocables y, al parecer, ahora intentan mover sus últimos hilos

Tiempo de lectura: 2 minutos

El ensañamiento del correísmo y de algún sector del socialcristianismo con María Paula Romo tiene ribetes tragicómicos. El afán de desviar el foco de atención sobre los casos de corrupción durante la emergencia sanitaria por el Covid rebasa muchos límites. Y los estrategas de la campaña son visibles. Tal vez los dueños del aparato de propaganda del anterior gobierno que lograron huir hasta con saludos de despedida, después de despojarse de los grilletes importados hasta con presunto sobreprecio, presunto, porque esa justicia no llegó más allá de esa presunta presunción.

Los dueños de un poder absoluto construido durante una década. Los que conocían los resortes de los mandos medios sobre los que poco o nada se ha dicho ahora están en una campaña tragicómica. Por ejemplo, los jueces, ¿dónde está Gustavo Jalkh ahora? ¿Quién responde a esa asociación de jueces tan respaldados por el expresidente Rafael Correa, ahora muy creyente en la independencia de poderes de Montesquieu? Tan incrédulo antes.

¿Quién allanó el regreso de Abdalá Bucaram al Ecuador un 20 de abril del 2017, cuando la Corte Nacional de Justicia declaró prescrito el juicio por el caso de la Mochila Escolar que pesaba en su contra? ¿Quién se jactaba de ser el jefe de todas las funciones del Estado en ese momento, incluida la Función Judicial?

¿Quién le informaba de todos los juicios al expresidente Rafael Correa y le preguntaba cómo debía actuar? ¿Alguien se acuerda sobre cómo funcionaba la red Peñaranda? Había empresas de papel, simulación de concursos de ofertas, actas de entrega-recepción de bienes sobrevalorados. ¿Qué fue la inauguración del hospital de Los Ceibos, en Guayaquil, con bombos y platillos?

La memoria existe. Había una estrategia para volver al poder del anterior gobierno con un borroneo de todos los escenarios antes de, para su memoria, ese fatídico 24 de mayo de 2017. Sus autores se creían intocables y, al parecer, ahora intentan mover sus últimos hilos. Ya está en prisión Daniel Mendoza; el hijo de Abdalá Bucaram dijo que se había mudado de una mansión de más de medio millón de dólares prestada por su amigo accidentando en una avioneta en Tumbes. Y nadie inventa un guión para Netflix.