El llamado a la acción es: ser responsables de nuestras vidas, de nuestros seres amados, de la humanidad y de la naturaleza. Afrontar con valor esta etapa oscura, acatando las medidas de aislamiento y protección necesarias. Demostrar nuestra solidaridad con los más necesitados
Tiempo de lectura: 4 minutosLa pandemia del Covid 19, nos muestra algunas verdades duras, pero trae también la esperanza de que podemos y tenemos la obligación de lograr una mejor etapa de la historia humana, y del planeta.
- La especie humana, como decía Teilhard de Chardin, tiene una misión sagrada: proteger la totalidad de la vida en el planeta. Somos un solo Planeta Tierra, una sola Humanidad. La enorme crisis actual nos tiene que obligar a convertirnos en mejores seres humanos, y cumplir dicha misión.
- Nuestros sistemas políticos tienen limitaciones graves: el comunismo, el socialismo autoritario, los autoritarismos y dictaduras de toda laya, los populismos y la sociedad de mercado si solo busca el lucro, son inhumanos y atentan contra el conjunto de la vida en el planeta.
- La crisis es de alcance mundial. Los gobiernos de los países más poderosos y los organismos multilaterales tienen que actuar en sintonía, para corregir los errores cometidos por diversos líderes que han sido y siguen siendo irresponsables e incompetentes ante la pandemia. Urge aplicar un plan Marshall mundial para el restablecimiento de la economía y de la sociedad, sobre todo de los países más golpeados por la pandemia y los más pobres.
- Al parecer, el gobierno donde inició el contagio del Covid-19 actuó erradamente, lo cual llevó aque se expanda hacia el mundo. Posiblemente es, por acción u omisión del gobierno chino, un acto criminal de impacto mundial. Debe ser investigado, repudiado y enjuiciado este caso, por los demás países y la Corte Penal Internacional. Lo menos que ahora puede hacer con la deuda de países de economías débiles, como la del Ecuador, es refinanciarla a muy largo plazo y a intereses sumamente bajos.
- Es emergente establecer un sistema social que equilibre la economía con el cuidado de la vida, y que reduzca drásticamente la pobreza de las multitudes necesitadas. Desarrollar un sistema que defienda la libertad y los derechos individuales, pero los acompañe con una generosa cooperación hacia los otros y la naturaleza.
- Cada uno impacta sobre la humanidad y el planeta, por lo que es imprescindible superar el egocentrismo. Necesitamos juntarnos para alcanzar las grandes metas como una sola Humanidad planetaria: defensa de la vida, reducción de la pobreza y de las injusticias económico sociales, preservación de la naturaleza, amplio uso de energías renovables no contaminantes, solución pacífica de los conflictos internacionales, sanción ejemplarizadora para los grandes corruptos gubernamentales y privados, que con sus latrocinios gigantes contribuyen a empeorar la pobreza de multitudes, y agudizan las crisis económicas, sociales y de salubridad. Estos personajes infames tienen que ser declarados enemigos públicos y criminales de lesa humanidad, traidores a sus patrias, y jamás retornar a funciones públicas, además de ser obligados a devolver con urgencia los dineros usurpados a sus pueblos.
- Tras la pandemia, nuestra obligación como especie es: construir sistemas políticos, sociales, económicos, educativos, religiosos, tecnológicos y de comportamiento en general, que se sostengan en el amor a la vida, la solidaridad, la simplicidad voluntaria, la generosa cooperación internacional y comunitaria.
- Estamos viviendo una experiencia de temor extremo y mundial: Si no aprendemos de esta situación tan peligrosa, volveremos a recaer en tragedias similares o peores, por no entender la dura lección que la pandemia nos está dando: Estamos en grave riesgo, la totalidad de los seres en el planeta Tierra.
- Al estar ahora nosotros aislados, la vida silvestre va recuperando el espacio que originalmente ocupaba y que poco a poco le hemos arrebatado. Parece que el virus llegó desde la fauna silvestre, como aquella que es mantenida en condiciones crueles en mercados asiáticos. El enorme impacto que tenemos sobre la biodiversidad es a la vez un llamado desesperado de la Madre Natura a que practiquemos nuevas maneras de actuar, producir y consumir, ya que somos una especie más en este planeta y no sus únicos dueños. Es crucial que respetemos la totalidad y el valor de los otros seres, animales y plantas, y el conjunto de la vida en La Tierra.
- Disponemos de recursos, inteligencia y creatividad para lograr el gran salto de transformación mundial al que estamos siendo desafiados. Una nueva conciencia basada en valores éticos superiores, en el Amor a la Vida (Fromm), la compasión por la humanidad y la naturaleza, será el poder humano que nos permita vencer la pandemia y construir una etapa histórica mejor, más sabia. Si así lo hacemos, recordaremos este como un momento grande, tal vez el mejor momento de las generaciones actuales, y seremos en una especie que, por fin, merecerá llamarse sapiens-sapiens, pues la vida nos está llamando a asumir con sabiduría y grandeza de alma heroicas esta hora oscura.
- Hoy más que nunca antes, estamos llamados por la Vida a la grandeza, la generosidad, la sabiduría y el heroísmo.
- El sufrimiento y los problemas graves que trae esta pandemia, podemos usarlos para reaccionar inteligentemente como humanidad, país, ciudad, barrio, familia e individuos: transformar y superar nuestras costumbres y comportamientos destructivos. Hagamos una obra de arte colectiva mundial: la construcción de una sociedad internacional, nacional y local más evolucionada y sabia, es decir una transformación no- violenta.
- El llamado a la acción es: ser responsables de nuestras vidas, de nuestros seres amados, de la humanidad y de la naturaleza. Afrontar con valor esta etapa oscura, acatando las medidas de aislamiento y protección necesarias. Demostrar nuestra solidaridad con los más necesitados. Poner en segundo plano las diferencias ideológicas, políticas y religiosas, para actuar en conjunto en defensa de la vida.
- A la vez, es crucial no ser ingenuos y no dejarnos manipular por mafias políticas que se aprovechan de la pandemia para sus objetivos y apetitos infames.
En Quito, Mitad del Mundo, Corazón de la Madre Tierra, mayo de 2020
Jaime Costales Peñaherrera
Hagamos viral, pandémico, este manifiesto en defensa de la Vida, de la Humanidad y del Planeta.
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Por todo lo que Ud.dice, es crucial que la conciencia de los humanos evolucione, en Ecuador y en el mundo.
Buenos días Dr. Costales,
Muy de acuerdo con los puntos del Manifiesto por la vida y el mundo. Nuestro sistema político desde su inicio ha tenido la limitación de proveer una verdadera educación y continua hasta la presente fecha. Sin embargo, a los sujetos políticos, este sistema legal les ha facilitado el ser corruptos.
Esa limitación y facilismo radica en el sistema de leyes establecidas en la Constitución de la República. Mal hecha desde su principio y nunca corregida ni enmendada, ha pesar de tantos estudiosos en la materia, y cuando se la rehízo fue con el propósito de saquear las arcas nacionales, y peor aún, ahora con la ayuda de entidades privadas legales y ficticias. Actos amparados en ella deben calificarse como crímenes de lesa humanidad y debe establecerse un castigo máximo a quien lo comete. El mundo entero padece de este mal en menor o mayor grado y la falta de respeto a la vida macro- y microscópica abunda en el mayor grado.
La pandemia del COVID 19 y el cambio climático nos llevará atrás en la historia. Es emergente llevar acabo un buen plan para sobrevivir y surgir como una nueva sociedad educada, conocedora de sus derechos y respetuosa de los ajenos.
Los tiempos actuales nos obligan a buscar caminos pacíficos y constructivos de trasnformación, estimada Jacqueline, para arrebatar la influencia y el poder a las grandes mafias políticas. Y a la vez inspirar a la gente a sumarse a esa enorme y grandiosa tarea de transformar la vida.