No pasó ni una semana de iniciada la cuarentena, para evitar propagar el contagio del Covid-19 y en diversos países del mundo incluido el Ecuador comenzó a circular un texto por WhatsApp invitando a los solteros y divorciados, a aplaudir en sus balcones a determinada hora para “reconocer el esfuerzo que están haciendo los casados”.
Si bien al momento de elegir una pareja se lo hace con la idea de pasar la vida junto a ella, eso incluye otros aspectos como el trabajo, la familia, los amigos, las salidas, entre otras actividades. Pero con el coronavirus todo cambió y ahora muchas parejas deben pasar día y noche en sus casas.
En China, donde las ciudades están volviendo de a poco a la normalidad tras haber pasado el momento crítico de la crisis por el coronavirus, varias oficinas de registro civil están alcanzando cifras récord de solicitudes de divorcio, según lo reportó el diario oficialista chino Global Times.
Las parejas en esta época de encerramiento, al igual que el resto de las personas, unas muestran mayor capacidad de manejar la dependencia de la compañía constante y otras tienen menos capacidad de manejarla. No es algo que se vive sólo como pareja sino que en general expresa una forma de ser. Hay personas que tienen una necesidad mayor de espacio personal y de tener momentos para sí mismo, de lectura, de introspección, de hacer cosas para sí y de definir los momentos para compartir.
Desde esta perspectiva, algunos miembros de la familia tendrán más conflictos en esta época, mientras que otros estarán más contentos y divertidos porque prefieren esta sensación de compañía, de compartir con la gente a la que pueden ver y de la que dependen físicamente. Y eso mismo es lo que va a pasar a nivel de pareja. Uno de los grandes retos y una de las primeras reglas de convivencia es aceptar y enfrentar estas diferencias individuales.
Las parejas necesitan comprender que el hecho de estar conviviendo físicamente tanto tiempo, les puede poner al límite de sus respectivas necesidades personales de independencia. En general, las parejas que se llevan bien suelen estar bien combinadas en su vida en general, han sabido manejar sus necesidades de dependencia e independencia de una manera relativamente tranquila y es por eso que tienen una buena relación. En cambio, las parejas que no se llevan bien, siempre han tenido dificultades a este nivel y ahora que viven el encierro, definitivamente tendrán mayores dificultades.
Para estas parejas, de las variadas dificultades que ya tenían, algunas pasaban desapercibidas por el hecho de que no tenían que verse tanto tiempo ni de convivir tan a menudo, ya que pasaban más tiempo separados sin enfrentar algunas dificultades que se generan en largas épocas de convivencia y encierro como estamos hoy en día. La cuarentena para las parejas, es un momento de verdad, quienes tienen más facilidad de relacionarse y la capacidad de estar juntas, disfrutarán de esta experiencia. Para otras en cambio, se pondrá en evidencia muchas cosas que no les gusta de su pareja y es posible que terminen este aislamiento hastiándose del otro y afirmando que la convivencia no les ha facilitado los procesos de relación, sino que los ha dificultado.
Las parejas que se encuentran bien y tranquilas seguirán disfrutando, respetando, y deseando la compañía del otro. Incluso extrañarán esta época de tanta cercanía y convivencia. Para aquellas parejas que se les ha dificultado la convivencia, tal vez es un espacio para reconsiderar qué necesitan mejorar o cambiar después de la cuarentena, si quieren mantener su relación. Podrán visualizar lo que les ha pasado y determinarán si pueden y quieren hacer correcciones, para mejorar la relación que han descubierto. Este aislamiento nos permite a todos un descubrimiento personal, en relación a como somos tanto dentro de la familia, como en pareja.
En cuanto a convivencia y roles dentro del hogar, lo mas posible es que cualquier actitud que se tenía antes de esta cuarentena, probablemente seguirá vigente. La realidad es que, ni el aislamiento ni la obligación de estar juntos tanto tiempo como pareja o en familia, cambia la mentalidad. En esta época se evidenciará claramente el impacto que tienen los roles de género inflexibles y las ventajas que conlleva los roles compartidos. Es decir, una mujer que ha asumido roles hogareños antes de la cuarentena, en este momento difícilmente va a cambiar, porque su mentalidad no estaba construida en esa dirección. Lo que sí puede pasar es que, el hombre pareja de esta mujer, que en cambio estaba acostumbrado a salir de casa, a ser el que trabaja fuera, ahora se sentirá que no tiene un rol importante ni un espacio en el hogar.
En el momento en que este hombre sienta que no tienen un rol, muy posiblemente buscará tener uno dentro del espacio del hogar. Esto ocurre con frecuencia con los hombres que se jubilan. Ellos suelen buscar alguna actividad y roles dentro del hogar, comienzan a utilizar el espacio de la cocina, a arreglar y las mujeres, acostumbradas a ser las “jefas y dueñas del hogar”, se sienten incómodas con esta contribución, a la que consideran una “intromisión” con la que no están habituadas. Esto puede generar conflictos nuevos en la relación de pareja durante la cuarentena.
Por otro lado, muchas personas trabajadoras que están en casa durante la cuarentena y tienen teletrabajo, tienen poco, o incluso ahora, menos tiempo para las demandas y actividades del hogar, por lo que se encuentran más ocupadas, agobiadas y cansadas que con las labores normales que se cumplían anteriormente en sus jornadas laborales. Esta mayor demanda puede generarles mas conflictos en la pareja de las que había anteriormente y la resolución de los mismos es un nuevo reto que necesitan aprender a afrontar.
Por otro lado, si un hombre y una mujer estaban acostumbrados a salir a trabajar, y luego a re-encontrarse en casa después del trabajo porque tenían una persona que se encargaba de las tareas del hogar y de los niños, ahora, con este tiempo de encerramiento, se van a encontrar con una novedad que puede ser un problema: ya no tienen el recurso de esa persona que cumplía ese rol del hogar. Estar en cuarentena implica tener tareas extras en el hogar (arreglar, cocinar y lavar más) y, en el caso de que la pareja tenga niños o personas a cargo, asumir roles más activos de cuidado, bienestar y hasta educación. Este es un reto para las parejas acostumbradas a trabajar fuera del hogar, pues ahora, tendrán que definir sus nuevas responsabilidades dentro de la casa.
Estas parejas saldrán de esta experiencia reconociendo mejor el rol que cumplen como parejas, padres y miembros de un hogar. Hay partes del ser de uno mismo y del otro que no conocemos hasta que estamos en situaciones específicas. Este es un espacio interesante para las parejas, en el que descubrirán aspectos del otro, es una oportunidad de mejorar o de empeorar su relación, dependiendo como se porten el uno con el otro.
Al igual que antes de la cuarentena, para las parejas que quieran hacer de esta época una oportunidad de acercamiento, es importante que busquen dentro de su hogar, esos espacios y esos momentos para jugar, para reírse, para compartir tanto física como emocionalmente. Quienes tienen hijos pequeños, estos buscarán estar cerca y por lo tanto, la pareja tiene pocos momentos y espacios de intimidad, al igual que antes de la cuarentena. Descubrir como ser pareja y padres es un proceso que va mas allá de esta época de cuarentena. Todo tiene su tiempo, su lugar. Ahora, es tiempo de convivencia, de encerramiento y de aprovechar la cercanía de todos los miembros del hogar, incluido los niños.
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