Tres días después de que Brasil confirmara un caso del nuevo coronavirus, el primero detectado oficialmente en América Latina, se conoció que el Covid-19 también estaba en el Ecuador, convirtiéndose en el tercer país de la región, luego de que México confirmara un caso. República Dominicana es el cuarto país en tener un paciente con el nuevo coronavirus.
El virus dio positivo en una mujer de 71 años que llegó al país en un vuelo directo desde Madrid, el 14 de febrero pasado. Sin embargo, en los días siguientes empezó a sentir malestar y presentó fiebre. Luego de hacer las pruebas respectivas, dieron positivo en Covid-19. Un día después del anuncio se confirmaron seis nuevos casos de coronavirus en personas que tuvieron contacto directo con la mujer, sin embargo todos presentan síntomas leves y se encuentran en cuarentena en sus domicilios. Mientras que la paciente de 71 años está asilada en una de las casa de salud dispuesta para estos fines. A ellas se suma la vigilancia a unas 177 personas entre ellas pasajeros del avión en el que viajó, el equipo médico y familiares. Hasta el viernes 6 de marzo en Ecuador se reportaron 13 casos positivos. Mientras que en América Latina, Chile y Argentina se sumaron a la lista de países con pacientes portadores del virus.
El Gobierno ha activado un plan nacional para proteger a la población ante la enfermedad, catalogada de muy alto riesgo de contagio por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Parte de esas medidas es la designación de un hospital para atender exclusivamente los casos confirmados de Covid-19 y adicionalmente, dentro de la red pública de salud, se cuenta con otros 14 centros que tienen las condiciones necesarias para recibir a quienes contraigan la enfermedad.
El hospital Luis Vernaza, es uno de estos centros centinela y cuando se acerca un paciente con sospecha de coronavirus se comunica al Ministerio para derivarlo al hospital designado. Pero tanto en hospitales públicos como privados se han tomado las medidas respectivas con infraestructura y personal capacitado.
Algo similar ocurrió cuando apareció la influenza AH1N1, que tienen una sintomatología muy parecida al Covid-19. Incluso su letalidad comparada a la AH1N1 es muy baja, pero tampoco se lo calificaría como un virus mediático.
Sin embargo, desde que comenzó a propagarse el nuevo coronavirus, en diciembre pasado, una de las grandes interrogantes que se realizan los expertos y las autoridades sanitarias es cuán mortal es esta nueva enfermedad.
La tasa de letalidad general, de acuerdo con el estudio más completo sobre el brote realizado por el Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), es de un 2,3%,siendo las personas mayores de 80 años las que corren más riesgo, con un índice de mortalidad del 14,8%.
La investigación del CDC asegura que alrededor del 80,9% de las infecciones del nuevo coronavirus se clasifican como leves, el 13,8% como graves y solo el 4,7% como críticas, lo que incluye insuficiencia respiratoria falla multiorgánica y shock séptico.
Incluso la OMS ha señalado que el covid-19 no es tan mortal si se compara con otros coronavirus antes registrados, entre ellos el SARS y el MERS.
El riesgo de muerte en el caso del SARS, por ejemplo, fue mucho mayor cuando surgió el brote en 2003, con alrededor de un 10% de tasa de mortalidad (de los más de 8.000 casos, hubo 774 muertes). Mientras que con el MERS fue de entre el 20% y el 40%, dependiendo del lugar.
El escenario cambia radicalmente si se compara el nuevo coronavirus con otras enfermedades infecciosas graves como la rabia (que se transmite al hombre normalmente por la mordedura de animales domésticos) y el ébola. La rabia tiene una tasa de mortalidad de aproximadamente un 95% mientras que el ébola, de un 50%. Estas son enfermedades muy serias, definitivamente más graves que el coronavirus.
Sin embargo, la alarma al momento está centrada en el nuevo coronavirus, en el país hemos tenido pacientes con dengue y han recibido diagnóstico oportuno y seguimiento. A esta y otro tipo de enfermedades como el paludismo, se las demonima reemergentes, es decir en cualquier momento pueden tener un pico, pero ahora sin menospreciar a los otros virus hay que darle mucha importancia al nuevo coronavirus.
El contagio de una persona a otra depende del contacto, de quienes han estado con ella. Por ello, las autoridades ecuatorianas llamaron a la “corresponsabilidad ciudadana” y a “reforzar las medidas de precaución”. Entre ellas están no estar en contacto con personas que presenten afecciones respiratorias. No enviar a los niños a la escuela si presentan fiebre de 38 grados en adelante, dolor de cabeza o tos seca; al toser o estornudar, utilizar el codo para no diseminar las partículas virales, usar mascarillas para evitar la propagación del virus y lavarse las manos de forma continua, por al menos 20 segundos.
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