En las últimas semanas se han registrado en el Ecuador varios sismos. La concentración de este tipo de movimientos telúricos fue sentida sobre todo en la costa ecuatoriana, uno de ellos tuvo como epicentro la provincia de Santa Elena, el pasado domingo 7 de abril, cuya magnitud fue de 5,5 Mw.
En principio se había mencionado que el sismo tenía una profundidad de 2,5 kilómetros. Esto hubiera representado grandes daños físicos, sin embargo, una vez corregidos los datos por parte del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional, se estableció que la profundidad real fue de 62 Km. Esta información la corrobora el Observatorio Sísmico del Ecuador y del Grupo de Ingeniería Sísmica y Sismología de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), lo cual concuerda con los daños presenciados.
Según datos del Instituto Geofísico del Ecuador, en lo que va del 2019, se han registrado en territorio nacional 1.500 sismos. Esta actividad sísmica, superior a la presentada en años anteriores, no es anormal para territorios como el ecuatoriano, que se encuentra cerca de una zona en la cual ocurre subducción de una placa tectónica. Es por esta razón que Ecuador forma parte del denominado Cinturón de Fuego del Pacífico.
La ocurrencia de los sismos en el Ecuador, es similar a la de las costas peruanas, colombianas y chilenas. Debido a la cercanía al borde de la placa Sudamericana, donde la actividad sísmica siempre será muy elevada. Por esta razón países como Brasil o Argentina – que están más alejados de la unión entre placas- corren menos riesgos de presenciar un fuerte sismo. En este sentido, la frecuencia con las que se han presentado movimientos telúricos en las últimas semanas no son motivo de alarma. Y bajo un análisis técnico científico se puede aseverar que la ocurrencia de varios sismos de baja intensidad no dan paso a un gran terremoto, como se especula en diversas redes de comunicación.
En los últimos años, cada vez que ocurre un movimiento telúrico, las redes sociales nos invaden con fake news con respecto a megaterremotos que se avecinan, ciudades completamente destruidas, etc. La desinformación llega a tal punto que actualmente existen páginas, que han clonado nombres de instituciones importantes, que aseguran dar una predicción de los sismos, lo cual es falso, y es importante recalcar que los sismos no se pueden predecir.
Es comprensible el grado de temor con el que diversos ciudadanos perciben los movimientos telúricos en el Ecuador, sobre todo luego del gran terremoto del 16 de abril del año 2016. Sin embargo, a pesar del riesgo sísmico de nuestro territorio, la mejor herramienta con la que cuentan los ecuatorianos es la prevención. En ese sentido cuando se realice la construcción o remodelación de una vivienda o edificación es necesario que se sigan los estándares establecidos por la Norma Ecuatoriana de la Construcción.
Lo que aconsejaría a la ciudadanía es informarse de manera segura a través de las cuentas oficiales y, además, estar siempre precavidos y preparados para un sismo en todo momento. Debemos identificar en nuestros hogares o trabajos, cuáles son las zonas seguras; es decir, espacios alejados de ventanas o paredes. Recomiendo buscar zonas cercanas a estructuras más rígidas como las columnas.
En caso de un sismo usted debe actuar con serenidad, que siempre será la mejor opción. Evite salir despavorido a la calle, porque en ese transcurso puede ser víctima del colapso de paredes, ventanas, postes y cables eléctricos, lo cual generaría un mayor riesgo.
Todos debemos tener lista la mochila de emergencia con agua, linterna, radio a pilas, botiquín pequeño, silbato, copia de llaves y documentos importantes al igual que alimentos no perecibles, para cualquier eventualidad. Esto no quiere decir que un gran sismo ocurra en las próximas horas, simplemente debido a las características naturales de nuestro país es importante estar preparados.
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