El nuevo ministro de Economía de Argentina, Martín Guzmán, culpó de toda la crisis que vive ese país a lo que llamó el modelo fracasado de Mauricio Macri que estuvo cuatro años en el poder sin hacer alusión a los 12 años en el poder del kirchnerismo, de los cuales ocho estuvo al mando de Cristina Fernandez de Kirchner, ahora vicepresidenta junto a Alberto Fernández.
Tras el anuncio de Fernández de que no tenía la plata para pagar al Fondo Monetario Internacional y la reunión de los nostálgicos del socialismo del siglo XXI en su posesión, que creen ver el regreso de sus años de gloria, el ministro aseguró que han llegado a resolver un problema de virtual default de la administración anterior.
En otras palabras, del discurso tuvo que aterrizar en el pragmatismo de la economía. En el fondo, los anuncios no cambian en nada las políticas mantenidas por Macri, tras el acuerdo con el Fondo, así el ministro diga que presentan en sociedad un programa económico diseñado por el actual gabinete, como si nadie se hubiera enterado de sus reuniones secretas con la jefa del multilateral, Kristalina Georgieva.
Su discurso,dijo, fue para tranquilizar la economía al descartar una fuerte emisión para financiar la expansión porque atenta contra la estabilidad de la macroeconomía, cuya situación es muy frágil, según sus palabras. Y dio resultado. El dólar se mantuvo estable y no hubo agitación en los índices de la Bolsa de Buenos Aires.
Fernández, por intermedio de su ministro de Economía, hizo lo obvio: culpar a Macri, no al kirchnerismo, de implementar un modelo económico fracasado cuyo resultado fue altas tasas de desempleo y pobreza, destrucción de empresas. Pese a eso nada cambia en Argentina, se mantiene inalterado el cepo cambiario, una medida implementada por Cristina Fernández de Kirchner en noviembre de 2011 para restringir la venta de la divisa del dólar y mantenida por Macri.
Alberto Fernández no heredó un problema solo de Mauricio Macri, sino el que dejó el gobierno de su vicepresidenta y las soluciones que intentó implementar, la causa de la ascensión de Macri y la debacle del kirchnerismo que vuelve gracias a los cantos de sirena. ¿Qué hizo mal Macri? Tal vez intentar ganar tiempo para postergar soluciones de una situación insostenible en lo económico.
Los socialistas del siglo XXI que llegaron para la foto social con Alberto Fernández hicieron más mal que bien al nuevo gobierno argentino, porque ellos en el fondo son la imagen de lo que ocurre en Venezuela, de que la Unasur nunca haya sido un proyecto de integración, de que Telesur se haya convertido en una rancia cadena de propaganda del chavismo, del caso Odebrecht…
¿Por qué no fue ni siquiera Manuel López Obrador a la posesión de quién pintaba como su futuro gran aliado en la región para revivir proyectos moribundos?, porque para el México de López Obrador o cualquier otro político más importante que absurdos como el Alba, ideada por Hugo Chávez, es el tratado de libre comercio que tiene con los imperialistas Estados Unidos y Canadá.
Lo único que ha hecho esa foto social de los socialistas del siglo XXI con Alberto Fernández en Buenos Aires es que Ecuador avance en su intento de formar parte de la Alianza del Pacífico. Algo bueno debía resultar de la decisión de Alberto Fernández de privilegiar una relación con un expresidente, con orden de prisión preventiva, que con las autoridades constitucionalmente elegidas de Ecuador.
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