Factores psicosociales predictores del consumo problemático de alcohol en estudiantes universitarios

sábado, septiembre 28, 2019

La mayoría de los estudios se concentran en el consumo de drogas ilícitas, pese a que las drogas aprobadas socialmente como el alcohol y la nicotina son las más consumidas en el país y las que más problemas generan principalmente entre los estudiantes.

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La adicción a las drogas se considera, desde los años setenta, como una pandemia de expansión global acelerada. Es uno de los problemas socio-sanitarios en Ecuador y el mundo por su elevado costo humano, económico, su estrecha relación con la violencia, la delincuencia, los accidentes de tránsito y con las patologías somáticas y psicológicas.

La mayoría de los estudios se concentran en el consumo de drogas ilícitas, pese a que las drogas aprobadas socialmente como el alcohol y la nicotina son las más consumidas en el país y las que más problemas generan principalmente entre los estudiantes.

En ecuador, el inicio del consumo de alcohol ocurre a edades muy tempranas (12 años) y se ha considerado que un 73% de nuestra población estudiantil presenta consumo problemático del alcohol; cabe destacar que muchos de los jóvenes se inician en el mundo de las adicciones a través esta droga.

La UTPL ha realizado un estudio entre los años 2015 y 2016, a cargo de los doctores Pablo Ruisoto y Silvia Vaca, titulado Distribución del consumo problemático de sustancias y otros indicadores de salud mental en la comunidad universitaria del Ecuador. El objetivo principal fue evaluar el consumo problemático de sustancias y su relación con otros indicadores de la salud mental en la comunidad universitaria.

La investigación abarcó a 7.905 estudiantes universitarios de 11 universidades públicas y privadas del Ecuador. La edad promedio fue de 21 años, 54% fueron mujeres; el 65% personas de la región Sierra y el 91% solteros.

A la muestra se les aplicaron varios instrumentos psicológicos confiables y válidos: 1) Cuestionario Ad hoc para la evaluación de datos sociodemográficos: sexo, edad, estado civil, ocupación, nivel socioeconómico y lugar de residencia. 2) Cuestionario de aceptación y acción (AAQ-II), 3) Escala de depresión y ansiedad PHQ-4, 4) Prueba de identificación de trastornos relacionados con el consumo de alcohol (AUDIT), 5)  Escala de patrón de conducta tipo A, 6)  Escala de soledad UCLA versión breve, 7)  Escala de Estrés percibido (PSS-14), 8) Test de compromiso vital, 9)  Brief Resilience Scale (BRS), 10) Satisfaction Life Question (LSQ) y 11) Escala de satisfacción laboral (WES-10).

El análisis estadístico de los datos indicó seis variables psicosociales predictoras del consumo problemático de alcohol en los estudiantes universitarios.

El primer determinante es el sexo de las personas. Los factores culturales han determinado que los varones son más propensos al consumo de alcohol en comparación con las mujeres, aunque cada vez la brecha entre varones y mujeres va disminuyendo. En cuanto a los factores de tipo biológico se considera que los hombres metabolizan el alcohol más rápido.

En segundo lugar, una variable fundamental es la inflexibilidad psicológica. Esta variable hace referencia a un patrón de evitación constante de eventos privados aversivos (pensamientos, recuerdos y sensaciones) y reacciones deliberadas para alterar la forma o la frecuencia de dichas experiencias, impidiendo alcanzar sus valores y metas personales.

La inflexibilidad psicológica es un constructo relativamente nuevo dentro de la psicología, es un buen predictor del consumo problemático de alcohol; muchos jóvenes universitarios intentan evadir situaciones dolorosas y aversivas a través de esta sustancia, acarreando mayores problemas psicológicos.

Las horas de ocio son un determinante en el consumo de alcohol, esto se puede contrarrestar con factores protectores como los espacios recreativos o actividades extracurriculares académicas, deportivas o artísticas que les permitan ocupar de mejor manera su tiempo libre.

En cuarto lugar, tenemos el patrón de personalidad tipo A; es decir, las personas que son muy competitivas, agresivas, ambiciosas, poco tolerantes a la frustración tienen alta probabilidad de consumir alcohol. Se ha considerado que este patrón tipo A está asociado con enfermedades cardiovasculares.

El compromiso vital, es un factor protector al consumo de alcohol; se refiere a tener objetivos claros en la vida con alta probabilidad de cumplirlos.

Finalmente, una de las variables relevante es la percepción del estrés, la capacidad de afrontar las exigencias del medio en el que se desenvuelve el estudiante y las herramientas que tiene para actuar ante estos retos.

A partir de este estudio hemos realizados otras investigaciones como el análisis psicométrico del test identificación de trastornos relacionado con el consumo de alcohol que fue diseñado por la Organización Mundial de la Salud. Esta investigación fue publicada en la revista Norteamérica PLOS ONE. Este instrumento es importante en la evaluación de problemas de consumo de sustancias en nuestros estudiantes.

Estas investigaciones son importantes para el diseño de programas de prevención primaria en estudiantes vulnerables, promoviendo la flexibilidad psicológica y brindado herramientas para afrontar situaciones aversivas en sus vidas, cambiando patrones de comportamientos hostiles y agresivos

En la actualidad se desarrolla un estudio sobre Las técnicas de procesamiento automático aplicada al análisis y predicción del consumo de drogas, coordinado por el  Dr. Pablo Torres y  financiado por la Corporación Ecuatoriana para el Desarrollo de la Investigación y la Academia. Además, de la creación de un observatorio dirigido por la Profesora Belén Paladines.