Esta es una enfermedad contagiosa de las vías respiratorias, transmitida por los virus de Influenza estacional A/H1N1
La gripe por el virus AH1N1 se trasmite de persona a persona por pequeñas gotillas de saliva al momento de toser, hablar o cuando la persona estornuda; es un virus que tiene un ciclo y va mutando cada año. Este virus en nuestro medio es endémico, desde que entró la epidemia al país en el 2009 y muta cada año; es decir, cambia su estructura genética dando lugar a nuevos virus, lo que hace más compleja la prevención porque cada uno necesita una vacuna diferente. Los síntomas principales de esta gripe son: fiebre, tos, dolor de cabeza, escurrimiento nasal, dolor muscular y de articulaciones, decaimiento o diarrea.
El periodo de incubación del virus depende mucho del estado inmunológico de una persona. En un sujeto con buen estado de salud el periodo de incubación es de aproximadamente de tres a siete días, en este tiempo ya es contagioso por medio de las secreciones. Es común que el virus se encuentre en los lugares de concentración de personas y de uso público, puede encontrarse en objetos contaminados por otras personas al tocar con las manos contaminadas las perillas de puertas, transporte, artículos de oficina, patios de comidas, entre otros.
La gripe H1N1 actúa de manera más agresiva en pacientes vulnerables: tercera edad, niños, personas con diabetes, enfermedades cardiacas o renales, porque debilitan el sistema inmunológico.
La vacuna anual contra la influenza estacional es la mejor forma de protegerse contra la influenza. Se ha demostrado que la vacunación tiene muchos beneficios tales como reducir el riesgo de enfermedad por influenza, hospitalizaciones e incluso el riesgo de muertes pediátricas relacionadas con la influenza. La vacuna contra la influenza estacional lo protege contra los virus de influenza que, según las investigaciones epidemiológicas de los Ministerios de Salud y de la OMS, serán los más comunes la próxima temporada.
Deben vacunarse los grupos vulnerables (embarazadas; niños menores de 5 años a partir de los seis meses de edad; mayores de 65 años; personas con enfermedades crónicas; personal sanitario), en los centros de salud del Ministerio de Salud Pública
Cuando una persona ya tiene la enfermedad se sugiere principalmente visitar el centro de salud para tener una correcta atención médica, tener medidas preventivas para evitar la transmisión: evitar lugares con multitud de personas, utilizar mascarilla, pañuelos, hidratarse con jugos naturales, una buena alimentación, tomar analgésicos prescritos por el médico, reposo, lavarse las manos frecuentemente, evitar el contacto de la cara con las manos.
Los cuidados que debe tener una persona no portadora del virus es principalmente el lavado de manos con agua y jabón durante veinte segundos, en caso de no tener disponibles estos elementos se puede utilizar alcohol antiséptico o gel antibacterial. La alimentación equilibrada y comprendida de frutas y verduras enriquecidas en vitamina C es importante para mantener un estado inmunológico fortalecido.
No es aconsejable auto medicarse porque al igual que con otras enfermedades virales no tienen un tratamiento específico, sino mas bien cumplen un ciclo evolutivo y son sintomáticas, es decir, se trata únicamente los síntomas que presenta cada paciente: dolor de cabeza, fiebre, dolores musculares, deshidratación causada por la fiebre. En nuestro medio, las personas tienen la mala costumbre de auto medicarse antibióticos y antiinflamatorios que no son recomendables para las enfermedades virales, y solo deben prescribirse por el médico en casos especiales.
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