BBC Mundo
Sin presentador, con nostalgia de las series que se acaban y con ganadores inesperados. Los asistentes a la gala de los Emmy de este año se levantaron varias veces de sus asientos para ovacionar a los elencos de Game Of Thrones y Veep, dos exitosas series que ya cerraron sus últimas temporadas.
Game of Thrones puso un broche de oro a su despedida de las pantallas al obtener el Emmy a mejor serie dramática.
Sin embargo, las altamente reconocidas series no fueron galardonas en las otras categorías principales y más bien figuraron unos cuantos primerizos.
La premiación de la Academia de la Televisión de Estados Unidos en su edición 71 vio cómo se alzaban con estatuillas varios creadores e intérpretes británicos.
“Esto ya está siendo ridículo”, dijo en su discurso la actriz y guionista británica Phoebe Waller-Bridge.Y es que Fleabag, creada y escrita por ella, acumuló tres premios.
Ganó así el de mejor serie de comedia, el de mejor guión de serie de comedia (premio que recogió la propia Waller-Bridge) y el de mejor dirección de una serie de comedia (que le correspondió a su director, Harry Bradbeer).
Además, Waller-Bridge se regocijó también al ver ganar a Jodie Comer como mejor actriz protagonista de una serie dramática por la serie Killing Eve, de la que la primera es creadora. Por su parte, otros británicos como el comediante y presentador John Oliver y el actor Ben Whishaw también fueron galardonados.
En la categoría de miniserie, arrasó Chernobyl, que se impuso sobre la también reconocida When They See Us en la categoría de mejor miniserie y recibió otros galardones por mejor dirección y mejor guion de una miniserie.
Los vencedores en las categorías más destacadas fueron:
“La televisión nunca ha sido tan jodidamente buena”, dijo el premiado actor de Breaking Bad Bryan Cranston, uno de los encargados de amenizar el breve inicio de la ceremonia, junto con Ben Stiller y el comediante Anthony Anderson.
Los Emmy, que se celebraron este domingo en el teatro Microsoft en el centro de Los Ángeles, no contaron con un tradicional presentador.
En su lugar, el personaje de dibujos animados Homero Simpson inició la ceremonia y le siguieron breves sketches por parte de los intérpretes Ben Stiller y Anthony Anderson.
Fue la apuesta del canal estadounidense Fox Entertainment para atraer más audiencia a una prestigiosa premiación que ya acumula 71 años, pero que ha caído en ratings.
El drama épico Game of Thrones, que llegó a su fin el pasado mayo, había recibido el número récord de 32 nominaciones. Pese a las críticas que recibió la última temporada, la serie ganó en la categoría considerada como la más relevante de la premiación, mejor serie dramática.
“GoT” ya se había hecho con 10 estatuillas en categorías que son premiadas en los Emmy de Artes Creativas que se celebraron la semana pasada.
Las otras series con más nominaciones este año fueron The Marvelous Mrs. Maisel (20), Chernobyl (19), Saturday Night Live (18) y Barry (17).
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