El 4 de mayo de 2019, Pamela Martínez, exasesora del expresidente Rafael Correa y exjueza constitucional, fue detenida en el aeropuerto de Guayaquil, cuando intentaba salir del país. Paralelamente fue detenida su antigua asistente, Laura Terán. En la investigación, el 28 de mayo casi un mes después, fueron incautadas computadoras, teléfonos y otros equipos que pertenecían a Martínez y a Terán, guardadas en las bodegas de la Presidencia. Tiempo suficiente para que alguien pudiera desaparecer evidencia clave, pero nada es perfecto.
Dos días después, la Policía se allanó un departamento de Martínez donde halló una libreta con manuscritos en donde constaban códigos como SP o SVP. Con esas evidencias, la Fiscalía logró vincular a un caso de aprovechamiento de fondos públicos (sofísticamente hablando) al exsecretario Jurídico de la Presidencia, Alexis Mera, y la exministra de Transporte, María de los Ángeles Duarte.
Todo esto es parte de la investigación de la Fiscalía sobre supuestos aportes ilegales de empresas contratistas con el Estado a las campañas de Alianza País, el movimiento político del ex presidente, en la que primero fueron procesados Pamela Martínez, Laura Terán, Alexis Mera y María de los Ángeles Duarte. Otras 22 personas fueron vinculadas en días pasados en la investigación, entre ellas el expresidente Correa, el exvicepresidente, Jorge Glas, y el exsecretario del Agua, walter Solís.
Según la Fiscal del Estado, Diana Salazar, los contratistas privados formaron parte de una estructura ilícita liderada por el expresidente Rafael Correa, que entregaban dinero en efectivo o por cruce de facturas a cambio de adjudicaciones de obra pública en los sectores estratégicos manejados por Glas.
Los ilícitos de esta organización no se podrían haber concretado, según la Fiscal, si Correa no nombraba a Jorge Glas en sectores estratégicos, a Walter Solís en la Secretaría Nacional del Agua y a María de los Ángeles Duarte en el Ministerio de Transporte y Obras Públicas. Había una cabeza, La cabeza de la Hidra.
Entre las pruebas presentadas por la Fiscal contra Correa constaba una papeleta de depósito por $6.000 en la cuenta personal del expresidente. Algo confirmado por el mensajero de Pamela Martínez y Laura Terán. El abogado de Correa reconoció que esa papeleta de depósito era real, no fabricada. Y aquí entra lo surrealista, si entendemos el surrealismo como la mezcla de imágenes creadas al azar con otras que obsesivas, trascender lo real a partir del impulso psíquico de lo imaginario y lo irracional.
“Culpan a @MashiRafael por un préstamo de $6.000 y no toman en cuenta que (el) expresidente dejó regalos personales en (el) museo de Carondelet por más de $2 millones”, escribió uno de los correligionarios del correísmo. Todo apuntaba a desmerecer una prueba. ¿Qué son $6.000 frente a $2 millones en regalos dejados?
Si eso hubiera quedado entre sus correligionarios, pase. Pero fue el mismo expresidente quien alentó ese tipo de reacciones al presentar el cheque con el argumento de que fue un préstamo de un Fondo Solidario-Voluntario creado en su gobierno (se supone que entre funcionarios públicos) para ayudar a gente que necesitaba ayuda. Su aporte era de $380 mensuales ($4.560 al año). Quién aportaba $4.560 al año a un misterioso Fondo necesitaba un crédito de $6.000 por un sobregiro recurrente que tenía. El Fondo Solidario-Voluntario creado por el expresidente Correa ayudaba a quienes se sobregiraban con $6.000, a él mismo. El Fondo tenía un fin.
El crédito, según la misma defensa personal del expresidente, fue pagado sin ningún tipo de interés a 12 meses plazo en cuotas de $500. Es decir que durante un año debió entregar a ese Fondo $850 mensuales, más del doble de un salario básico unificado de un trabajador común. ¿Cómo circula un Fondo privado con aportes de servidores públicos sin generar intereses? ¿Cómo pudo superar ese sobregiro recurrente si sus aportes aumentaron y sus ingresos se mantenían en el mismo nivel, el del salario de un Presidente?
El Fondo Solidario-Voluntario del señor Correa necesita ser expurgado. ¿Quiénes más aportaban? ¿Quiénes más de beneficiaron de sus créditos con cero intereses? ¿A quiénes ayudó? ¿Dónde está el seguimiento o la contabilidad de esas cuentas alegres? ¿El famoso Fondo fue cerrado o fue a las cuentas de algún Instituto de Pensamiento que recibía miles de dólares por consultorías trasnochadas? ¿Quién lo maneja ahora?
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