El cáncer de mama es el tumor más frecuente en mujeres tanto en países desarrollados como en desarrollo.
El diagnóstico es crucial para el éxito de la terapia, ya que el tumor es una entidad dinámica y en crecimiento. Las disparidades en la detección y el tratamiento temprano entre las regiones de bajos ingresos frente a las de altos ingresos y las zonas rurales frente a las urbanas han sido bien documentadas en varios países del mundo.
Actualmente, es un desafío determinar efectivamente si una masa es cáncer, un tumor no cancerosa o una mastitis, porque la tecnología que podría diferenciarlas no está fácilmente disponible, por ejemplo, en áreas rurales o remotas.
Uno de los principales aspectos que hace que las mujeres en áreas rurales y de bajos ingresos tengan una detección de cáncer en etapa tardía es el acceso a instrumentos de diagnóstico, como imágenes de rayos X, que podrían definir y diferenciar de una masa no tumoral a cáncer agresivo o, si es canceroso, su etapa.
Una radiografía de rayos X (mamografía), uno de los métodos de diagnóstico y seguimiento más comunes, incluso si no es invasivo, causa una gran incomodidad para el paciente en su aplicación. Además, el tamaño del equipo hace que sea difícil transportarlo a zonas rurales, donde, a veces, ni siquiera hay electricidad disponible, sin contar con que necesita personal técnico especializado para su operación. Realizarse una mamografía no es cómodo, lo que hace que muchas pacientes declinen pasar por este procedimiento y no se atienda a tiempo un crecimiento anómalo de las células.
Por lo tanto, existe una necesidad urgente de dispositivos de diagnóstico mejores y portátiles que brinden información valiosa a los médicos sobre el estado actual de sospecha de cáncer, tumor o mastitis.
Frente a ello, la Escuela de Medicina de la USFQ reunió a un equipo de trabajo multidisciplinario que juntó a médicos, biomédicos, investigadores, ingenieros electrónicos y estudiantes de los Colegios Politécnico y Ciencias Biológicas y Ambientales con la Carrera de Biotecnología para desarrollar una herramienta, a través de nanotecnología, que detecta no solo cáncer sino cualquier tipo de anomalía en el tejido de la mama. Nuestra misión, que cuenta con el apoyo académico y científico de la cooperación internacional de las universidades de Londres y Toulouse, es generar un nuevo dispositivo que se pueda usar para hacer seguimiento diario de la paciente.
Esta tecnología esta basada en el hecho de que el cáncer modifica los patrones de calor. Este nuevo dispositivo nos va a permitir estudiar la masa anómala del seno, no solo por sus cambios físicos, sino a través de la variación de los patrones de temperatura. El principio es el siguiente: a través del termoanálisis se generará una comprensión de variantes de la temperatura como herramienta para un mejor diagnóstico.
El cáncer cambia la arquitectura del tejido, cambia la temperatura y la tensión.
Nuestro interés es evitar que la paciente tenga que ir a un hospital y poder dar un primer diagnóstico antes de realizar otros estudios.
El dispositivo, que actualmente se encuentra en desarrollo, ya tiene el software y algunos modelos de sensores pero se prevé estará listo en un plazo de alrededor de 18 meses. La herramienta es fácil de operar y puede ser transportada. Pensamos que podría ser llevado por los médicos rurales.
Desde las primeras etapas de cualquier tumor maligno tumoral, podría ser posible diferenciar aquellas lesiones que son malignas de no malignas o incluso observar la respuesta del paciente a la terapia ya que el cáncer podría tener cambios en su tamaño o en su distribución vascular y de temperatura durante el tratamiento.
Nuestro objetivo en este proyecto es diseñar un dispositivo portátil para el diagnóstico de cáncer de mama y distinguirlo de otras neoplasias malignas. La solución a investigar consideraría el patrón y la rigidez de la temperatura del seno para detectar el cáncer, mejorar la predicción de su estado y proporcionar un seguimiento en tiempo real del paciente en la terapia del cáncer de seno, constituyéndose la Escuela de Medicina de la USFQ como un Hub de innovación.
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