No se puede concebir un programa económico sin un rostro social

Ecuador ha salido nuevamente al mercado de capitales para hacer un reperfilamiento de su deuda. Para comprender el significado de esta operación primero es necesario entender que está es una opción absolutamente válida, pero eso no significa que el tamaño de la deuda se va  reducir, porque la tasa sigue siendo la misma. Lo que frente económico ha hecho es salir al mercado para recomprar unos bonos que se vencían el próximo año y alargar el plazo para cumplir esas obligaciones.

Es como cuando una persona llega a fin de mes y debe pagar $500 de los consumos con su tarjeta de crédito, porque así lo dice el vencimiento, pero como no tiene la capacidad de pago va al banco y pide un diferimiento a seis meses. Ese diferimiento, además, implica un recargo en el interés.

El tema aquí es que con el cumplimiento del primer trimestre del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, el gobierno ha aprovechado esa coyuntura para hacer con éxito la recompra de los bonos de más cerca vencimiento. Una operación absolutamente exitosa porque ya se han comprado la mayoría por no decir la totalidad de esos papeles.

Eso significa, además, que los mercados financieros recibieron bien la noticia porque entienden que el gobierno tendrá a futuro la capacidad para cumplir sus obligaciones gracias, en parte, a la escalada de los precios del petróleo en los mercados internacionales por la coyuntura geopolítica y, sobre todo, por los mensajes que envía el Ejecutivo de querer hacer bien las cosas en lo económico. Eso permitirá en un futuro reducir poco a poco el Riesgo País y ahí, lo lógico, sería obtener nuevo financiamiento con una mejor tasa de interés.

No hay que olvidar que en las actuales circunstancias el cumplimiento en el pago de los bonos 2020 era un escenario complicado para el Ecuador, porque el equipo económico del gobierno recién está haciendo un programa orientado a garantizar la estabilidad macroeconómica aprobado por un organismo multilateral que le obliga al país a cumplir lo acordado.

Esto permitió al gobierno de Lenín Moreno hacer esa operación de reperfilamiento de la deuda. El frente económico lo que proyecta es que de aquí en adelante el escenario económico mejorará y habrá el capital para cumplir con las obligaciones asumidas en un futuro.

El gobierno está tratando, en los actuales momentos, de seguir los lineamientos dados por el Fondo Monetario Internacional para primero reducir a futuro el déficit fiscal y sobre todo ayudar a mejorar las exportaciones y hallar nuevos mercados. Sin embargo, existen todavía muchas tareas pendientes como la reducción del tamaño del Estado y el sinceramiento de las cifras.

No hay que olvidarse que el país está saliendo de una recesión y tal vez este año haya un crecimiento cero, pero si se hacen bien las cosas el segundo repunte representaría un crecimiento positivo. La recuperación necesariamente será paulatina, porque es como una familia que un enfermo muy grave, pero gracias a que tuvo acceso a las medicinas adecuadas el efecto será su recuperación.

En Ecuador estamos asistiendo al escenario en el que la economía pasa de la contracción a la recuperación, pero para eso es necesario hacer todos los ajustes fiscales como la reducción del tamaño del Estado, bajar el peso de la burocracia, algo en lo que ya está trabajando el gobierno; además, tiene que mejorar la recaudación tributaria de tal suerte que el déficit fiscal se reduzca a niveles manejables. Eso también implica medidas adicionales como la venta de empresas del Estado, la atracción de la inversión extranjera directa real y el manejo de una adecuada política social. No se puede concebir un programa económico sin un rostro social.

El acuerdo con el FMI, sin duda, permitió al gobierno salir con éxito al mercado de capitales porque es un instrumento que sirve de respaldo al inversionista extranjero: le garantiza que Ecuador está comprometido en un proceso y no va a incumplir sus obligaciones.

La primera variante que observan los mercados financieros internacionales siempre es el Riesgo País. Con el respaldo del FMI más los precios del petróleo al alza, los inversionistas ven como rentable la compra de los nuevos bonos y la recompra de los bonos 2020.