Mis dos hijos nacieron y crecieron con la mamá que estaba estudiando la universidad, luego graduándome, luego siendo ayudante de cátedra, después profesora… Mis hijos vieron que su mamá estudió siempre, al punto que mientras mi hijo mayor estaba en la universidad, yo seguía estudiando. Creo que mi elección de ser docente tuvo que ver con mi ambición de aprender, no solo es saber la profesión sino saber enseñar.
Tal vez eso influyó mucho en la carrera y las especialidades que ellos asumieron. Ambos son médicos y también se dedicaron a la docencia. Los dos están fuera del país, el mayor, por ejemplo, es profesor-investigador de la Universidad de Miami. Tenemos una relación familiar, pero también una profesional y ese acercamiento ha enriquecido nuestro entorno.
La Universidad Católica de Santiago de Guayaquil celebra con mucho entusiasmo el Día de la Madre porque tenemos un colectivo femenino muy amplio. En la mayoría de las carreras, incluso las tradicionales como Medicina y Derecho, tenemos mayor presencia femenina. Las únicas con mayor presencia masculina son Ingeniería Civil, Computación y las que tiene q ver con el agro. A nivel de trabajadoras y funcionarias también son en su mayoría mujeres y nos congratulamos por eso.
Hemos mitificado a la maternidad en relación a la docencia. La maternidad tiene que ver con algunos factores, pero es importante recalcar que la mujer si bien, está hecha para la maternidad, la decisión de serlo o no es absolutamente respetable. Siempre me ha parecido que hemos separado al hombre del maravilloso efecto de ser madre, en el hombre debe haber también algo de maternal.
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